FAE implementa programa de tutoría para sus estudiantes de dos primeros años

El vicedecano de Docencia e Innovación, Dr. Francisco Castañeda, junto a la secretaria académica de la Facultad de Administración y Economía, Leticia Araya, se reunieron con los nuevos tutores del programa de acompañamiento integral impulsado por esta Unidad Mayor, con el fin de delinear lo que será su trabajo. El grupo -donde destaca mayor presencia femenina- está integrado por estudiantes de cuarto y quinto año, quienes apoyarán a sus pares de cursos inferiores (primer y segundo años) para que mejoren su rendimiento académico.

El pasado viernes un grupo de tutores seleccionados por el decanato de la Facultad de Administración y Economía de la U. de Santiago, se reunieron con Francisco Castañeda y la secretaria académica de la Facultad, Leticia Araya; para interiorizarse más en la labor que realizarán como tutores de estudiantes de primero y segundo año con dificultades en algunos ramos de su carrera.El Programa de Acompañamiento Integral es un  programa tutorial personalizado e  innovador, que está a disposición de estudiantes diurnos y vespertinos. Éste consiste en  asignar un tutor (estudiantes de cuarto o quinto año de la FAE)  para que acompañe y apoye  a dos estudiantes, guiándolo en el proceso de aprendizaje y entregando apoyo socio-emocional.Los tutores tendrán jornadas de capacitación previa en materias de metodologías de enseñanza y se contempla la participación anual de cerca de 50 tutores beneficiando a alrededor de 100 estudiantes semestralmente.Los tutores seleccionados, ya sostuvieron una primera reunión grupal. Esta instancia les permitió conocerse y comprender en profundidad el espíritu del programa. La secretaria académica de la FAE, Leticia Araya, indicó en la oportunidad que este es un proyecto que ganó la facultad para poder apoyar los procesos  que viven los estudiantes que ingresan desde el año 2018 en adelante. “La idea es que ustedes puedan ser un  verdadero soporte integral para ayudar a sus compañeros y con ello hacer estudiantes que tengan mejor calidad de vida en la universidad, dadas las condiciones a las que se enfrentan en sus medios”, indicó la autoridad.Por su parte, Francisco Castañeda, señaló que por experiencia de vida, que cuando un estudiante tiene un bajo rendimiento, no es necesariamente porque dedique menos horas a estudiar, o porque sea menos inteligente, sino que esto se debería a la presencia de problemas relacionados con la emocionalidad y con características de su medio ambiente social. Cuando un estudiante tiene un problema emocional -de cualquier tipo- cae de inmediato su rendimiento académico, señala Castañeda, agregando que el alumno de mejor rendimiento, generalmente tiene un entorno familiar social más amigable, además de que esta mucho más consciente de la importancia de la educación para con su futura carrera profesional.Muchos estudiantes- añade Castañeda- piensan por qué no estoy ayudando a mi papá o a mi mamá en vez de estudiar con plenitud esta carrera. Hay alumnos que soportan esta realidad de una mejor manera, pero hay otros que no tanto. “Entonces, cuando nos hemos reunido con los estudiantes de primero y segundo año, estamos convencidos que la mayor parte de sus problemas es de emocionalidad adversa, y es algo normal a la edad que tienen, pues se están formando y aprendiendo de la vida y sus procesos”, añadió.El objetivo de este proyecto es hacer un aporte a la discusión de estos problemas. De los 700 alumnos que ingresaron este año a las cuatro carreras de la facultad, el 10% fue PACE. Ellos, sin esta política pública, no habrían podido entrar a la universidad”, puntualizó el profesor y coordinador del proyecto.Con el Programa de Acompañamiento Integral, se espera aumentar la tasa de retención de los alumnos participantes, mejorar el rendimiento y autoestima de los estudiantes involucrados y potenciar la vocación docente de los estudiantes tutores.Jael Valenzuela, estudiante de la carrera de Administración Pública, decidió ingresar a este programa como tutora. “Quiero dejar una huella de lo que  he aprendido durante estos cinco años en esta casa de estudios. Quiero tener una instancia que yo no gocé y que creo podría  haber sido muy fortalecedora, incluso para compañeros que se tuvieron que retirar de la carrera por estos conflictos emocionales. Entonces, mi objetivo es  dar el apoyo que no se ha dado y dejar una huella en la carrera, en la facultad y ser profesionales íntegros, pudiendo ayudar y cooperar con nuestros compañeros”, explica.En tanto, Vicente Pérez, estudiante de Ingeniería Comercial con mención en Economía, ya ha tenido experiencia trabajando en una serie de programas similares. “La  universidad me ha entregado varias oportunidades para desenvolverme y generar conocimiento extra académico. Entiendo que este es un programa nuevo, que es un huevito que se expande dentro de la universidad y tengo  ganas de participar, de hacer mi aporte para que vaya creciendo. También deseo con mucha fuerza que los  chicos que participen bajo nuestra tutoría lo pasen “bacán” con la experiencia que yo pueda brindarles. La idea es ayudarles en eliminar esas trancas que a veces se ponen y ayudarlos a seguir avanzando”.Finalmente concluye Castañeda, “este trabajo de los tutores será una contribución para que reflexionemos que no podemos dejar atrás simplemente a quienes van rezagados en sus estudios; que tenemos el deber ético de colaborar y contribuir para que ellos desarrollen también a futuro su proyecto de vida; es la forma de cambiar las posibilidades de su vida, de una vez y para siempre”.

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