Experto asegura que las preemergencias no se resuelven con mayor fiscalización

El especialista en contaminación de nuestra Casa de Estudios, Dr. Ernesto Gramsch, destaca que el problema para aplicar un plan de descontaminación efectivo no radica en la falta de fondos para realizar labores de inspección, tal como afirmó la Intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar. A juicio del académico, es imposible controlar el alto volumen de fuentes que provocan estos episodios, por lo que se requiere identificar los principales grupos que generan más emisiones y ofrecerles alternativas concretas de calefacción.

El Plan de Descontaminación Atmosférica de Santiago no contempla recursos para fiscalizar las medidas que propone. Esa fue la situación que transparentó ayer la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar.Sin embargo, para el experto en contaminación ambiental y académico del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Ernesto Gramsch, el problema real no es la fiscalización.“La cantidad de estufas a leña y otros sistemas contaminantes es de cien mil, de acuerdo al inventario de emisiones”, afirma. “Fiscalizar cien mil fuentes pequeñas es casi imposible, independiente del dinero que se disponga”, asegura.A juicio del especialista, la Intendencia Metropolitana y las municipalidades deben colaborar para enfrentar los episodios críticos de manera particular, identificando a los grupos que más emiten los contaminantes y reunirse con ellos para plantearles soluciones específicas.“Uno puede hacer un estudio de emisiones en la noche en el sector poniente de Santiago y va a identificar los lugares donde la contaminación es más alta”, señala. “Por ejemplo, si son indigentes los que están quemando leña, la idea es reubicarlos a algún lugar donde tengan calefacción de otro tipo. Las soluciones son muy distintas dependiendo de las circunstancias”, sostiene.Para el experto, uno de los principales problemas del plan de descontaminación es que no aborda la particularidad de los episodios críticos, que están gatillados por “aspectos específicos, no la ciudad completa”. Según el Dr. Gramsch, esta política está enfocada en plantear soluciones para el problema general de emisiones contaminantes de toda la ciudad.“El plan está incompleto: aborda bien la solución general, que es disminuir las fuentes móviles, las estufas a leña y bajar las emisiones de las industrias, pero le falta la parte que gatilla los episodios, que son emisiones puntuales que ocurren en la noche en sectores específicos de la ciudad”, sintetiza.

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