Potenciar el lazo entre la ciencia básica y la ciencia aplicada para impulsar la cultura de la innovación y estudiar las estrategias para establecer un escenario más equitativo entre mujeres y hombres al desarrollar sus carreras desde el postgrado, es parte de los objetivos que visualiza la Dra. Gloria Levicán Jaque, representante de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile en el Comité Ejecutivo del Consorcio Science Up
“La mayoría de nuestros fondos vienen de instituciones externas, que buscan resultados exitosos. Eso es un desafío en sí mismo para la colaboración, pues una busca controlar las certezas que ofreció. Lo bueno es que no ha frenado la cultura de la investigación interdisciplinaria que se ha gestado en el último tiempo. Tenemos que seguir fomentándola, al igual que a los y las estudiantes que buscan vincular los hallazgos que se desarrollan en nuestros laboratorios con el entorno”, señala la Dra. Levicán.
La actual vicedecana de Investigación y Postgrado de la Facultad de Química y Biología, comprende por experiencia el anhelo de quienes desarrollan un pregrado en ciencias por indagar libremente. Luego de trabajar unos años como bióloga, decidió estudiar un Doctorado en Microbiología, cuya tesis abordó los extremófilos, línea de investigación que desarrolla hasta el día de hoy.
“Vislumbraba en los microorganismos un gran potencial biotecnológico. Hoy estudio los organismos extremófilos, específicamente los acidófilos que viven en pH extremos como en el ácido sulfúrico. Hoy son usados para recuperar cobre desde minerales y piedras en procesos de lixiviación, pero también se desarrollan en ambientes como una mina abandonada, pudiendo acidificar cuerpos de agua, como napas subterráneas”, señala.
La contribución en ciencia básica se conecta con relevantes estudios de ciencia aplicada. Un espacio donde estrechar lazos entre grupos de investigación, pero también con la industria, permite aportar a la sociedad a través de soluciones construidas a partir de conocimientos sólidos desarrollados en la academia.
Para ella, “es fundamental que las futuras generaciones de científicas y científicos se sientan apoyados y tengan la perspectiva para construir desde nuevos escenarios el desarrollo de la ciencia. Debemos anticiparnos y hacer espacio para el desarrollo de esta faceta asociada a la innovación y el emprendimiento”.
Explorar, el primer paso
Todas las personas tienen la potencialidad de hacer muchas cosas, piensa la Dra. Levicán cuando se le consulta por qué decidió seguir una carrera científica. De todos esos caminos, ella escogió la biología. En medio de los bosques de su natal Coyhaique, experimentar el placer de observar la naturaleza, detenerse, acercarse y mirar, fue su primer paso en la investigación.
“Desde ese herbario supe que sería científica para siempre”, expresa, señalando que el poder recolectar plantas, diseñar técnicas para conservar el color de sus hojas y flores le dio una nueva sensación que no había experimentado. “Al terminarlo me sentí orgullosa, porque yo pude hacerlo”, recuerda la investigadora.
Luego fueron sus profesoras y profesores los que estimularon esta inquietud, sin embargo fue su madre su referente femenino. “Tal vez no es tan científico, se espera que uno tenga grandes investigadoras como referente, pero en realidad mi gran inspiradora fue mi madre. Ella hacía todo lo que tú te puedas imaginar. Ella fue siempre la que nos motivó, que teníamos que ser independientes, siempre a través del estudio y la educación. Ella insistía mucho que había que prepararse, pero sin restricciones, que escogiéramos libremente”, expresa.
Un clima familiar y educativo que marcó su identidad, sintiendo siempre que no había diferencias con sus compañeros. No fue sino hasta que se convirtió en madre donde notó las diferencias. Una tarea exigente cuya decisión no dudó ni un segundo, pero que notó que el sistema científico no estaba preparado para comprenderlo. Es por eso que hoy ante esta situación busca abordar la situación en las estudiantes de postgrado.
“Existe una percepción de que es una carrera exigente. Es competitiva, es súper competitiva, no lo niego. Nos van seleccionando en el camino, formando para que seamos muy resilientes. Te acostumbras a aguantar. Entonces llega la maternidad y te esfuerzas para poder con todo. Es extenuante, pero no tiene por qué ser así; podría ser una experiencia enriquecedora y que podamos disfrutar más en plenitud”, concluye la profesional.