Decano Dr. Marcelo Mella Polanco: “Nuestro desafío es construir un equilibrio entre Educación, Ciencias Sociales y Humanidades”

A la cabeza de la Facultad de Humanidades, tras ser reelecto para un nuevo periodo de esta Unidad Mayor con 73 años de historia, la autoridad resalta el nuevo Plan Estratégico diseñado para los próximos cinco años y advierte: “Es fundamental crear instancias de conversación horizontales y verticales respecto de la toma de decisiones, lo que determinará la sustentabilidad de las políticas que seamos capaces de elaborar e implementar”.
“El desafío de construir proyectos colectivos, tal como ocurre con la familia, requiere reconocer la diversidad de quienes forman parte de esa comunidad. Y para generar un resultado virtuoso, es necesario entender que las fórmulas de relación son distintas en cada caso. Es algo que te entrega la experiencia en familia. De hecho, la Universidad de Santiago puede ser entendida, en tanto comunidad, como una gran familia”, reflexiona.

El 23 de junio de este año, el Dr. Marcelo Mella Polanco inició su segundo periodo como decano de la Facultad de Humanidades del Plantel. Con una trayectoria de 17 años en la Universidad de Santiago de Chile, como académico, directivo e investigador, el Dr. Mella encabeza esta Unidad Mayor, que hoy cuenta con 2.798 estudiantes, 91 académicos con jornada de planta regular y 87 funcionarios. Todos ellos reunidos en los Departamentos de Historia, Educación, Filosofía, Lingüística y Literatura, además de las Escuelas de Periodismo y Psicología.

“En nuestra Facultad, con 73 años de historia, tenemos tres grandes polos de generación de conocimiento: Educación, Ciencias Sociales y Humanidades. Son tres referentes identitarios o disciplinares, por lo que nuestro desafío es ir construyendo un equilibrio entre estos tres componentes, para que todos tengan una participación adecuada en el desarrollo de la Facultad”, advierte el decano, quien no duda en destacar el trabajo que se desarrolla en los once programas de pregrado diurno, tres programas de pregrado vespertino, catorce magíster y cuatro doctorados.

Su equipo más cercano, para este segundo periodo, lo integran el vicedecano de Docencia, Profesor Eduardo Román Álvarez; la vicedecana de Investigación y Postgrado, Dra. Diana Aurenque Stephan; y la secretaria de Facultad, Dra. Margarita Loubat Oyarce. Se trata de las mismas autoridades que han participado en el diseño del nuevo Plan Estratégico de la Facultad, proyectado para los próximos cinco años.

En ese contexto, el Dr. Mella explica que la propuesta que se entregará a la Prorrectoría ha sido pensada como un proceso que se inició con la deliberación desde las Unidades y culminará en los próximos meses con un esfuerzo de síntesis realizada a nivel de Facultad. “Es fundamental generar instancias de conversación horizontales y verticales respecto de la toma de decisiones, lo que determinará la sustentabilidad de las políticas que seamos capaces de elaborar e implementar en estos años”, precisa.

Educación pública y rol social

Marcelo Mella nació en Pichilemu, Región de O'Higgins, donde vivió su infancia junto a su madre Elena, y estudió al alero de la educación pública en la Escuela 90-91 y el Liceo Agustín Ross de esa localidad. “Me parece muy apasionante el papel que cumplen las  instituciones de educación pública, especialmente en la configuración de las sociedades”, explica hoy a sus 48 años de edad y con una vasta trayectoria académica. “Las oportunidades que generan y el rol social que desarrollan es irremplazable para construir una sociedad más justa y democrática”, añade con convicción.

Su primera etapa en la educación superior la desarrolló en la Universidad Católica de Valparaíso, institución por la que se tituló, en 1996, como Licenciado en Historia. Sin embargo, su interés radicaba en otro ámbito. De hecho, cuatro años después, finalizó el magíster en Ciencia Política por la Universidad de Chile, institución en la que también se desempeñó  como directivo  del Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana del Instituto de Asuntos Públicos (INAP).

Incorporación al Plantel

Siempre interesado por la educación estatal y pública, el año 2000 se integró a la Universidad de Santiago de Chile como profesor por horas de clases. Seis años después, como académico de media jornada, asumió como jefe de la Carrera de Estudios Internacionales. “Invitado por la Dra. Carmen Norambuena, me correspondió participar en la formulación del proyecto de la Carrera y ser parte del equipo gestor ante las autoridades del Departamento de Historia, de la Facultad de Humanidades y de la Universidad”, recuerda.

Asegura que se trataba de una iniciativa muy original, porque lo que existía en el país en el área, hasta ese momento, solo se ofrecía a nivel de postgrado, a través del magíster en Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, pero nada en el ámbito del pregrado. “Requeríamos en ese momento formar profesionales de la política pública que pensaran la toma de decisiones políticas y económicas a escala global, con una perspectiva regional e internacional. Así surgió la Carrera, con un tremendo éxito que se mantiene hasta hoy”, rememora la autoridad.

Paralelamente a ese proceso, Marcelo Mella cursó sus estudios de doctorado en Estudios Americanos en el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago de Chile, los que finalizaron en 2007. Al año siguiente, pasó a desempeñarse como académico de jornada completa. Fue entonces cuando decidió especializarse en dos grandes temas, respecto de sus labores como docente e investigador: el estudio de las transiciones desde el autoritarismo, en Chile y la Región; y también el estudio de los gobiernos de coalición en América Latina. Actualmente, se encuentra elaborando el segundo tomo de su libro Elementos de Ciencia Política, orientado al estudio de los conflictos sociales, un libro sobre el pensamiento político de la Concertación y un artículo sobre políticas comparadas de educación superior en Iberoamérica.

Desempeño académico integral

Con posterioridad a sus cinco años como jefe de Carrera, se desempeñó como vicedecano de Docencia, para luego, en 2014, iniciar su primer periodo como decano de la Facultad de Humanidades. “La vida da oportunidades y uno debe plantearse frente a ellas con compromiso y generosidad”, asegura. Una trayectoria directiva que ha alternado con sus labores como docente e investigador. De hecho, en 2012, su interés por la academia y el análisis crítico de los fenómenos políticos y económicos, lo llevaron a realizar estudios de postdoctorado en Economía Política en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

En ese sentido, advierte que en el Plantel se evalúa a los profesores en tres dimensiones: docencia, investigación y administración. “Me parece que esa es una condición apropiada para que un académico tenga una visión global de la Universidad”, explica el Dr. Mella. A eso agrega que ningún académico debe estar eximido de transferir en el aula el conocimiento que genera. “Y un buen investigador también debe conocer la complejidad institucional en la que nos movemos. Solo así es posible generar núcleos y programas de investigación que se proyecten en el largo plazo en la Universidad”, afirma.

Por ello, agradece el apoyo del Gobierno Central, en cuanto a las posibilidades de contratación. “Tenemos alrededor  de veinte profesores contratados en los últimos tres años, lo que nos permite tener un proceso de renovación de académicos muy intensivo y pensar en políticas de largo plazo, más allá del actual periodo de nuestra administración”, precisa. “Estamos hablando de investigadores jóvenes, con una trayectoria de productividad ascendente y con expectativas de producción intensiva de por lo menos veinte años más. Ese tipo de académicos requiere de políticas de largo plazo en materia de investigación y postgrado”, plantea con fuerza.

Investigación con impacto social

Si de metas se trata, el decano Mella no oculta su orgullo por los logros alcanzados en estos tres últimos años. “Cuando asumimos la Facultad, teníamos aproximadamente un 10% de programas de postgrado acreditados. Hoy tenemos alrededor del 45%. Al final de este segundo periodo nos proponemos llegar, al menos, al 75%”, proyecta con decisión.

Asimismo, en coordinación con la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación, la Facultad de Humanidades ha focalizado incentivos para aumentar las tasas de productividad en publicaciones indexadas, gracias a fondos que, además, buscan asegurar una distribución más equitativa de la producción científica. “Tenemos un aumento considerable de la productividad de artículos en revistas indexadas y convenio de colaboración para una colección de libros indexados, que ya tiene tres títulos en catálogo”, resalta la autoridad.

Cabe destacar también que la Facultad cuenta con cuatro “programas Centro”, que se dedican a trabajar en temas de carácter interdisciplinario, coordinados por el Centro de Estudios Enzo Faletto, dirigido por el Dr. Hernán Neira. “Desde este espacio esperamos, además, contribuir a la internacionalización de la investigación y el postgrado, como también a divulgar la investigación científica con impacto social”, explica.

Paralelamente, también se desempeñó como vicepresidente del Consejo de Decanos de Facultades de Educación (Confauce) del Consejo de Rectores de las Universidades Chilena (Cruch). “Participamos activamente durante un periodo en el que se dieron dos procesos de gran impacto a nivel nacional para el sistema de educación”, recuerda el Dr. Mella. “Me refiero a la generación de las bases curriculares de tercero y cuarto medio, y la restitución de la Filosofía como un campo de conocimiento central en el currículo de enseñanza media”, puntualiza.

Relaciones interdisciplinares

En estos últimos años, el decano Mella, a través de proyectos de investigación en redes y otros de financiamiento institucional, ha trabajado esencialmente en políticas de educación superior. Esto, junto a los cursos de Ciencia Política que imparte en las Carreras de Historia y Estudios Internacionales, además de otros a nivel de postgrado. “Nuestra relación con los estudiantes, como académico y directivo, pone en valor el trabajo que realizamos dentro de la Universidad. Gracias a ellos podemos percibir cómo, a través de un trabajo bien hecho, contribuimos a cambiar las vidas de las personas de manera positiva”, asegura.

En ese sentido, plantea que defender un modelo de excelencia y mejoramiento de la calidad para la Facultad de Humanidades no se trata solo de un mejor posicionamiento dentro de los rankings internacionales. “Por sobre todo se trata de la posibilidad de expandir oportunidades a nuestros estudiantes. El rol que desempeña esta Universidad en las políticas de inclusión de la educación superior es extraordinario”, manifiesta, junto con plantear que “en nuestra Universidad existe una mística y un ethos que nos hace distintos a cualquier otra institución”.

Sin embargo, advierte las complejidades que surgen frente a la necesidad de mayor diálogo entre las distintas disciplinas en nuestra Institución. “La presión por adaptarse a las condiciones cambiantes y nuevos requerimientos de la sociedad, nos obligan a ser más audaces en la manera de plantear las estrategias de desarrollo al interior de la Facultad, en sus Departamentos y en la Universidad en general”, precisa.

Es así como identifica el desafío de construir trayectorias que integren saberes y campos de conocimientos más allá de los límites disciplinares tradicionales. “Por ejemplo, en programas de postgrado que dependan de dos o más Facultades y que se aboquen a estudiar y potencialmente a intervenir asuntos públicos relevantes”, explica. “Necesitamos un mayor nivel de desarrollo a través de la colaboración horizontal entre Facultades para encontrar nuevos espacios de generación de conocimiento, respecto de las necesidades del Estado y de la empresa privada”, agrega con entusiasmo.

Proyectos familiares y virtuosos

Junto a su trayectoria profesional en la Universidad de Santiago de Chile, Marcelo Mella también ha formado su propia familia con Cecilia y sus tres hijos Sofía, Diego y Camila, que cursan séptimo, quinto y tercero básico, respectivamente.

“El desafío de construir proyectos colectivos, tal como ocurre con la familia, requiere reconocer la diversidad de quienes forman parte de esa comunidad. Y para generar un resultado virtuoso, es necesario entender que las fórmulas de relación son distintas en cada caso. Es algo que te entrega la experiencia en familia. De hecho, la Universidad de Santiago puede ser entendida, en tanto comunidad, como una gran familia”, reflexiona.

Asimismo, asegura que también para la vida institucional se requiere algo similar. “El desafío de formar comunidad y construir institucionalmente una organización virtuosa significa, esencialmente, saber escuchar. Si quienes nos desempeñamos transitoriamente como autoridades demostramos tener esa capacidad, el futuro para esta Universidad será grandioso”, proyecta optimista. “Lo que hará a esta Universidad más fuerte y con un proyecto de mayor impacto en el país, es el reconocimiento de nuestras diferencias internas, con el respeto que todos se merecen”, concluye el decano Marcelo Mella.

Autor: 
Fernando Seymour Dobud
Fotografía: 
Marco Avilés