La situación en Bolivia tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre sigue agudizándose. Evo Morales, quien se alzó como ganador bajo acusaciones de fraude electoral, ha decidido mantenerse en el poder, a pesar del ultimátum de dos días que le dio la oposición para que renunciara a la Presidencia. Mientras tanto, se han producido protestas en ciudades como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Ante esto, el académico de nuestra Universidad, Dr. Pablo Lacoste, explicó que la situación en el país altiplánico se debe a “un debilitamiento de las instituciones” producto de los 13 años que Morales lleva en el poder y a una “débil convicción republicana” que el experto acusó en el mandatario. El también Doctor en Historia apuntó además a la concentración del poder en la figura del presidente boliviano, que impide, a su juicio, que las instituciones operen para resolver el conflicto.
Otro factor importante según el doctor Lacoste es que “Evo Morales le negó la soberanía al pueblo” al no respetar el plebiscito convocado en febrero de 2016 para permitir su tercera reelección. Dichas votaciones terminaron con el 51,3% de los votos en contra de la reforma constitucional que permitiría a Morales presentarse en las elecciones de octubre de este año.
Ante este contexto, el historiador advirtió que “hoy tenemos una Bolivia dividida en tres: Evo Morales que dice que es el Presidente, la derecha que le pide la renuncia y Carlos Meza en el centro, que dice que se repitan las elecciones para que sea el pueblo soberano el que se exprese. Acá hay una crisis de legitimidad en que no se sabe dónde reside la soberanía”.
Posibles soluciones
La Organización de Estados Americanos anunció el pasado 30 de octubre el envío de una comisión que realizará una auditoría para esclarecer los resultados en las elecciones bolivianas. No obstante, el jefe de la comitiva –el mexicano Arturo Espinoza- dio un paso dos días después, tras los cuestionamientos por su crítica postura frente a Evo Morales expresada anteriormente en una columna de opinión.
Lacoste calificó de “torpe” la decisión del organismo internacional al elegir a los miembros del equipo, quedando imposibilitada de garantizar los comicios. “La OEA no puede operar porque la oposición perdió la confianza”, enfatizó el académico.
Para el experto, la solución más “armónica” es que Morales convoque a elecciones para una segunda vuelta presidencial. También debe “generar un TRICEL (Tribunal Calificador de Elecciones) independiente, que genere confianza en todos”, dijo.
El obstáculo radicaría, de acuerdo con Lacoste, en que el mandatario boliviano no quiere abandonar el poder, ni generó una figura desde su sector político que lo reemplazara.