Equipo interdisciplinario de la Universidad de Santiago

Plantel desarrolla innovador modelo pedagógico para la Región de Los Lagos

A través de una propuesta elaborada a partir de las características de esta zona del país, académicos de nuestra Universidad llevan a cabo un proyecto que establece comunidades de aprendizaje donde confluyen el sector productivo, la educación y la sociedad. El objetivo es que los estudiantes puedan enfrentar de mejor manera los desafíos económicos, sociales y ambientales de las próximas décadas. En la fotografía, parte del grupo de trabajo.
"La escuela se visualizará como una plataforma articuladora entre la formación de alumnos proactivos, conscientes y especializados en las problemáticas de la zona, y el sector productivo, entendiéndose este último no solo como grandes empresas salmoneras, sino por el contrario, como una red donde se consideran los micro y pequeños empresarios, así como asociaciones y organizamos civiles del sector turístico y comercial", comenta Alexandre Carbonnel, académico de la Escuela de Arquitectura y co-director del proyecto.

Tras adjudicarse recursos de Innova Chile de Corfo, un equipo interdisciplinario de la Universidad de Santiago de Chile trabaja en una propuesta para transformar las escuelas rurales en comunidades de aprendizaje para mejorar la sustentabilidad territorial en la región de Los Lagos, ejecución que se extenderá por 15 meses para entregar una propuesta pedagógica integral, que permita reducir la deserción escolar de la zona. El beneficiario, en esta primera etapa, será el Colegio Sagrada Familia de Hornopiren, ubicado en la provincia de Palena, por tener un modelo educativo que demuestra interés hacia la formación de jóvenes líderes y con identidad por el territorio.

La Dra. Carla Hernández, académica del Departamento de Física y quien dirige este proyecto, señala que el problema de la estandarización en la educación a nivel país dificulta una contextualización real de los aprendizajes y, por ende, la transferencia del conocimiento como aporte a la vida cotidiana, generando desinterés y desmotivación en los jóvenes.

“En el caso particular de las ciencias experimentales, un agravante a este problema lo constituye el hecho de que los contenidos científicos a enseñar se presenten ajenos a la realidad, a través de estrategias que promueven un aprendizaje de tipo dogmático más que una adquisición de conocimiento para la vida”, explica la docente.

Por otra parte, según detalla la Dra. Hernández, la diversidad de contextos socioculturales a nivel país requiere una educación que reconozca las diferencias existentes en las necesidades y problemas de las comunidades para que el conocimiento científico sea útil, aplicable y transferible, añadiendo que “las problemáticas medioambientales que hoy en afectan a la Región de Los Lagos requieren que las nuevas generaciones se hagan conscientes y responsables de ellas, sin embargo, el sistema educativo actual no entrega espacios para que los estudiantes se empoderen del conocimiento adquirido en la escuela y lo utilicen en su vida cotidiana”.

 

Modelo pedagógico contextualizado

 

La propuesta del equipo de trabajo es desarrollar un prototipo de innovación social que consiste en un modelo pedagógico contextualizado territorialmente que creará valor para la sociedad al potenciar a los estudiantes como futuros sujetos de cambio, generando  vínculos entre el sector académico y productivo de la zona, facilitando colaboraciones entre escuelas, comunidad y empresas.

La comunidad se involucrará desde la co-creación del prototipo, ya que las problemáticas a abordar en el aula surgen desde las necesidades e intereses de las familias y vecinos de la escuela.  Por otra parte, se incorpora al sector productivo en el proceso formativo como parte del entorno del estudiante para contribuir en la formación de capital humano consciente del potencial que tiene su  territorio local.

“En ese sentido,  el proyecto busca cambiar el vínculo entre educación y empresa como mero prestador de prácticas profesional, hacia una comunidad de aprendizaje donde los contenidos científicos sean explorados desde las prácticas productivas, algunos ejemplos de esto en la zona son: la apicultura, la pesca artesanal e industrial y el turismo de interés natural entre otros.  Finalmente, la escuela se visualizará como una plataforma articuladora entre la formación de alumnos proactivos, conscientes y especializados en las problemáticas de la zona, y el sector productivo, entendiéndose este último no solo como grandes empresas salmoneras, sino por el contrario, como una red donde se consideran los micro y pequeños empresarios, así como asociaciones y organizamos civiles del sector turístico y comercial”, comenta Alexandre Carbonnel, académico de la Escuela de Arquitectura y co-director del proyecto.

 

Repercusión y alcances del estudio

 

Con el apoyo de las autoridades de educación tanto locales y regionales, esperan que el prototipo pueda ser escalable y replicable en otras comunidades y contextos del país. La investigación dará cuenta de los desafíos y potencial que tiene la vinculación entre la escuela, la comunidad y el sector productivo de la zona donde se encuentra inserta.

Además, por la importancia que tiene para el Ministerio de Educación la contextualización de los aprendizajes, el presente proyecto aportará evidencia del tipo de actividades que se puede llevar a cabo para que la formación de capital humano en el país sea vinculante con el desarrollo social a nivel local. Actualmente, el equipo de Currículum del MINEDUC mostró interés en el modelo de innovación social que se está protipando y se están formalizando apoyos futuros.

 

Equipo interdisciplinario

 

Uno de los elementos diferenciadores del proyecto ha sido la conformación interdisciplinaria del equipo ejecutor que cuenta con la participación de diferentes especialistas en temas de medio ambiente, educación e innovación. El proyecto es liderado por los académicos Carla Hernández del Departamento de Física, como especialista en Enseñanza de las Ciencias y el Dr. Alexandre Carbonnel de la Escuela de Arquitectura, quien es especialista en desarrollo y sustentabilidad local.

Junto a ellos, como asesora de innovación social participa la MBA Bárbara Silva, quien es comunicadora social especializada en emprendimiento y desarrollo de liderazgo y el licenciado Raúl Labraña, quien es sociólogo de la Universidad de Los Lagos y se desempeña como coordinador territorial en la X región. También contarán con asesoría internacional a cargo de la Dra. Ana María Osorio, académica de la Universidad Estadual Paulista de Sao Paulo (UNESP) con experiencia en Aprendizaje basado en Proyectos para la escuela.

Autor: 
Valeria Osorio Ureta