Debido al considerable aumento de contagios de COVID-19 en Chile, y especialmente en la capital, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció la cuarentena total, a partir de este viernes 15 a las 22:00, para la totalidad de la provincia de Santiago y otras seis comunas de la Región Metropolitana.
Desde la Universidad de Santiago de Chile, académicos y académicas de distintas áreas, comentaron los impactos que una medida de esta magnitud puede significar para la población.
Salud
La decana de la Facultad de Ciencias Médicas, Dra. Helia Molina, comentó que, si de ella dependiera, “hubiera cuarentenado el Gran Santiago hace por lo menos 15 o 20 días”.
“Si hubiéramos cuarentenado antes, la curva igual iba a subir, porque es natural, pero hubiese sido más lento y hubiésemos evitado lo que está pasando hoy que es que ya están prácticamente todos los hospitales de Santiago colapsados y no hay reactivos”, expresó.
En la misma línea, el académico de la Facultad de Ciencias Médicas, Dr. Christián García, sostuvo que la medida de confinamiento no lo sorprende, “pero resulta un poco tardía y reactiva”.
“El aumento en el porcentaje de positividad tenía una circulación activa cada vez mayor. A medida que buscábamos más, encontrábamos más casos, por lo tanto, creo que la medida (de confinamiento) está en la línea de lo correcto, nos va a permitir reducir los contagios. Probablemente tendrá que durar más de los que hubiese durado si hubiésemos hecho esto antes, pero siempre queda tiempo y una ventana, aunque sea pequeña, para proteger a la población y a las personas con enfermedades graves y prevenir muertes”, señaló el especialista en salud pública.
Respecto a los efectos positivos de la cuarentena, el académico advirtió que éstos tardarían en verse reflejados en las cifras. “Recordemos que los casos que tenemos hoy son una foto del pasado. Es la imagen de un proceso de contagios que ocurrió, probablemente, hace 10 o 14 días, desde que la persona empieza a incubar la enfermedad. Por lo tanto, cualquier medida que tomemos hoy se va a notar, al menos, tres semanas después.
Por lo tanto, este proceso no debiese ser corto y deja clarísimo que la estrategia de focalización de cuarentena dinámicas, estratégicas o inteligentes, no era ni dinámicas, ni estratégicas, ni inteligentes, sino un fracaso total”, aseveró el experto.
Economía
Desde otro ámbito, el economista y académico de la Facultad de Administración y Economía, Gonzalo Martner, estimó que, debido a la gran proporción de la actividad nacional que representa la Región Metropolitana, “evidentemente el impacto económico será muy fuerte”.
“Uno se pregunta qué sentido tuvo la llamada cuarentena flexible que, la verdad, no contuvo la pandemia en Santiago, por una razón muy simple y es que se fue trasladando desde sus orígenes en el barrio alto con los viajeros que la transportaron a las comunas populares. Esto debiera haberse hecho antes porque ahora el costo será muy grande. La ciudad comenzará a estar paralizada cuando ya lleva semiparalizada mucho tiempo”, señaló.
A juicio de Martner, para que el confinamiento sea efectivo, “se requiere que la población se quede en su casa, y para eso, no se tiene que estar muriendo de hambre. Por lo tanto, lo que el Parlamento aprobó finalmente ayer como aporte para algunas familias que parte en poco más de 60 mil pesos, es manifiestamente insuficiente”.
Social
Para Raúl Elgueta, sociólogo y Dr. en Ciencias Políticas del Instituto de Estudios Avanzados de nuestro Plantel, la solución a este tema podría estar de la mano de un ingreso de subsistencia que apoye a sectores más vulnerables y que incentive a evitar la salida de quienes viven del “día a día”.
El académico de la Usach, opinó que esta cuarentena total traerá dos grandes efectos: la ruptura del sentimiento de control y la precarización de comunidades migrantes. “Esta idea de las cuarentenas progresivas generaron un efecto de cierto relajamiento para la ciudadanía, en donde en algunos lugares se quitaban y en otros se instalaba, lo que logró una ruptura del sentimiento de control que tenía el Gobierno. Una vez roto este sentimiento, va ser bien difícil de aplicar y generar realmente el efecto esperado que es un confinamiento”, advirtió Elgueta.
Daisy Margarit, socióloga del Instituto de Estudios Avanzados Usach, coincidió con el académico en cuanto a la precarización de comunidades migrantes y agregó que es “urgente y necesario” que el Gobierno articule medidas para aquellos que sufren condiciones de vulnerabilidad y hacinamiento. “Estamos ante una crisis de múltiples dimensiones, en que por la envergadura de la pandemia, la desigualdad social se hace aún más visible”, indicó.
“La cuarentena no es igual para todos. Se están intensificando las condiciones de vulnerabilidad y de precariedad entendida desde el punto de vista de estar expuesto a riesgos y sus posibilidades de mitigación, que en el caso de población migrante en situación irregular no están cubiertos por las políticas del Estado”, destacó la académica de IDEA.
Por su parte, el académico Raúl Elgueta también enfatizó en que la población migrante también se vería afectada por situaciones y reacciones xenófobas que podrían aumentar severamente con el colapso del sistema de salud y las nuevas medidas sanitarias.