Académico Omar Gallardo

Descartan negligencias de empresa en rescate de mineros atrapados

El académico del Departamento de Ingeniería en Minas de nuestra Casa de Estudios, Omar Gallardo, reconoce que las acusaciones de los familiares de las víctimas en contra de la empresa minera son comprensibles en situaciones de esta naturaleza. Sin embargo, rechaza de plano que se haya operando de manera inadecuada o que no se esté utilizando toda la tecnología disponible. “El rescate aquí, es mucho más complicado que el de la mina San José”, asegura.
“El rescate aquí es mucho más complicado que el de San José (donde quedaron atrapados los 33 mineros). Cuando es una mina ‘seca’ y se derrumba la galería, no hay problema, porque queda espacio, pero aquí el agua llena todo”

Dos mineros se encuentran atrapados desde la madrugada del viernes último en el nivel 55 de la mina Delia II, propiedad de la empresa Cerro Bayo y ubicada en la Región de Aysén. Esto, luego que un derrumbe hiciera que el agua de la laguna colindante inundara el lugar, dejando a los trabajadores, supuestamente, en el nivel más bajo del yacimiento. Al respecto, familiares de las víctimas denuncian lentitud en el despliegue de recursos para el rescate y que no se ha utilizado tecnología adecuada para hacer más rápido el operativo.

El ingeniero civil en minas y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Omar Gallardo, descarta esta versión. “Los familiares siempre van a pensar que no se utilizan todas las herramientas, pero, por lo que he visto, la minera está haciendo todo lo posible con la tecnología que ellos disponen”, sostiene.

De acuerdo a últimos reportes, la empresa minera continúa realizando sondajes para focalizar la búsqueda y llegar al lugar donde estarían los trabajadores. Se estima que se encontrarían a mil 300 metros de profundidad. Por su parte, la Onemi informó que Bomberos se encuentra desarrollando labores y que se contempla el arribo de maquinaria especializada. Personal de la Dirección General de Aguas (DGA) y del Ministerio de Obras Públicas (MOP) también se encuentra en el lugar.

Para el académico de la Universidad de Santiago, el operativo no se puede hacer más rápido, ya que el agua que entró produce un efecto similar al de un alud al interior de la mina. “El rescate aquí es mucho más complicado que el de San José (donde quedaron atrapados los 33 mineros). Cuando es una mina ‘seca’ y se derrumba la galería, no hay problema, porque queda espacio, pero aquí el agua llena todo”, explica.

De acuerdo a Gallardo, lo mejor que podría ocurrir es que los trabajadores hayan logrado llegar hasta el contenedor dispuesto en la mina, con alimento y aire para diez días. El refugio se encontraba justo en el nivel donde, se presume, habrían quedado atrapados los mineros. De lo contrario, estarían en una burbuja de aire que haría aún más difícil el rescate, dado que podría romperse muy fácilmente.

Finalmente, el especialista indica que accidentes de este tipo no pueden predecirse, por lo que descarta que la empresa hubiese arriesgado a sus operadores a sabiendas del peligro al que estaban expuestos.

“Se ve que se está haciendo todo lo posible a la mayor velocidad. Es difícil, pero los familiares de los trabajadores deben intentar tener la mayor calma posible; por lo mismo, deben recibir la información que precisan respecto a cómo se está operando”, concluye.

Autor: 
Cristóbal Miranda Ríos