Alejandra Urrutia dirigirá el próximo 16 de octubre a la Orquesta Clásica de la U. de Santiago.

La titular de la Orquesta de Cámara del Municipal y única mujer en ocupar ese puesto en el país, dirigirá el próximo 16 de octubre a la Orquesta Clásica Usach en el Teatro Aula Magna, con un repertorio variado de obras de Mozart, Joaquín Rodrigo, Igor Stravinsky y el estreno de una pieza del compositor chileno Javier Contreras. Violinista de formación, Urrutia comenzó en 2011 a dirigir formalmente y la Orquesta Usach fue una de sus primeras incursiones. “Me encanta que sus músicos sean tan receptivos”.

Alejandra Urrutia no se queda quieta en el podio y tampoco deja que los músicos lo hagan. Se pasea por el escenario mientras repasa la partitura que se comienza a ejecutar; les pide a los intérpretes que cambien del lugar donde acostumbran tocar o que se guíen por las melodías de otros instrumentos más que los propios. “En esta parte vamos todos a seguir a los bronces”, anuncia. Para ella la dirección es un acto colaborativo, donde tanto los músicos como quien dirige, están en constante aprendizaje. “Obviamente uno como directora está en una posición de jerarquía, pero el estilo autoritario no es lo mío, no es cómo me formé. Estudié en Estados Unidos y allí el profesor no te decía todo el tiempo lo que tenías que hacer, te dejaba solo y a veces te equivocabas, te perdías y era parte del proceso. Me gusta que con los músicos juguemos, busquemos, para mí la autoridad viene del trabajo musical”, afirmó Urrutia.
La violinista y titular de la Orquesta de Cámara del Municipal, estará a cargo del concierto que el 16 de octubre a las 19:30 horas ofrecerá la Orquesta Clásica de la Universidad de Santiago en el Teatro Aula Magna. El repertorio está compuesto por la obertura de la ópera “Cossi fan tutte” (1790) de Mozart, el “Concierto de Aranjuez” (1939) para guitarra y orquesta, del español Joaquín Rodrigo además del estreno de “Tres pasos al sur”, fantasía concertante para guitarra y orquesta, obra del compositor local Javier Contreras - ambas obras serán interpretadas por el solista invitado José Antonio Escobar, en guitarra; para finalizar con “Danzas concertantes” (1942) de Igor Stravinsky.
“Me encanta Stravinsky y esta es una obra maravillosa. El escribía mucho para ballet, así que con esta obra puedes imaginar que cada instrumento es un personaje”, comentó la directora.
La misión de la música
La relación de Urrutia con los intérpretes de la Orquesta Usach se remonta al 2011, cuando ella daba sus primeros pasos en la dirección orquestal, luego de que una trombosis la hiciera cambiar su ritmo y estilo de vida. “La trombosis fue en mayo de ese año y tuve la suerte de que se detectó a tiempo. Yo tenía a cargo la Orquesta de Curanilahue y ensayaba en la Universidad de Talca; además enseñaba violín en la Universidad Católica en Santiago, entonces fue cómo que la vida me dijo ¡Para! Tuve entonces la certeza de que lo que debía hacer era concentrarme en la dirección, que era lo que yo más quería”, recuerda. A los meses recibió la invitación de la Orquesta Clásica Usach y aceptó encantada.
¿Cómo ha sido la evolución de su relación con la Orquesta Clásica Usach?
- Desde el 2011 no sé si he venido todos los años, pero ha sido seguido. Lo que me encanta de la orquesta es que son músicos súper receptivos, están siempre curiosos sobre lo que uno les va a decir y tienen las herramientas para hacer lo que uno les propone. La orquesta ha progresado mucho en el tiempo, la fila de maderas por ejemplo es excepcional. Es muy bonito cuando tú llegas y puedes llevar a cabo lo que quieres. Me gusta hacer que salgan de la zona de confort, que escuchen de una forma distinta, sentarlos frente a otros instrumentos que no suelen percibir.
¿Qué es lo que le da la dirección orquestal, que no encontró sólo en el  violín?
- Primero quiero aclarar que no he dejado de tocar violín, lo hago menos. Sin embargo, lo que me encanta del trabajo con orquesta es el tener la visión de la totalidad. Trabajar una obra con todo lo que significa. Como violinista el trabajo es arduo, porque hay que estudiar muchas horas y cuando te enfocas, lo haces en una sola voz. Como directora, en cambio, tienes todas las voces a tu disposición para hacer que la obra emerja o reviva.
En un mundo dominado por los hombres, como es el de la música clásica, la impecable trayectoria de Alejandra Urrutia se ha hecho notar. En 2015 se transformó en la primera mujer en dirigir la Orquesta de Cámara de Chile al mismo tiempo que era titular también de la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, Argentina.  Durante el 2017 fue directora asistente del maestro Iván Fischer, director principal de la Konzerthausorchester en Berlín y de la Budapest Festival Orchestra, con quien ha seguido trabajando este año.
¿Cómo ha sido destacar en la dirección, pero además hacerlo como “mujer directora”?
- Siempre digo qué ganas de no haber sido la primera, pero en el sentido de que este debería ser un camino natural para las directoras mujeres. En muchas partes del mundo hay muchas directoras mujeres que están ganando puestos importantes en Europa, EEUU.  Simplemente estoy agradecida, coincidió en que la primera fui yo, pero honestamente no lo hago consciente la mayoría del tiempo.
¿No ha sentido entonces una responsabilidad de abrir camino a otras mujeres en la música?
- La verdad es que más que con las mujeres, siento una responsabilidad de ayudar a las nuevas generaciones de músicos, sin importar que sea mujer u hombre. Siento que mi misión es crear instancia para quien quiera que lo necesite y eso es lo que hago. Tengo dos proyectos maravillosos que nacieron este año; el primero es el Concierto por la Hermandad que se hizo en enero en la Estación Mapocho donde un coro de 200 personas, de todas las nacionalidades y muchas cantando por primera vez, interpretaron en alemán la Novena Sinfonía de Beethoven. La idea era crear una instancia para juntarnos y a hacer música, sin interesar de dónde vengas porque somos todos iguales, somos todos hermanos y así resultó. Fue una experiencia que cada vez que me acuerdo me conmueve. Y la segunda iniciativa es el Festival Internacional de Música de Portillo donde les damos la oportunidad a jóvenes músicos de estudiar con grandes maestros. Este año ya se cerraron las postulaciones, son 52 músicos de Chile, Colombia, México, Argentina, Venezuela y Uruguay que van a estar aprendiendo con profesores de gran nivel. Entonces para mí, mi misión más que el tema del género es el dar la mejor formación profesional posible.
El Concierto de la Hermandad se repetirá este año, en la misma fecha, el 7 de enero en la Estación Mapocho y la obra será la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler. En tanto, días después de tocar con la Orquesta Clásica Usach, Urrutia hará presentaciones en el sur, con la Orquesta de Cámara del Municipal, entre el 22 y 28 de octubre estará tocando en Chillán y Chiloé.

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