Los escolares chilenos de primero a sexto básico pasan dos meses más en clases que sus pares de otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Así lo concluye el informe ‘Education at a Glance 2018’, que evalúa la inversión realizada a nivel preescolar.
Para el experto en educación y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Jaime Retamal, el dato que entrega el organismo internacional revela que tanto chilenos como daneses son los que más tiempo pasan en el aula, lo que hace urgente una discusión en el Congreso sobre el uso del tiempo escolar en los establecimientos de educación primaria del país.
“Llegó la hora de evaluar la Jornada Escolar Completa (JEC) y, en general, repensar el uso del tiempo escolar”, afirma el doctor en ciencias de la educación. “Debiera discutirse y evaluarse en el Congreso, teniendo a la mano indicadores para medir el verdadero impacto de esta y reformularla, así como la normativa que regula las seis horas de libre disposición y la ley de aseguramiento de la calidad, a fin de pensar sistémicamente el uso del tiempo escolar”, insiste.
De acuerdo al informe de la OCDE, los estudiantes chilenos están 1.039 horas en clases al año y 6.233 horas en seis, en contraste con el promedio anual de la OCDE, de 799 y en un sexenio, de 4.620. Es decir, los connacionales están 67 días más que sus pares en el colegio, en circunstancias que en la última PISA se situaron por debajo de la media de las naciones desarrolladas y con una brecha de aprendizajes de tres años en comparación a Singapur.
“Los escolares que pasan menos tiempo en los establecimientos escolares de toda la OCDE son de Finlandia. Es sumamente interesante hacer esa comparación, porque descubrimos de inmediato que el problema del tiempo escolar nunca ha sido pensado”, afirma el académico del Departamento de Educación del plantel estatal, en alusión a los buenos indicadores que ostenta el país europeo en materia educativa.
“El problema es cómo usamos el tiempo para favorecer los aprendizajes de los estudiantes y cómo hacemos para que el tiempo escolar sea efectivamente significativo para ellos”, subraya el experto en gestión de la calidad educativa. “La JEC no ha dado los resultados que se esperaban y padres, directores, profesores y estudiantes reclaman constantemente que el tiempo lo usan para prepararse para pruebas estandarizadas. Eso es muy negativo, porque nos dice que el sistema sigue entendiendo calidad educacional como el resultado de una prueba de estas características”, critica.
Finalmente, el especialista en clima y convivencia escolar recalca que países como Estados Unidos, España, Francia han impulsado reformas para intervenir el tiempo y el ritmo de los estudiantes, a fin de favorecer sus aprendizajes, lo que contrasta con la experiencia nacional, donde se ha producido una acumulación cuantitativa de tiempo.
“Las escuelas deben replantearse el uso del tiempo y cómo se usa: si para reforzar una asignatura determinada o para producir otros aprendizajes; si utilizamos ese tiempo para producir resultados, prepararnos para la PSU o descubrir otras realidades y hacer acciones, como visitas guiadas”, concluye.
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El especialista en educación y académico de la Universidad de Santiago, Dr. Jaime Retamal, afirma que el documento, que concluye que los estudiantes de básica de Chile son los que más tiempo pasan en las escuelas, motiva una discusión inmediata en el Congreso sobre los resultados de la JEC. De acuerdo a la prueba PISA, los connacionales están por debajo de la media de países desarrollados y con una brecha de aprendizajes de tres años en comparación a Singapur. “Llegó la hora de evaluar la Jornada Escolar Completa y, en general, repensar el uso del tiempo escolar”, sostiene.
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