Paola Arias y Nicolás Flores

Fenaude reconoce a karatecas del Plantel entre mejores deportistas universitarios 2017

Gracias a su brillante desempeño durante 2017, los integrantes del equipo de karate del Plantel y estudiantes de segundo año de la Carrera de Pedagogía en Educación Física, fueron reconocidos por la Federación Nacional Universitaria de Deportes (Fenaude) como los mejores deportistas universitarios del país. Este cierre de temporada rutilante vino a ratificar la medalla de oro que ambos obtuvieron junto a sus compañeros en la competencia por equipos en el marco del Torneo Fenaude 2017.
“El equipo de la Usach tiene mucha fuerza y ganas, es muy unido, hay un espíritu de compañerismo grande y se han formado lazos muy fuertes”, Paola Andrea Arias Machuca, estudiante de Pedagogía en Educación Física, Universidad de Santiago de Chile

La selección de karate del Plantel consolidó su dominio nacional en el último Campeonato de la Federación Nacional Universitaria de Deportes (Fenaude) desarrollado en la U. de Playa Ancha en Valparaíso, con un triunfo tanto en Damas como en Varones.


Estos últimos repitieron el liderato regional mientras que el equipo femenino alcanzó el triunfo por octavo año consecutivo.


Figuras claves de estos logros fueron los estudiantes de segundo año de la Carrera de Pedagogía en Educación Física, Paola Arias y Nicolás Flores, quienes además, debido a su destacada participación, recibieron un reconocimiento por parte de Fenaude al quedar entre los mejores deportistas universitarios del país.


Junto con esta pareja de karatecas, otros dos seleccionados del Plantel fueron premiados por la Federación: los tenimesistas Tiare Peña y Sebastián Román.


Familia de karatecas


Paola Andrea Arias Machuca tiene 27 años, y va en segundo de Pedagogía en Educación Física, segunda carrera que cursa en la Universidad luego de un frustrado paso por Traducción. “Me cambié porque me resultaba difícil compatibilizar el deporte con lo que estudiaba, y preferí el deporte”, explicó.


Sin embargo, el inicio de Paola en el karate fue curioso, ya que al principio no le gustó, aun cuando su padre es profesor de la rama. “Yo prefería jugar y como era muy hiperactiva, me costaba adquirir la disciplina del karate”,  sostuvo la joven.


Agrega que con el paso del tiempo, fue aprendiendo y comenzó a gustarle, así que a los 8 años se puso a entrenar junto a sus dos hermanos y a su padre.


Al equipo del Plantel ingresó en 2013, cuando inició sus estudios en Traducción. Además es parte de la selección nacional de Chile desde 2010. De la mano de este último elenco, ha obtenido medallas de plata (2010) y bronce (2017) en torneos sudamericanos.


“El equipo de la Usach tiene mucha fuerza y ganas, es muy unido, hay un espíritu de compañerismo grande y se han formado lazos muy fuertes”, destacó la deportista de elite oriunda de Puente Alto.


Este año las “leonas” obtuvieron el octavo título nacional, consolidándose como líderes en la rama universitaria. Al respecto, Paola valoró el apoyo de la barra que llegó a distintas ciudades para alentar al equipo. “Nos inspiraron mucho y haber ganado fue la unión de nosotros mismos también, así que fue una experiencia muy grata”, resaltó.


Como deportista, Paola se define como testaruda, ya que le gusta ganar, y si bien insiste que es difícil entrenar y estudiar, intenta hacerlo como sea. “Me cuesta organizarme. Un competidor de alto rendimiento muchas veces tiene que elegir disminuir su carga horaria, por lo que el estudio se hace más largo”, reiteró.


“Antes yo no dejaba de lado el estudio y me costaba, me sacaba malas notas porque es complicado. Para que resulte, uno tiene que enfocarse bien en las cosas e ir de a poco, disminuyendo los ramos y concentrándose”, agregó Arias.


En ese sentido, recalcó que el apoyo de la Universidad ha sido fundamental con las ausencias a clases y a pruebas durante las competencias. Sobre el campus, Paola aseguró que es “muy diverso, tenemos de todo. Me gustan las áreas verdes y el fácil acceso a todo. La Universidad es muy libre, eso me gusta mucho”.


Tal como suele ocurrir en el deporte, esta joven pololea hace dos años con un karateca. Ella inmediatamente aclara que “es un rival”, ya que se trata de Camilo Veloso, estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile y seleccionado nacional.


“Tenemos la fortuna de que al ser deportistas y seleccionados, podemos vernos en los entrenamientos. Nos entendemos mucho y si hay poco tiempo para estar juntos, siempre encontramos el momento para nosotros”, aseguró.


Para Paola el karate lo es todo, una fuente de crecimiento y de ingresos, pues gana dinero a través de su trabajo en talleres de colegios. “Me ha servido para madurar y crecer como persona en distintos ámbitos”, afirmó.


“Jamás dejaré el karate. Me ha pasado que por estudio he tenido que dejarlo por algunas semanas y no me siento bien, así que no pienso retirarme de los entrenamientos. Pienso enlazarlo con mi carrera de Educación Física”, puntualizó.


Sacrificios


La historia de Nicolás Flores, de 20 años y alumno de segundo año de Pedagogía en Educación Física, tiene mucho de sacrificio. Es oriundo de la ciudad de Rancagua, en la región de O’Higgins, y desde que tiene 11 se dedica al karate tras inscribirse a un taller escolar.


En 2014 es llamado a integrar la selección nacional y mientras cursaba tercero medio, los entrenamientos comenzaron a realizarse en la región Metropolitana, hasta donde ha debido trasladarse diariamente.


Al entrar a la Universidad de Santiago por admisión especial, la historia no cambió y por un tiempo tuvo que viajar diariamente desde Rancagua a la capital para estudiar y entrenar. El primer año en la educación superior fue muy sacrificado y según Nicolás, la falta de organización y de tiempo le pasó la cuenta, traduciéndose en la reprobación de un ramo.


No obstante, una tía lo acogió en su casa en la comuna de Ñuñoa, lo que sumado al beneficio de la gratuidad, facilitó su vida y la de su familia, por el gasto económico que implica.


Nicolás conoció este Plantel cuando se habían realizado campeonatos en el gimnasio. “Siempre me gustó esta Universidad. Fue mi primera opción por su selección de karate, ya que yo sabía que era una gran exponente a nivel nacional”, explicó.


“El equipo de la Usach es una familia. Todos nos apoyamos, los que no compiten van a los campeonatos a cualquier región a alentar”, reconoció el joven deportista. Asimismo destacó el valioso apoyo del profesor y entrenador Mario González: “Nos ayuda mucho y nos da facilidades para viajar”, dijo.


Por lo anterior, el triunfo que alcanzó el equipo en el Fenaude Nacional de Valparaíso, vino a reafirmar el liderazgo del elenco masculino, el que si bien no tuvo un buen primer semestre, logró la victoria regional en el segundo y la nacional tras enfrentarse a la Universidad de Chile.


“Fue un triunfo emocionante porque competíamos contra la Chile punto por punto. Llevo dos años compitiendo por este Plantel y ganar algo así tan importante es súper significativo”, señaló.


El primer logro significativo como seleccionado nacional llegó en 2015, en el sudamericano, cuando tenía 17 años y se convirtió en campeón sudamericano. Este año repitió la medalla de oro en el Sudamericano de Bolivia.


Para lograr sus objetivos, es necesario dedicar tiempo y esfuerzo tanto al estudio como al deporte, eso Nicolás lo tiene claro.


“El karate para mí es todo en mi vida, le he dedicado mucho tiempo y es lo que más me gusta. Mis expectativas al salir de 4to medio era vivir de esto, pero mi mamá no me dejó, dijo que debía estudiar igual”, ríe. Por lo mismo llegó a Pedagogía en Educación Física, pues aspira continuar una carrera como entrenador.


Su familia la compone su mamá y hermano. Este último va en tercero medio y espera salir de cuarto medio para ingresar a la U. de Santiago, pues también es un destacado karateca.


Por ahora, Nicolás terminó de buena manera su año académico, sin reprobar asignaturas. Se tomará un pequeño descanso, pero retomará un duro entrenamiento en enero, ya que tiene campeonatos en febrero.

Autor: 
Carolina Reyes Salazar