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Escuela de Arquitectura realizará primer seminario “Ciudad y calidad de vida”

Escuela de Arquitectura realizará primer seminario “Ciudad y calidad de vida”

  • Especialistas se reunirán el 5 y 6 de diciembre en el Plantel, para abordar temas como urbanismo, gobiernos locales y eficiencia energética.

Tres ejes temáticos darán vida a la primera versión del Seminario Ciudad y Calidad de Vida, organizado por la Escuela de Arquitectura del Plantel, en conjunto con la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio y la Vicerrectoría de investigación, Desarrollo e Innovación. Las jornadas se realizarán los días 5 y 6 de diciembre en dependencias del Citecamp.

El evento tiene por objetivo generar una instancia de intercambio, reflexiones y propuestas en torno a energías renovables y eficiencia energética, calidad de vida y sustentabilidad en entornos urbanos, y la importancia de la participación e incidencia ciudadana en los gobiernos locales.

La iniciativa surgió a partir de algunas líneas de investigación que se trabajan en la Escuela de Arquitectura. El Dr. Alexandre Carbonnel, integrante del comité organizador, señala que “la sustentabilidad, el diseño ambiental y la arquitectura enfocada al hábitat social y la ciudad siempre han estado presentes en la Escuela, el desafío surge en entender cómo hoy la mirada de la interdisciplinariedad, a partir de los diferentes actores involucrados (investigadores, autoridades, organizaciones civiles), re-define el concepto de calidad de vida en los entornos urbanos”.

El investigador explica que para el país es relevante enfrentar los desafíos socio-ambientales de la re-producción de la ciudad y los espacios urbanos, a partir de una mirada más integral.

El académico plantea que, actualmente, herramientas como la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) o la Nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), son instrumentos que dan un marco de acción para promover entornos y ciudades sustentables y resilientes, no obstante, no resuelven todos los aspectos asociados a este ámbito.

“La aplicación e interpretación de estos marcos dependerá, en gran medida, de la capacidad de los profesionales, autoridades y organizaciones civiles, para levantar información, aportar estudios e investigaciones complejas y soluciones contextualizadas dentro de ejes y temáticas como las planteadas en el seminario”, indica el académico.

Para el Dr. Carbonnel las expectativas de esta primera versión del seminario son altas, proyectando el trabajo a futuro. “La idea es poder institucionalizar el seminario de manera de realizarlo cada año o cada dos años, la siguiente edición será un llamado internacional a escala regional”, sentencia.

La actividad es gratuita y con cupos limitados, por lo que los interesados en participar pueden inscribirse en el sitio web oficial: http://ciudadycalidad.usach.cl, donde podrán revisar el programa y el nombre de los expositores, o directamente a través del correo ciudadycalidad@usach.cl

Estudiantes de Arquitectura diseñan moderno mirador turístico en Región de los Lagos

Estudiantes de Arquitectura diseñan moderno mirador turístico en Región de los Lagos

  • En los próximos días será inaugurado el mirador turístico Choroy Traiguén, de la comuna de San Juan de la Costa en la Región de Los Lagos, obra que fue diseñada por Cristina Varas, Paulina Romo y Eloísa Cisternas, durante su período de práctica. Las futuras arquitectas están orgullosas de haber contribuido al desarrollo turístico de esta zona y, con ello, al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, quienes en un 80 por ciento son mapuche-huilliches.

Felices y orgullosas están las estudiantes de quinto año de la Carrera de Arquitectura de la Universidad,  Paulina Romo, Eloísa Cisternas y Cristina Varas, porque el proyecto que diseñaron durante su práctica en la comuna de San Juan de la Costa, provincia de Osorno, está a punto de terminarse y próximamente se efectuará la recepción de la obra por parte de la Municipalidad.

Las jóvenes, que se han mantenido en contacto telefónico con los habitantes de la localidad, barajan la posibilidad de viajar para la ceremonia inaugural del Mirador Turístico Choroy Traiguén, y reencontrarse con la comunidad que las acogió durante el diseño del proyecto.

“Estamos contentas, queremos ir a verlo”, afirmó Paulina en una entrevista con este medio institucional, mientras su compañera Eloísa agregó que el alcalde de San Juan de la Costa, Bernardo Candia, se comprometió a avisarles cuando se realice la inauguración de la etapa inicial del proyecto. Esta fase comprende el término de las obras en el suelo, el pavimento y el hormigón que sostiene la pendiente donde está emplazado el mirador, cerca del borde costero y, tuvo un costo de $56 millones que la Municipalidad obtuvo a través de fondos regionales.

Del proyecto completo, aún falta la segunda etapa que abarca la integración del mobiliario, la zona de picnic y un baño, pero esta parte deberá esperar a que la Municipalidad cuente con recursos para implementarla. Pero este verano al menos, los vecinos de San Juan de la Costa podrán recibir con nueva infraestructura a los turistas.

Trabajo con la comunidad

Sin embargo, una vez entregada la primera etapa, el mirador estará disponible para la comunidad,  y para las futuras arquitectas es relevante este aspecto, porque cuando entregaron el proyecto al municipio, ignoraban si se llevaría o no a efecto, aunque sabían que para los habitantes era importante su habilitación.

“Surgió para darle un potencial turístico a la zona”, contó Eloísa Cisternas agregando que la idea era “darle identidad a la comuna y aprovechar este sector, que es un mirador natural”.

La comunidad de San Juan de la Costa está compuesta en un 80 por ciento por población mapuche-huilliche, que al inicio acogió con cierto recelo la idea, por lo que las jóvenes debieron validar socialmente el diseño. “Les gustó cuando les aclaramos que el fin era potenciar el turismo, porque muchos tenían restoranes de comidas típicas”, recordó Paulina Romo, y Cristina Varas acotó que “la gente se emocionó porque nos vieron preocupados por ellos como personas”.

Todo por hacer

“El trabajo que fuimos a hacer es súper valioso”, agregó Eloísa, y Cristina complementó explicando que la idea fue “insertar la imagen de los mapuche huilliche en el proyecto para que perteneciera a la comunidad y que ésta se reconociera y sintiera que se les estaba entregando un apoyo”.

Cristina indica que vivieron un crecimiento “enorme” por el aprendizaje a escala humana, “nunca habíamos trabajado para un mandante real. Este proyecto iba a afectar a la gente y tratamos de hacer lo mejor para ellos”.

Paulina Romo contó que la experiencia la inspiró y pretende volver a trabajar con un enfoque social en comunas vulnerables de nuestro país. “En el sur hay muchas oportunidades y en la Universidad de Santiago se recalca mucho el tema de la responsabilidad social del arquitecto. Y entonces, es más que ganar dinero, uno trabaja para satisfacer las necesidades de la gente y ayudar a quienes a veces ni siquiera tienen cubiertas sus necesidades básicas, como el agua potable. Con nuestro trabajo y haciendo lo que nos gusta, podemos cambiar mucho la calidad de vida de la gente”, relató.

Eloísa Cisternas está de acuerdo con esa visión: “En general uno está muy centrado en Santiago, y acá está muy limitado el campo de la arquitectura. Pero uno va al sur y es un mundo distinto, hay demasiadas cosas por hacer”.

Cristina Varas concluye indicando que hay mucho de ese aprendizaje que regresa con ellas a la Escuela de Arquitectura, especialmente las variables que no consideraron en el proyecto desde su visión de estudiantes y que, luego, enfrentadas al Chile real, debieron incorporar al trabajo y ahora es parte de su experiencia para compartir con sus compañeros.

Arquitectura celebra Día Mundial del Urbanismo invitando a repensar las ciudades

Arquitectura celebra Día Mundial del Urbanismo invitando a repensar las ciudades

  • El director de esta Unidad, Dr. Aldo Hidalgo, llamó a académicos, docentes y futuros arquitectos, a mirar la planificación urbana desde la perspectiva de los habitantes y no desde una visión desvinculada de la comunidad. Después del acto conmemorativo, autoridades y estudiantes plantaron especies arbóreas en el campus, con el fin de enriquecer los espacios abiertos de convivencia. Por su parte, arquitectas egresadas del Plantel destacaron el sello de la Escuela en la formación de profesionales con sensibilidad social, capacidad de trabajo, de resiliencia y esfuerzo permanente.

En el marco de las actividades programadas por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago para celebrar el Día del Urbanismo, que se conmemora mundialmente hoy vienes (8), el director de dicha unidad académica, Dr. Algo Hidalgo, levantó una visión crítica, invitando a repensar el sentido de la planificación urbana. “Cambiaría el concepto. Creo que el 8 de noviembre debería ser el día de la ciudad”, sostuvo.

Su opinión se relaciona con volver a mirar la planificación de la ciudad desde la perspectiva de las personas que la habitan y no desde una visión desvinculada de la comunidad.

“El urbanismo es una disciplina moderna que desde su aparición en España con el ordenamiento las ciudades, a fines del siglo XIX, comenzó a integrar herramientas de otras disciplinas, como la economía y la sociología, al punto que se ha transformado en un área para los estudiosos y no un instrumento de diseño de la ciudad”, arguye.

“La planificación no se puede hacer en base a estadísticas”, agrega el Dr. Hidalgo, explicando que “el urbanismo debería volver a leer lo que ocurre en la ciudad, y lo importante para esta Escuela es insistir en que los futuros arquitectos comprendan los fenómenos mismos, lo que está sucediendo con las personas en las ciudades. La ciudad es por excelencia nuestro campo de trabajo”.

Acacia y peumo

Ayer jueves (7), los estudiantes de tercer año del Taller de Arquitectura, junto a autoridades, profesores y egresados de la Escuela, plantaron dos especies arbóreas en uno de los parques al interior del campus de la Universidad: una acacia y un peumo, ésta última especie nativa de nuestro país.

Los árboles salieron de esquejes  o patillas de otros peumos y acacias que existen dentro del campus de la Universidad de Santiago, que totaliza 32 hectáreas con gran cantidad de áreas verdes donde la comunidad universitaria convive. La plantación se realizó frente al parque que comparten las escuelas de Arquitectura, Periodismo, Psicología, Filosofía, Educación y el Programa de Bachillerato, ubicado frente al edificio de la ex Escuela Normal José Abelardo Núñez (Metro U. de Santiago).

El académico Jonás Figueroa, titular del Taller de Arquitectura concluyó: “La idea es crear sensibilidad por el espacio público y por las especies vegetales, los árboles, que son nuestros socios ambientales y que mejoran el paisaje. Como Escuela de Arquitectura pretendemos que nuestros estudiantes tengan una alta sensibilidad por el espacio público y por la ciudad, para generar mundos nuevos y de mejor calidad”.

Entre leones

Dos arquitectas egresadas de la Universidad dieron una charla a los estudiantes para acercarlos a su quehacer profesional.

Yasna Zúñiga va a cumplir seis años en la Seremi de Vivienda como parte de un equipo que analiza y resuelve los proyectos de la Región Metropolitana. Ha visto muchos arquitectos formados en distintas instituciones, pero reconoce el sello forjado por su Escuela. 

“La Universidad de Santiago se caracteriza por enviar muchos profesionales a las regiones. Llegan a todas partes, a incluso a regiones extremas, y se han movido mucho, porque somos gente que no tiene contactos y que debe que construirse a sí misma. Y a partir de eso, hay muchos colegas que lo están haciendo muy bien, lo cual es un orgullo. Hay un dicho que tenemos entre nosotros, que es: ‘Entre leones nos entendemos’ y se está dando, porque se está construyendo una red de profesionales que conversamos y dialogamos directamente, hablando un mismo idioma. Los egresados de acá tienen un piso profesional de buen nivel”, dijo.

Sobre esas características, Yasna destaca la capacidad de trabajo, que en ocasiones es tres veces superior a la de otros profesionales, la adaptación el cambio, la sensibilidad social y la capacidad de reacción ante crisis. Ella misma descubrió su pasión en el servicio público cuando “me di cuenta que en el urbanismo, tu servicio se vuelve totalmente democrático, o sea, si plantas un árbol, lo haces para todos los ciudadanos. Ahí te das cuenta de que tus decisiones son útiles y eso es muy satisfactorio”.

Por su parte, Elisa González egresó el 2007 y junto a compañeros dio vida a un emprendimiento, “Nuestra empresa, Traza 3 Arquitectura, lleva cinco años  y trabajamos con revestimientos térmicos, sustentabilidad ambiental en viviendas y edificios, y también en proyectos de Arquitectura, pero a pequeña escala”, sostuvo y sobre las características que reconoce entre los egresados, subrayó la sensibilidad  y la resiliencia o fortaleza de espíritu para seguir adelante: “ser aperrados, trabajar mucho y no rendirse fácilmente, eso viene de la Escuela”.

Prensa de Osorno destaca ejemplar apoyo de estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago a comunidad local

Prensa de Osorno destaca ejemplar apoyo de estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago a comunidad local

Estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago están generando un positivo impacto en la Región de Los Lagos, con el trabajo que desarrollan desde enero en localidades costeras de esa zona. Los jóvenes han propuesto innovadores proyectos de infraestructura turística que buscan crear identidad territorial a través de la imagen arquitectónica local.

Recientemente el Diario Austral de Osorno destacó en sus páginas principales la propuesta de construcción de un mirador para la localidad Choroy Traiguén, en la comuna de San Juan de la Costa, un diseño de las estudiantes Cristina Varas, Paulina Romo y Eloísa Cisternas, que recibió el apoyo unánime de las autoridades locales y de la comunidad. (ver link).

Luego de recopilar antecedentes socioculturales de la zona, las jóvenes elaboraron el  diseño para el mirador turístico, que incluye elementos asociados a la cosmovisión mapuche-huilliche, como el kultrún y el guillatún, plasmados en la figura del círculo y  que representan el cosmos, la tierra y la familia.

En cuanto a materiales se propone utilizar los que existen en la zona y son trabajados por los artesanos, como la madera nativa, piedra laja, las tejuelas (con alta resistencia a la humedad) e incluso varas de colihues para la elaboración de sombrillas y accesorios del futuro mirador.

Para la estudiante Cristina Varas, en la construcción de esta estructura la intención es poner de relieve las raíces indígenas e ir creando identidad en los espacios públicos a través de la imagen arquitectónica. Estos aspectos se sumarán a la incorporación de señalética y de esculturas, que se instalarán en accesos y vías peatonales de Choroy Traiguén.

Se espera que el financiamiento para la obra provenga de fondos regionales asignados al municipio de San Juan de la Costa y que en abril de 21013 se inicien los trabajos de construcción. Tanto las autoridades como la comunidad tienen muchas expectativas con la instalación del mirador, al que ven como un nuevo atractivo para los turistas.

Portal y Anfiteatro

Al diseño del mirador se suman otros dos proyectos arquitectónicos elaborados por las estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago: el portal de acceso a la localidad de Puaucho y el diseño de un anfiteatro.

Cristina Varas explica que Puaucho es el lugar donde se concentran todos los edificios municipales (juzgado, centro de salud, escuela, biblioteca) por lo tanto el diseño del portal de acceso tiene especial relevancia por la imagen que se quiere proyectar del lugar. “Quisimos generar una zona que preste todos los servicios, tanto al visitante cotidiano como al turista, por lo que se crearon diversas áreas: información turística, venta artesanal, venta de comidas, estacionamientos, paraderos, servicios de Internet, entre otros)”.

Por último, el proyecto del anfiteatro consiste en la creación de un espacio público abierto en el borde costero -en la plaza central de Maicolpué- donde se podrán realizar las distintas actividades de verano. En el mismo sector, las estudiantes proponen darle un nuevo valor a los espacios aledaños, con el diseño de una oficina de turismo, paraderos y consolidación de áreas verdes.

Para Cristina Varas, el trabajo en la zona costera de Osorno “ha sido una grata experiencia. Nos hemos enfrentado a un escenario desconocido en términos socio-culturales, aquí las comunidades indígenas tienen una gran participación y nosotras hemos aprendido con ellas. Esto se lo debemos a   la formación  de la Escuela de Arquitectura de nuestra Universidad, que nos enseña a contextualizar nuestros proyectos y considerar a la comunidad para quienes trabajamos”, puntualizó la estudiante de Arquitectura.

 

 

Equipo Solar presenta avances de innovadora vivienda sustentable

Equipo Solar presenta avances de innovadora vivienda sustentable

  • Un grupo conformado por 32 estudiantes de Arquitectura e Ingeniería de nuestra Universidad diseñan un hogar sustentable de 120 metros cuadrados totales, denominado “Casa Temperie”, que busca generar interacción y equilibrio entre medioambiente y hogar. La construcción cuenta con un novedoso sistema invernadero para calefaccionar el inmueble, ampliación de espacios en verano y un sistema antisísmico. En la fotografía parte del equipo. 

 





En etapa de profundización y desarrollo se encuentra la “Casa Temperie”, proyecto ideado y construido como un prototipo escalable por el Equipo Solar de la Universidad de Santiago (ESUS), que actualmente participa como uno de los diez finalistas en el concurso Construye Solar 2017, organizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la ONG La Ruta Solar.

La competencia, que desarrolla su segunda versión, busca que estudiantes y profesionales de universidades de todo el país construyan viviendas sustentables de alta calidad, que tengan como eje central la calidad de vida de las familias vulnerables y logren poner a disposición de toda la población la tecnología asociada a la construcción sustentable bajo un presupuesto no superior a los $20 millones.

“Tomamos como desafío generar un ambiente habitable en un invernadero. Nuestra casa se llama Temperie porque significa atmósferas controladas. Incorporamos un émbolo con rieles que funciona con un sistema Full Space,  convirtiéndolo en un espacio multifuncional en verano y que se achica en invierno para disminuir los costos energéticos”, explica María Ignacia Lucares, estudiante de Arquitectura y coordinadora de redes del proyecto.

Tecnología de punta, sustentable y económica

Según definen los participantes, la Casa Temperie es un nuevo concepto de vivienda social, diseñada a partir de la búsqueda del equilibrio e interacción entre el medioambiente y el hogar, compuesta por una estructura modular industrializada de fácil montaje, un juego de envolventes adaptadas en un sistema invernadero junto con mecanismos que dan movimiento y ampliación de espacios según los cambios de estación.

Edith Díaz, estudiante y coordinadora de Arquitectura, explica que la vivienda cuenta con una configuración de termopaneles con un funcionamiento secreto en cuanto al efecto invernadero, controlando en ciertos espacios estratégicos la filtración de energía solar. Además, posee módulos de acero galvanizado, y revestimientos opacos que permiten montar la vivienda de 120 metros con espacios interiores y exteriores en sólo 3 días.

Para María Ignacia Lucares, estudiante de Arquitectura y encargada de comunicaciones “el proyecto es totalmente al estilo de la U de Santiago, es técnico y con consciencia social, en comparación con otros que se enfocan más en diseño. Apuntamos justo a las necesidades sociales, de manera más funcional y preocupados de sustentabilidad y medio ambiente”, asegura.

Pese a que los participantes ya han recibido ofertas de auspiciadores para construir la vivienda de algunas empresas, se encuentran analizando las propuestas más favorables.

Jorge Lobiano, director de la Escuela de Arquitectura, aseguró que se trata de un trabajo interdisciplinario que abarca a toda la Universidad y manifestó su felicidad por ser finalistas. “Tenemos una tradición como Escuela de participar en concursos y obtener los máximos resultados a nivel nacional, pero este es un concurso distinto, porque hay que pasar de los planos y maquetas a una construcción de gran envergadura”, indicó.

Equipo de trabajo y evaluación 

El equipo solar comenzó este proyecto en marzo del 2016, con un grupo original integrado por cinco alumnos de la Escuela de Arquitectura. Conforme avanzó la implementación de la maqueta, se sumaron otros diez alumnos de la misma Escuela y de Ingeniería, quienes gracias a la innovación de su proyecto lograron quedar entre los diez finalistas del concurso.

Actualmente el equipo integrado por 32 estudiantes de Arquitectura e Ingeniería y profesores de la Universidad de Santiago, se encuentra en la Etapa de Profundización y Desarrollo del proyecto, en donde preparan la próxima entrega de Manual, Planimetría, Informe Financiero y Dossier de Avance de Obra, que está fijada para el 10 de noviembre.

En ese contexto, durante la jornada que se llevará a cabo entre las 15:00 y las 18:00 horas en la sala Mida de la Escuela de Arquitectura, el equipo recibirá la visita del Jurado Multidisciplinario designado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la ONG Ruta Solar, quienes revisarán los avances del proyecto, lugar de trabajo y coordinación del equipo, así como parte de las calificaciones insertas en las bases, que en su conjunto suman un total de 1000 puntos.

Manuel Mellado, arquitecto y docente de nuestra Universidad, sostuvo que ha sido "un trabajo muy esforzado", y que el camino hacia la final "es un desafío, pero un honor por ser parte del proyecto. Las expectativas que tengo son grandes y esperamos estar a la altura de otros concursos que ha ganado nuestra Escuela", manifestó.
 

Entre 30 estudiantes de Arquitectura de todo el mundo: Futuro arquitecto del Plantel gana concurso en Europa con diseño para Filarmónica Checa

Entre 30 estudiantes de Arquitectura de todo el mundo: Futuro arquitecto del Plantel gana concurso en Europa con diseño para Filarmónica Checa

  • Rodrigo Vargas Vergara, quien cursa sexto año en nuestra Escuela de Arquitectura, diseñó la sala de conciertos para la Filarmónica Checa del Sur, superando a propuestas proveniente de todos los continentes.


 




El estudiante de sexto año de la Escuela de Arquitectura de la Corporación, Rodrigo Alexis Vargas Vergara, alcanzó el primer lugar en el concurso ModulArch 2016, que consistía en diseñar una sala de conciertos con capacidad para 1.000 personas para la Orquesta Filarmónica Checa del Sur, en la ciudad de České Budějovice, ubicada a unos 120 kilómetros al sur de la capital Praga.

Esta Orquesta fue creada en 1981 y además de interpretar la música de compositores clásicos y piezas apropiadas para lugares pequeños, Orquesta también dedica tiempo a la tendencia moderna de mezclar géneros y descubrir nuevas perspectivas de la presentación y la interpretación de la música.

En la competencia Rodrigo Vargas superó a una treintena de propuestas de arquitectos jóvenes de países de todo el mundo, particularmente de Europa y Asia, y de países como Francia, República Checa y Japón. El proyecto es parte del proceso de titulación de Rodrigo Vargas, por lo que deberá continuar desarrollándolo y perfeccionándolo hasta fin de año.

“En realidad fue un poco sorpresivo, aunque de todas maneras tenía confianza en la propuesta, porque estaba bien planteada. Esto te sube el ánimo, porque es un halago recibir este tipo de premios”, recalcó el estudiante de 25 años.

Respecto a qué lo motivó a participar en el concurso, que tenía como premio 2.500 euros (poco más de 1 millón 800 mil pesos chilenos), Rodrigo Vargas explicó que en gran medida se debe a su gusto por la buena música.

“El tema de la música fue lo que más me llamó la atención, que es un elemento que forma parte de la vida diaria, pero que se puede abordar desde un aspecto puntual desde el punto de vista arquitectónico”, destacó.

De acuerdo con el jurado, integrado por los arquitectos Jan Němec, de República Checa, la holandesa Caroline Bijvoet y el italiano Joseph di Pasquale -quien asumió la presidencia-, el diseño de Rodrigo Vargas fue muy bien presentado y se inspiró en el plano de distribución histórica de la ciudad de České Budějovice.

Rodrigo Vargas agrega que como la disposición -o layout- arquitectónica de la ciudad checa, fundada en la época medieval, contemplaba murallas a su alrededor, estos fueron aspectos clave y sirvieron como referente para la propuesta respecto al terreno designado para la eventual construcción de la sala.

“Entonces usando la tecnología modular, que eran los containers o módulos, también se propuso una especie de muro junto a la sala, en el cual se pueden apreciar todos los programas que son complementarios a las actividades de la sala de conciertos, la que a su vez, queda protegida por este muro”, señaló el futuro arquitecto.

Cabe consignar que el concurso fue organizado por la empresa checa Koma, especialista en containers y módulos para el uso arquitectónico.

La importancia de la formación

Respecto al rol del Plantel en esta exitosa travesía, Rodrigo Vargas enfatiza que la formación es relevante.

“La Universidad y la Escuela tienen un papel relevante porque a fin de cuentas este resultado es gracias a la formación y al apoyo de los profesores. Además, hay una continuidad en los procesos, en los tiempos de trabajo y en la metodología”, subrayó.

Rodrigo Vargas, que ha vivido toda su vida en Colina, ingresó a la Escuela de Arquitectura en 2011 tras egresar un par de años antes del Liceo Industrial Chileno Alemán de Ñuñoa. “Trabajé dos años luego de hacer mi práctica de estudiante de electrónica, con el dinero me pagué el primer año de universidad y luego obtuve la Beca Bicentenario”, señaló orgulloso.

Ya en 2015, el joven estudiante precisa que participó en un concurso a nivel nacional organizado por Corma (Corporación Chilena de la Madera), con otros dos compañeros de carrera, como parte del plan de estudios de la Escuela. Obtuvieron una mención honrosa.

“Consistía abordar las viviendas colectivas. Diseñamos una vivienda modular que respondía a una situación de emergencia, emplazada en el norte, y construida de madera tomando en consideración todas las eventualidades que ocurrieron en esa zona del país, como los aludes y movimientos sísmicos de los últimos años”, puntualizó.

Con este concurso acumuló una importante experiencia en arquitectura modular y fue fundamental para el desarrollo del diseño de la sala de conciertos, con la sola excepción que ahora el material de los containers y módulos era acero y no madera.

Continuidad en los procesos

El académico de la Escuela de Arquitectura, y gran responsable del éxito de Rodrigo Vargas, profesor Rodrigo Aguilar Pérez, indicó que en una primera etapa se incluyó el taller de concursos -a escala nacional- dentro de la malla curricular de la carrera para estudiantes de quinto año.

“Pero hace tres años se decidió darle continuidad a este taller enfocándolo a estudiantes de sexto año en proceso de titulación, pero en concursos de carácter Latinoamericano o internacional”, comentó.

El objetivo, destaca el arquitecto, es que “alentamos a los estudiantes a que desarrollen un proyecto de diseño arquitectónico con el cual ellos se titulan, pero que además ese proyecto sea objeto de una convocatoria de concursos dirigidos a arquitectos jóvenes, recién titulados o egresados”. Aspecto que también confirma el co-profesor del taller, Pablo Montecinos.

Rodrigo Vargas por su parte, destaca que participar en el concurso de 2015 fue un precedente para después trabajar en solitario y para desarrollarse en el futuro en el área de la arquitectura que más le gusta.

“A mí lo que me llama más la atención es el tema de la construcción, estar ahí, in situ, en obras. Pero obviamente el diseño abarca muchos aspectos y hay que tratar de estar insertado en cada uno de ellos”, puntualizó.

La premiación será los últimos días de julio y para que la propuesta de Rodrigo Vargas se concrete y sea una realidad, la firma Checa Koma deberá recaudar los fondos para la construcción del edificio.
 

Jorge Lobiano Yaber comienza su tercer año como líder máximo de esta Escuela: Director de Arquitectura plantea sus desafíos para el año académico 2017

Jorge Lobiano Yaber comienza su tercer año como líder máximo de esta Escuela: Director de Arquitectura plantea sus desafíos para el año académico 2017

  • Con 20 años de trayectoria en el Plantel y en su último año al frente de esta Escuela, el académico espera consolidar su destacada labor con la presentación en abril al Consejo Académico y Directivo de la propuesta de creación de una Facultad de Arquitectura, dedicada a formar a profesionales en diversos grados, incluidos el técnico y doctorado.

 


Con cuatro desafíos clave asumió el liderazgo de la Carrera en agosto de 2015 el arquitecto Jorge Lobiano Yaber, quien hace 20 años se incorporó al Plantel asumiendo labores profesionales de docencia en el área de tecnología y diseño.

A pocos meses de finalizar su periodo de dos años como director de la Escuela, el académico saca cuentas positivas de su gestión: con ya 1000 profesionales egresados y más de 400 estudiantes matriculados, están dispuestos a asumir la creación de la Facultad de Arquitectura de la U. de Santiago.

“Nuestro núcleo disciplinar es el diseño y nosotros queremos aportar a la Universidad como Facultad en esta área, ser una plataforma para la investigación aplicada, aportar al país desarrollando una cultura manufacturera. Nosotros tenemos una relación directa con el país, rescatando lo que fue la Escuela de Artes y Oficios y la Universidad Técnica del Estado, con un compromiso tecnológico y, por otro lado social, que es hacia donde dirigimos nuestros esfuerzos”, sostiene el director.

Desafíos asumidos por la actual dirección

Tras resultar electo como director de la Escuela de Arquitectura, el académico junto a su equipo directivo asumieron cuatro desafíos: acreditar la Carrera; acreditar el Magíster Integrado en Diseño Arquitectónico (MIDA); mejorar la infraestructura y equipamiento; y consolidar la creación de una Facultad de Arquitectura.

“Nuestro primer desafío fue acreditar el Mida. Tras finalizar el proceso de autoevaluación y gestionar la visita de pares, nos informaron que fuimos acreditados por tres años”, explica el director.

El segundo desafío asumido por la dirección fue acreditar la carrera de Arquitectura, que ya contaba con dicha certificación por un periodo de cuatro años, luego cinco años y durante este verano se informó a la Unidad Académica que fue acreditada por seis años.

El tercer desafío se basó “en un área débil de la Escuela”, según los procesos de acreditación, la que se circunscribe a infraestructura y equipamiento. Para mejorar las observaciones, la dirección invirtió 75 millones de pesos provenientes de proyectos internos, cursos, premiaciones y donaciones, con el fin de mejorar el taller-fábrica, considerado como el motor de la Escuela, al ser el lugar donde se realizan trabajos experimentales.

Así también con un monto de 250 millones de pesos provenientes de fondos institucionales, la actual dirección remodeló el auditorio de la Carrera, espacio que sufrió graves daños tras el terremoto del 2015 y que gracias a las modificaciones que terminarían en marzo, podría convertirse en uno de los recintos pedagógicos más modernos del país. La remodelación considera la  incorporación de baños, camarines con agua caliente, redes eléctricas y espacios para potenciar la formación experimental del estudiante.

Como cuarto desafío la dirección asumió la consolidación de una Facultad de Arquitectura, propuesta que será presentada en abril al Consejo Académico y Directivo, tras cumplir las tres condiciones anteriores.

El director Lobiano explica que “la Carrera desde sus inicios depende de la Vicerrectoría Académica, siendo desde entonces un anhelo de la Unidad  constituirse como Facultad. El asunto es que una Facultad no se hace sólo para tener un decano y más funcionarios, sino porque se quiere aportar algo a la Universidad y al país. Entonces la palabra Facultad nos impone un desafío importante, en cuanto a esta estructura y este desarrollo vertical de la disciplina”, sostiene.

Trayectoria del arquitecto

El arquitecto Jorge Lobiano es casado y tiene tres hijos. Proveniente de Vallenar, es hijo de inmigrantes, padre italiano y madre libanesa. Comienza sus estudios de Arquitectura en 1984 en la Universidad del Bio Bio, una de las cinco Escuelas de Arquitectura existentes en ese entonces en el país.

Tras terminar sus estudios universitarios, regresa a su ciudad natal por cinco años a desarrollar proyectos de carácter público a modo de retribución, entre ellos, el emblemático paseo ribereño, con el que transformó un basural a orillas del río Huasco en un Parque Urbano, obteniendo una serie de premios regionales, nacionales y latinoamericanos.

Por problemas de salud de un hijo, se traslada a Santiago, donde es invitado por la Universidad de Santiago para desempeñarse en la Escuela de Arquitectura. Desde entonces ha sido profesor del área tecnológica y diseño, profesor  de talleres de primero y tercer año, y actualmente desempeña labores administrativas, manteniendo la docencia con estudiantes de título.

Modelo pedagógico inclusivo

Según describe el director, entre los hitos que destacan a la Escuela de Arquitectura y que han tenido un fuerte impacto a nivel nacional, se encuentra la consolidación de cuatro modos pedagógicos: participación en concursos, prácticas profesionales, movilidad estudiantil y Aprendizaje + Servicio.

Entre los modos pedagógicos, la participación en concursos como CAP, Corma, Electrolux y Abrilar, ha consolidado la figura de la Escuela en los últimos años, obteniendo importantes reconocimientos, tanto a nivel nacional como latinoamericano. En palabras del director Lobiano, “esto crea un ambiente colateral, un poco competitivo, pero genera que nuestros estudiantes puedan ser medidos de forma anónima por pares y eso es mejor que cualquier acreditación, ya que nuestros estudiantes proponen soluciones desde adentro”, sostiene.

En cuanto a las prácticas profesionales, el director sostiene que todos los estudiantes tienen la oportunidad de demostrar sus conocimientos en municipios vulnerables a lo largo del país, trabajando en proyectos que las distintas ciudades pueden utilizar para obtener financiamiento.

El tercer modo pedagógico corresponde a movilidad estudiantil, en donde según las cifras de la Escuela, 60 estudiantes han realizado intercambios en el extranjero, y 100 estudiantes han conocido la experiencia de la U. de Santiago.

Y por último, el académico resalta el modo Aprendizaje + Servicio que se imparte en el Plantel y que fue implementado también por la Carrera, práctica pedagógica que se realiza como un servicio solidario desarrollado por estudiantes para atender necesidades reales y  efectivamente sentidas de una comunidad.

Sello orientado a una cultura manufacturera

Un desafío a largo plazo que se ha propuesto el actual director junto al equipo académico de la Carrera es consolidar un sello con una cultura manufacturera, que ha comenzado integrando una red de trabajo con una pyme del barrio.

“En universidades tecnológicas, uno se encuentra con que en su perímetro está lleno de talleres de acero, madera, plástico, fibra de carbono, mecánica, electricidad, etc., que le prestan servicio a las investigaciones de los estudiantes y los profesores. Si uno va a la calle Ecuador sólo ve fotocopiadoras, lo que es un indicador. Quiere decir que gran parte de los trabajos son documentos. Eso lo queremos cambiar, queremos desarrollar una cultura manufacturera con nuestros estudiantes desde el primer día de clases”, explica el profesor.

Según explica el director, el rol social de la Universidad es la base de la carrera, es así como iniciaron el primer curso -taller vespertino de diseño y fabricación de muebles en madera para un grupo de inmigrantes haitianos, ya que debido a su condición de refugiados y su cercanía territorial con la U. de Santiago, la Escuela les enseña a construir su mobiliario básico para su primera residencia en Chile.

“Nuestra diferencia está en este acento tecnológico y social, es una cualidad transversal en la malla, es un sello, por eso tenemos tantos egresados en servicios públicos, algunos emprendiendo en el área de construcción, en oficinas de arquitectura, y no pocos trabajando en el extranjero. En los últimos años hemos incursionado en la industria, que es hacia donde ésta dirección quiere poner su foco, tenemos profesionales trabajando en fábricas de componentes y de arquitectura prefabricada e industrializada, cada vez más nos hacemos cargo del proyecto país”, finaliza el director Lobiano.

Futuras arquitectas ganan certamen Abrilar 2016 con proyecto social sustentable

Futuras arquitectas ganan certamen Abrilar 2016 con proyecto social sustentable

  • Utilizando como base el modelo de una vivienda social chilena que no superase los 60 metros cuadrados, las estudiantes de la Carrera de Arquitectura Daniela Arias Antipe y Victoria Norambuena Navarrete, obtuvieron el primer lugar en la tercera versión del concurso organizado por la empresa farmacéutica Pharma Investi y patrocinado por el Colegio de Arquitectos.

 




Un equipamiento básico de vestuario y baños junto a una multi-cancha vecinal o de barrio, que tenga asociado un espacio exterior informal, de convivencia o reunión en torno a la actividad deportiva permitiendo fortalecer el tejido social de la comunidad vecinal, fue el objetivo de la tercera versión del certamen Premio Abrilar Sustentable, promovido y financiado por la empresa farmacéutica Pharma Investi, con el patrocinio del Colegio de Arquitectos.

En decisión unánime del jurado, el primer lugar lo obtuvo el equipo de nuestra casa de estudios integrado por Daniela Arias Antipe y Victoria Norambuena Navarrete, bajo la guía del profesor Oscar Luengo, quienes presentaron el anteproyecto “Pabellón Comunitario R3 para la comuna de La Pintana”.

“Lo llamamos así porque nuestra planta arquitectónica era reversible, replicable y reciclable, y nuestra idea de crear un pabellón era generar una plaza cubierta que tuviera servicios, baños, disponibilidad de agua para la gente, un espacio que fuera acogedor, y tuviera una infraestructura adecuada para un lugar vulnerable”, explica la estudiante de magíster Integrado en Diseño Arquitectónico, Victoria Normabuena.

Razones constructivas

En su tercera versión, el concurso solicitó la creación de un camarín para multicanchas utilizando materiales reciclables y que se emplazara en un lugar vulnerable. Fue así como luego de analizar los tipos y cantidad de blocks existentes en la Región Metropolitana y la cantidad de áreas verdes por persona el equipo eligió la comuna de La Pintana.

“El block condiciona mucho la forma de vida, si tienes el cumpleaños de tu hijo no puedes invitar a 30 personas. Nos fijamos también que este tipo de vivienda tiene muy asociada la existencia de canchas, por eso dijimos que debía tener camarines y tener la capacidad de ser reversible. Queríamos entregar algo digno, que cambiara el paradigma que tienen los barrios vulnerables”, explica la tesista de Arquitectura, Daniela Arias.

Según describen las estudiantes, la planta arquitectónica del anteproyecto cuenta con dos núcleos de servicios para duchas y baños. Además posee la cancha, un área para el árbitro, bodegas, repisas y espacios multifuncionales que pueden ser desplazados con las manos gracias a rieles en el piso, permitiendo que se adecúen a las necesidades de los usuarios.

En cuanto a los materiales utilizados, el equipo basó el diseño en gaviones de piedras, con los que crearon los núcleos y partes estructurales de la maqueta. Mientras que para envolver y generar los centros reversibles o movibles, seleccionaron pallets de madera que permitieron la construcción de muros livianos.

Rol social del plantel

El jurado, seleccionado por la empresa farmacéutica Pharma Investi, otorgó en decisión unánime el primer lugar al ante-proyecto Pabellón Comunitario por contar con todos los requisitos solicitados, insertando el espacio público al tejido social de las viviendas, sin resguardar el proyecto. “Nuestra idea fue que la comunidad se sienta parte de él y no ajena, al estar cerrado con rejas como otros proyectos”, explica Daniela Arias.

En cuanto a las habilidades empleadas durante la ejecución del proyecto, la estudiante Victoria Norambuena sostiene que “la Universidad de Santiago en si es bastante enfocada en lo social y muy industrial. Siempre está a la vanguardia en tecnología pero no pierde el foco social, entonces hemos adquirido las herramientas durante estos años para poder realizar un proyecto con estas características. Incluso realizamos nuestras prácticas en comunas vulnerables a lo largo del país, en donde se conocen realidades muy distintas a la de Santiago”, indica.

Para Daniela Arias el objetivo primordial de los arquitectos es pensar en el futuro, “como profesionales tenemos muchas opciones de trabajo, pero lo que sí o sí debemos hacer es pensar en el futuro, y el futuro es el cuidado del Medio ambiente. Quizás con cosas muy simples como reconfigurar un pallet de madera podemos innovar en un proyecto que sea estéticamente bonito y que funcione, demostrando que lo reciclado no es feo”, indica.

El premio del primer lugar es de 5 millones de pesos, de los cuales 3 millones y medio serán para las estudiantes, y 1 millón y medio será destinado a la Escuela de Arquitectura para fortalecer su infraestructura. 
 

Connotada revista italiana divulga artículo de académico de nuestra Escuela de Arquitectura

Connotada revista italiana divulga artículo de académico de nuestra Escuela de Arquitectura

  • En un número también editado en español, la revista italiana “L'Industria delle Costruzioni”, examina los temas centrales de la arquitectura contemporánea y la transformación urbana en Chile, en donde el arquitecto y académico del Plantel, Dr. Aldo Hidalgo Hermosilla, explica las razones que llevaron a construir el casco histórico de Santiago.

 




Debido al interés del comité editorial de la revista italiana “L'Industria delle Costruzioni” en la calidad de la arquitectura chilena de los últimos 10 años, la estudiante de doctorado Erika Maresca, quien realizaba una pasantía en el Plantel y era integrante del equipo, decidió profundizar en la relación entre la arquitectura y las condiciones ambientales que se manifiestan en las estructuras del país.

Fue así como invitó a colaborar al Dr. en Filosofía Aldo Hidalgo Hermosilla, académico de la Facultad de Arquitectura, quien fue su tutor durante su pasantía en la U. de Santiago, y dedicó un capítulo exclusivo de la revista a explicar las razones constructivas que llevaron a edificar el centro de Santiago.

“A mí me parece valorable que se conozca la arquitectura de Chile, como un país que  está produciendo este tipo de cosas, especialmente para nuestros estudiantes, ya que pueden ver una proyección a través de la publicación de estos artículos, en donde se puedan motivar a seguir en la misma línea”, sostiene el académico.

Cercanía del plantel con Roma

Tras la visita de un equipo de docentes y alumnos de la Universidad de la Sapienza de Roma, a la escuela de Arquitectura de la U. de Santiago y otras Universidades del país, la Casa de Estudios extranjera comenzó un convenio de movilidad estudiantil con nuestra institución, lo que permitió a estudiantes de pregrado y postgrado del país europeo interiorizarse en la cultura chilena.

Entre los interesados, la estudiante de doctorado en Arquitectura, Erika Maresca decidió realizar una pasantía de un año en la Universidad de Santiago, periodo en que conoció la historia de distintas construcciones a nivel nacional.

Según explica el académico, "mientras fui director, intensifiqué las relaciones con profesores de Roma, quienes con un grupo de alumnos vinieron a Chile y les encantó la Escuela. Luego de hacer un convenio, una estudiante de doctorado que realizó su pasantía en la U. de Santiago se interesó por la arquitectura chilena".

Fue así como la tesista comenzó junto al equipo editorial de la revista italiana un trabajo de recopilación de la historia arquitectónica en Arica, Valparaíso, Santiago, Panguipulli y Valdivia, que en conjunto serían parte de la edición final de la revista en su versión número 449, escrita en italiano e inglés.

Opinión de la U. de Santiago

Como parte de los artículos introductorios a la revista, el equipo editorial solicitó al académico del plantel Aldo Hidalgo, referirse a las razones arquitectónicas para construir el centro de Santiago.

En una extensión de 8 planas, el arquitecto resalta el valor de las pre-existencias, que según explica “tiene que ver con las huellas, la memoria de lo que fue antes la historia, y de ahí el arquitecto toma ideas para volverlo contemporáneo. Además se resalta la respuesta a la geografía de parte de la arquitectura, y a estos cambios de distintos paisajes y clima”, sostiene.

Tras investigar sobre la historia prehispánica del centro de Santiago, el arquitecto explica el ordenamiento de la capital en base a las huellas de construcciones incaicas, que construyeron sus espacios interiores rodeados de los ríos y el cerro que les otorgaban un sentido de protección. Según argumenta el académico, “esa idea de interioridad se va haciendo cada vez más pequeña, hasta llegar a las galerías de Santiago”.

El texto en italiano fue corregido por el académico Rosario Magro, mientras que las fotos corresponden a Alvaro Gueny y aportes gráficos de Rodrigo Aguilar, todos docentes de la Escuela de Arquitectura.

Sobre la prestigiosa publicación, el académico Aldo Hidalgo asegura que este tipo de colaboraciones deben incentivar a los alumnos del Plantel, quienes ya han ganado importantes concursos internacionales. 

“Tienen que ser fieles a nuestro perfil académico; ser fiel a ese planteamiento que hay problemas sociales a los que se debe responder, que hay un contexto que fija un modo de habitar que es distinto a los italianos, distinto al de los argentinos, ese modo de habitar tiene que ser recogido en el proyecto y debe estar ligado al paisaje geográfico, y aportar desde nuestra disciplina”, explica. 
 

Prensa de Osorno destaca ejemplar apoyo de estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago a comunidad local

Prensa de Osorno destaca ejemplar apoyo de estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago a comunidad local

Estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago están generando un positivo impacto en la Región de Los Lagos, con el trabajo que desarrollan desde enero en localidades costeras de esa zona. Los jóvenes han propuesto innovadores proyectos de infraestructura turística que buscan crear identidad territorial a través de la imagen arquitectónica local.

Recientemente el Diario Austral de Osorno destacó en sus páginas principales la propuesta de construcción de un mirador para la localidad Choroy Traiguén, en la comuna de San Juan de la Costa, un diseño de las estudiantes Cristina Varas, Paulina Romo y Eloísa Cisternas, que recibió el apoyo unánime de las autoridades locales y de la comunidad. (ver link).

Luego de recopilar antecedentes socioculturales de la zona, las jóvenes elaboraron el  diseño para el mirador turístico, que incluye elementos asociados a la cosmovisión mapuche-huilliche, como el kultrún y el guillatún, plasmados en la figura del círculo y  que representan el cosmos, la tierra y la familia.

En cuanto a materiales se propone utilizar los que existen en la zona y son trabajados por los artesanos, como la madera nativa, piedra laja, las tejuelas (con alta resistencia a la humedad) e incluso varas de colihues para la elaboración de sombrillas y accesorios del futuro mirador.

Para la estudiante Cristina Varas, en la construcción de esta estructura la intención es poner de relieve las raíces indígenas e ir creando identidad en los espacios públicos a través de la imagen arquitectónica. Estos aspectos se sumarán a la incorporación de señalética y de esculturas, que se instalarán en accesos y vías peatonales de Choroy Traiguén.

Se espera que el financiamiento para la obra provenga de fondos regionales asignados al municipio de San Juan de la Costa y que en abril de 21013 se inicien los trabajos de construcción. Tanto las autoridades como la comunidad tienen muchas expectativas con la instalación del mirador, al que ven como un nuevo atractivo para los turistas.

Portal y Anfiteatro

Al diseño del mirador se suman otros dos proyectos arquitectónicos elaborados por las estudiantes de Arquitectura de la U. de Santiago: el portal de acceso a la localidad de Puaucho y el diseño de un anfiteatro.

Cristina Varas explica que Puaucho es el lugar donde se concentran todos los edificios municipales (juzgado, centro de salud, escuela, biblioteca) por lo tanto el diseño del portal de acceso tiene especial relevancia por la imagen que se quiere proyectar del lugar. “Quisimos generar una zona que preste todos los servicios, tanto al visitante cotidiano como al turista, por lo que se crearon diversas áreas: información turística, venta artesanal, venta de comidas, estacionamientos, paraderos, servicios de Internet, entre otros)”.

Por último, el proyecto del anfiteatro consiste en la creación de un espacio público abierto en el borde costero -en la plaza central de Maicolpué- donde se podrán realizar las distintas actividades de verano. En el mismo sector, las estudiantes proponen darle un nuevo valor a los espacios aledaños, con el diseño de una oficina de turismo, paraderos y consolidación de áreas verdes.

Para Cristina Varas, el trabajo en la zona costera de Osorno “ha sido una grata experiencia. Nos hemos enfrentado a un escenario desconocido en términos socio-culturales, aquí las comunidades indígenas tienen una gran participación y nosotras hemos aprendido con ellas. Esto se lo debemos a   la formación  de la Escuela de Arquitectura de nuestra Universidad, que nos enseña a contextualizar nuestros proyectos y considerar a la comunidad para quienes trabajamos”, puntualizó la estudiante de Arquitectura.

 

 

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