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Ex dirigente estudiantil narra la historia de la reparación del Espíritu UTE en los primeros años de la dictadura

Ex dirigente estudiantil narra la historia de la reparación del Espíritu UTE en los primeros años de la dictadura

Fragmento de vidas y luchas: Universidad Técnica del Estado (1976-1981), lleva por nombre la obra del egresado UTE-Usach, Víctor Vega Catalán, publicado en la colección 50 años de la editorial de nuestra Casa de estudios, en el marco del cierre de las actividades de conmemoración del golpe Estado de 1973.

El lanzamiento se realizará en el Aula Magna de nuestra Universidad a las 12:00 horas y contará con la presencia del rector Usach, Dr. Rodrigo Vidal Rojas, representantes de la Federación de Estudiantes de nuestra Casa de Estudios, actores del mundo político y las y los protagonistas de este proceso histórico de la UTE, que entregarán su testimonio en la presentación de la obra.

“Este libro se preocupa de contar lo que hicimos, cómo y quiénes creamos este renacer como miembros de la comunidad universitaria de la UTE. Hombres y mujeres en desarrollo y plena formación en la lucha contra la dictadura que nos permitiera salir a la sociedad a dar nuestro aporte, pero no solo a la sociedad que existía por ese entonces, sino, una que fuese democrática”, aseguró el autor.

Vega expresó que este trabajo se inició luego de internarse en la historia de la UTE-Usach y encontrarse con información parcial y de pocos registros del movimiento estudiantil y la lucha contra la dictadura entre 1976 y 1982.

Víctor Vega Catalán arribó a la Universidad Técnica del Estado en 1976 para estudiar Licenciatura en Educación con mención en Biología y Química. Fue testigo de los primeros años de la dictadura y de los últimos de la UTE, por lo que su testimonio, reunidos con los de sus compañeras y compañeros, complementados con referencias de publicaciones de la época, contribuyen a explicar el escenario al interior de nuestra Universidad intervenida previo al golpe de Estado de 1973. 

“Hay que tener presente que cuando se reabrió el Campus para la actividad docente, en abril de 1974, cada uno de los pasillos de la Universidad tenía un militar de punto fijo, con la cara pintada, con su fusil en mano y su casco de guerra”, enfatizó.

El dirigente estudiantil

Corría el año 1980, y el muchacho perteneciente a las Juventudes Comunistas era dirigente de los estudiantes de la carrera que cursaba. Hacia fines de abril de ese mismo año, caminando por los pasillos hacia calle Ecuador, -hoy Víctor Jara- fue secuestrado un par de horas junto a tres compañeros por efectivos militares. Tiempo después, participó en una de las tantas actividades de solidaridad con estudiantes sancionados y expulsados de la UTE, en una peña en la que cayó detenido junto a un centenar de personas, que en su mayoría fueron dejados en libertad, pero 19 de ellos, - entre ellos Víctor- fueron relegados a Chiloé. 

“Yo estuve en el pueblo de Queilen, otros compañeros en Dalcahue, Cochamó y hasta Curaco de Vélez. Volvimos a Santiago, el 23 o 24 de noviembre, después de haber tenido que votar en el plebiscito constitucional del 80’ con el fusil en la espalda, literalmente”, manifestó.

Al volver a la capital, Víctor Vega Catalán, junto al grupo de estudiantes desterrados, continuaron con la actividad estudiantil, gremial y política, involucrándose en acciones contra la Ley General de Universidades y la represión. “Nos tomamos la Unesco y desde ahí, sin haberlo pensado si quiera, salimos expulsados del país. Nos colocaron en el primer avión que salió de Chile y llegamos a Montevideo. Había dictadura en Uruguay, la pasamos complicado, pero las Naciones Unidas nos cuidaron. De ahí a Suecia, que fue mi destino final”, recordó el autor.

Volvió a Chile, a fines de 1988 y se pudo reincorporar a la Usach en 1992. La carrera que estudiaba en los años 80 dejó de dictarse, y luego de un largo periplo logró egresar como Ingeniero. “La mayoría de nosotros no pasó al siguiente período, fuimos sancionados, relegados, encarcelados y exiliados. Recién volvimos cuando la Usach tenía pantalones largos, ya eran los años 90 y lo que encontramos fue una universidad parecida a la que tuvimos y cada día encontramos efectos de cómo la vieja UTE trata de reestablecerse en la propia Usach para volver a ser la que siempre fue y recuperar su alma”, afirmó.

El autor, finalmente declaró que este periodo estuvo caracterizado por una profunda segregación y represión, pero también fue un tiempo de lucha, camaradería y una solidaridad inmensa. “Fuimos capaces de sobreponernos a los avatares de la dictadura con el apoyo de todas y todos, y logramos que la Universidad fuera menos fatal y que no cayera en el adoctrinamiento. Sin dudas, fue esto último lo que abrió paso para que del año 1982 a 1985, se crearan las condiciones para refundar la FEUT, que después sería la Feusach”, destacó el autor y ex estudiante UTE-Usach.

A través del arte de los susurradores: intervención homenajeará a niñas (os) fallecidas (os) y desaparecidas (os) en dictadura

A través del arte de los susurradores: intervención homenajeará a niñas (os) fallecidas (os) y desaparecidas (os) en dictadura

Durante esta jornada, nuestro Campus podrá vivir una íntima experiencia a través de los susurros, en el marco de las actividades de conmemoración por los 50 años del golpe de Estado. Y es que el colectivo Cuenta Usach transmitirá relatos de la dictadura utilizando el arte de los susurradores. 

Estos dispositivos sonoros, diseñados con coloridos y vistosos materiales, permiten amplificar la voz humana, consiguiendo así que el grupo realice narraciones basándose en los textos del libro “Niños”, de María José Ferrada. 

Con esta intervención artística, la actividad busca homenajear a las 34 niñas y niños fallecidas (os) y desaparecidas (os) en dictadura. 

Coro Sinfónico y Orquesta recuerdan a las víctimas de la dictadura en emotivo concierto

Coro Sinfónico y Orquesta recuerdan a las víctimas de la dictadura en emotivo concierto

Ante un Aula Magna al máximo de su capacidad, se desarrolló el pasado miércoles el concierto “Réquiem por las víctimas de la dictadura”, que reunió al Coro Sinfónico y la Orquesta Usach, en torno a una de las obras más emotivas del repertorio sinfónico y coral. 

Se trata del Réquiem en Re menor, op. 48, del compositor francés Gabriel Fauré, que fue aplaudido por un público compuesto por personas de todas las edades. El programa también incluyó el reestreno de “El País de sed”, de Tomás Brantmayer, bajo el sello de Aula Records, inspirada en un poema de Raúl Zurita y en homenaje a las y los prisioneros políticos. 

“Nos proponemos conectar la memoria con las múltiples sensaciones que gatilla una de las artes más complejas y hermosas que hemos generado como humanidad: la música. La música nos conducirá por el recogimiento, la reflexión, la ira, el dolor, la empatía y la esperanza de que nadie en nuestro país viva el trauma de un golpe de Estado y una brutal dictadura”, señaló la vicerrectora de Vinculación con el Medio, Dra. Patricia Pallavicini Magnere, antes de iniciar el concierto.

Revive la emotiva jornada a continuación:

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