"Noruega ha dado una gran lección de cómo reaccionar frente al terrorismo"

Dra. Olga Ulianova dijo que si bien las escandinavas aparecen como las sociedades más estables del mundo, con los mejores índices de desarrollo humano y de equidad, no están exentas de problemas y conflictos internos, como los derivados de la inmigración. 

 

Como una gran lección para el mundo respecto de cómo reaccionar frente al terrorismo, calificó la analista internacional y académica de la Universidad, Dra. Olga Ulianova, la manera en que el gobierno noruego ha actuado frente a los atentados en Oslo y Utoya, que dejan hasta el momento cerca de 70 víctimas fatales y la misma cifra de heridos. 

La experta sostuvo que desde países como Estados Unidos, Inglaterra y Rusia, trataron de vincular estos hechos con el terrorismo islámico, lo que fue desmentido por el gobierno afectado. "Las propias autoridades noruegas fueron las primeras en detener esta lluvia de declaraciones diciendo que se trataba de un ataque interno. Destacable es también que el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, blanco de los ataques, indicara que la respuesta de su país a los atentados va a ser continuar por el camino de la democracia, previniéndolos a través de la educación democrática, y no restringiendo las libertades individuales para dar mayor seguridad", aseveró la Dra. Ulianova. 

Se sabe que el autor de los atentados es el ciudadano noruego Anders Behring Breivik, nacionalista de ultraderecha que declaró su fobia hacia lo islámico y que no descartó pertenecer a una organización extremista. En este sentido, la analista enfatizó que se debe comprobar si realmente existen estas células extremistas, aunque, de existir, se trataría "de grupos muy minoritarios y marginales, pero para organizar acciones de este tipo no es necesario tener respaldo de las mayorías. En Noruega el respaldo democrático lo han estado dando, históricamente, los socialdemócratas".

Consultada por la ocurrencia de hechos de esta naturaleza en el primer mundo, la Dra. Ulianova afirmó que si bien las escandinavas aparecen como las sociedades más estables, con los mejores índices de desarrollo humano y equidad, no están exentas de problemas y conflictos internos. Uno de esos problemas es la inmigración, que es vista como una amenaza por grupos de extrema derecha. 

Esta situación que hoy se vive en Europa "es la consecuencia del colonialismo. Ninguna potencia que haya colonizado está libre de eso. Ello genera conflictos de diversa índole; el crecimiento de la población de inmigrantes es mayor que el de los europeos, frente a eso puede haber reacciones democráticas u otras extremistas. Ni siquiera las naciones más democráticas están libres de eso. Son hechos terribles, pero ocurren muy rara vez", aseveró, ejemplificando su idea, con el atentado de 1986 que le costó la vida al primer ministro sueco, Olof Palme, quien fue atacado a disparos supuestamente por un ultraderechista sueco en plena calle en Estocolmo, cuando paseaba junto a su mujer y sin guardaespaldas por el centro de la capital sueca.