Experto asegura que “la escuela es un lugar estratégico” para combatir el ciberacoso contra la mujer

El sociólogo Claudio Avendaño, académico de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago, señala que los casos de hostigamiento a mujeres a través de la plataforma Nido.org corresponden a conductas sociales “mal aprendidas” más que a situaciones particulares.

El acoso a mujeres se ha vuelto a poner en la palestra pública tras conocerse la existencia de una plataforma web en donde un grupo de hombres se dedicaba a compartir información personal de mujeres sin su consentimiento. De acuerdo con BioBio.cl, la Asociación de  Abogadas Feministas constató más de 380 denuncias contra el portal Nido.org. Las víctimas eran perseguidas a través de redes sociales, en donde sufrían amenazas, insultos y comentarios de alto contenido sexual por los usuarios de este sitio.
Para el sociólogo y académico de la Universidad de Santiago, Claudio Avendaño, estos hechos no son nuevos, sino que tienen larga data a través de la historia de Chile.  Lo nuevo, según destaca el profesional, es el uso de dispositivos digitales, que hace más “evidente” la intención de dañar o denigrar a una persona.  Las imágenes, explica el académico, no dejan dudas de quién es la persona a la que se está atacando.
Por lo mismo, “estos son tipos de conductas que se han aprendido socialmente (…) forman parte de normas o formas de comportarse propias de un género determinado”,  enfatiza Avendaño. Los hombres, comenta, han “mal aprendido” a actuar de esa manera.
Para poder combatir estas conductas, el sociólogo apunta al Estado, mediante sus organismos educacionales como los colegios, y al rol educador de los padres, para que se pueda formar a la población en el buen uso de las tecnologías digitales. “En la historia de este tipo de prácticas, la escuela es un lugar estratégico, porque puede trabajar con los estudiantes y con los padres y adultos que están a cargo de los niños”, afirmó Avendaño.
Asimismo, rescata las medidas tomadas por colectivos feministas en contra del ciber acoso. “Un primer nivel es el que están haciendo las mujeres con el movimiento, o sea, poner en cuestión el soporte de este tipo de normas y conductas, erosionar la base que las legitima”, apunta.
Finalmente, el profesional añade que la existencia de campañas públicas contra el ciberacoso ayudan a transformar estos temas en cuestiones de discusión general y a no verlos como casos individuales. Para Avendaño, se debe dejar de naturalizar estas problemáticas y convertirlas en temas de preocupación nacional.

Redacción
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