Proyecto Fondecyt

Estudian maltrato entre parejas

El proyecto multidisciplinario, liderado por la académica de la Escuela de Psicología, Dra. Ana María Fernández (en la fotografía), junto a cinco docentes de distintas Instituciones, determinó que al existir mayor diferencia en las percepciones que tienen de sí mismos los integrantes de una pareja en diversos aspectos, se establece un menor grado de felicidad en la relación, lo que se traduce en maltrato físico y psicológico entre ellos. La muestra consideró 132 parejas, provenientes de 30 comunas del Gran Santiago, con un rango etario entre los 19 y 35 años.
“Probablemente producto de un conflicto grande uno de los dos podrá sentir que no es atractivo, que no es valioso, que no es una persona que valga, que a lo mejor no tiene más opción que quedarse con esa pareja y eso va a fomentar una situación que al final podrá desencadenar un conflicto mucho mayor”

Con el objetivo de entender procesos que no suelen ser abordados por la psicología evolucionista respecto a elementos comunes en la conformación de relaciones sentimentales, la Dra. Ana María Fernández, académica de la Escuela de Psicología de la U. de Santiago, lideró el estudio “Discrepancias en el valor de pareja como predictor del riesgo de maltrato”, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt).

El equipo, fue co-integrado por el biólogo de la Universidad de Playa Ancha, José Antonio Muñoz; la psicóloga clínica de la Universidad Católica, Diana Rivera; la psicóloga de la Universidad de Chile, Michelle Dufey, y el psicólogo Juan Enrique Wilson, de la Universidad de Chile.

Durante tres años, los investigadores realizaron entrevistas y análisis a un total de 264 personas del Gran Santiago, con un rango de edad entre 19 a 35 años y un promedio de 51 meses de relación.

En cuanto al principal resultado, la Dra. Ana María Fernández, afirma que lograron un cumplimiento total de la hipótesis planteada, “las diferencias en el valor de pareja podrían estar relacionadas con el maltrato. Es decir, aquellas personas que se auto-perciben como menos atractivas son quienes tienen valores mayores de discrepancias, o están en el grupo en el cual sí hay maltrato a la pareja”, explica la académica.

 

Método de estudio

 

Al tratarse del primer estudio de este tipo realizado a nivel nacional, los investigadores, debieron alargar por un año más el trabajo, debido a que en primera instancia seleccionaron una muestra errónea, tomando como referencia a parejas con mediaciones judiciales.

Fue así, como al recomenzar la selección de la muestra, se invitó a parejas con y sin conflicto, que convivieran al menos durante seis meses; en donde cada miembro fue analizado de manera individual respecto a satisfacción en la relación, existencia de engaño, celos, maltratos, medidas fisiológicas, y medidas físicas con el objetivo de obtener una antropometría del atractivo.

En términos generales, participaron 132 parejas en el estudio. De la cifra se desprende que un 73% correspondían a convivientes y un 27% a casados, mientras que un 52% del total no tenían hijos.

El rango de edad abarcado fue de 19 a 35 años. En cuanto a distribución geográfica, los participantes fueron de 30 comunas del gran Santiago, en su mayoría de las comunas aledañas a la Universidad (Santiago un 22% de la muestra, Maipú un 13%, Estación Central y Pudahuel 8% cada una).

Mientras que en cuanto a nivel educacional, un 55% contaba con estudios técnico universitarios, y solo un 8% con enseñanza media incompleta.

Respecto al área de estudio, la investigadora explica, “en Chile, por lo general, no se hace mucha investigación básica, llevada a la aplicación, o a una comprensión más interdisciplinaria. Entonces, buscamos entender un poco más como se unen las parejas”.

Agrega, que es necesario la puesta en marcha de un plan de Estado, para potenciar la felicidad de las parejas. “Yo creo que es un aporte para nuestro país, para entender por ejemplo, las políticas públicas, que a lo mejor se debiese invertir mucho más dinero en acciones saludables para la pareja”, explica la psicóloga.

 

Principales Resultados

 

Como principal resultado, los investigadores comprobaron la existencia de una hipótesis contraintuitiva, (que se opone a la intuición).

Según la Dra. Fernández, se tiende a pensar que cuando un miembro de la pareja maltrata a otro es porque lo está intentando retener inadecuadamente, debido a que sobre-valora o aprecia algo de la otra persona, pero lo que se encontró en el estudio es distinto. “Lo que percibimos, es que la gente se siente menos atractiva”, indica.

Los investigadores definen el aspecto “atractivo”, desde una perspectiva multidimensional. Según explica la académica, “el atractivo lo medimos como valor de pareja auto-percibido, es decir, cuánto una persona cree que es considerada atractiva por el resto en términos de su apariencia física, sus habilidades sociales, su éxito con el sexo opuesto, su capacidad económica, como potencial madre o padre, por la historia de las relaciones y su valoración de las relaciones reproductivas”,

En términos generales, los investigadores encontraron que: Como medidas de agresión general, los hombres presentan mayor agresión física hacia su pareja que las mujeres; mientras que en el caso de las mujeres presentan mayor ira que los hombres.

En cuanto a medidas de control de comportamiento en la pareja, las mujeres presentan un comportamiento controlador mayor, de tipo amenazante y aislante hacia su pareja. “Descubrimos que las mujeres chilenas no son seres pasivos, tienen harto dominio y control sobre sus parejas”, explica la investigadora.

Respecto a tácticas de retención, los hombres buscan entregar mayores beneficios a su pareja, que las mujeres.

En el ámbito de los celos, reactivos y/o preventivos, la mujeres los presentan en un mayor grado.

En cuanto a autopercepción, los hombres se perciben a sí mismos como mejores padres y son más preocupados de su apariencia que las mujeres.

Mientras que las mujeres, se perciben a sí mismas más preocupadas por cómo las aprecia el sexo opuesto, con más historias de relaciones de pareja y con mayor miedo al fracaso en la relación, que los hombres. Asimismo, las mujeres perciben que reciben mayor reciprocidad desde su pareja, que los hombres.

 

Recomendaciones

 

Una de las interrogantes que surge, al conocer los resultados del estudio, es qué hacer para mantener una pareja feliz a largo plazo.

Al respecto, la investigadora asegura que sí existen relaciones armónicas en Chile, pero que éstas tienen un denominador común: “en las parejas felices no hay tantas diferencias. En las relaciones que se dan discrepancias suelen ser parejas abusivas y controladoras. Se sigue confirmando siempre la hipótesis de que la similitud prevalece”, indica.

En los miembros de una pareja que son similares, es decir se valoran a ambos y se auto-perciben de manera positiva, las relaciones son mucho más saludables. “Ante una crisis, surge siempre una reacción más conversada, más sintonizada, ambos equilibran sus celos, hay una correlación súper alta”, explica la investigadora.

Diversos estudios internacionales de terapeutas de pareja, afirman que una discusión fuerte, en donde se incurra en descalificaciones o insultos, queda grabado en la memoria provocando el olvido de al menos 20 acciones o situaciones buenas durante la relación.

Es por ello, que la psicóloga recomienda conversar siempre. “Es muy importante para fortalecer las relaciones, entender que en la vida pueden haber conflictos, pero no dar por sentado que si pasó el conflicto esto quedó en el pasado y los dos lo olvidaron”, explica.

Agrega que, “probablemente producto de un conflicto grande uno de los dos podrá sentir que no es atractivo, que no es valioso, que no es una persona que valga, que a lo mejor no tiene más opción que quedarse con esa pareja y eso va a fomentar una situación que al final podrá desencadenar un conflicto mucho mayor”, explica la académica.

Por eso sugiere, que ante la existencia de un conflicto en la relación, es necesario repararlo como cualquier problema del día a día, y tomar acciones buenas.

Ejemplifica con las acciones que toma la sociedad en Estados Unidos, en donde tantos hombres como mujeres buscan informarse respecto a cómo mantener la atracción de su pareja constantemente. “Acá creo, que aún no ha entrado esa lógica de querer realmente cortejar al otro, se ve solo como desde un nivel de qué querrá la mujer o el hombre, pero no se aplica como para fomentar una buena relación”, sostiene la Dra.

La investigadora concluye indicando que, “una pareja que se siente bien, que se siente atractiva, será una mejor pareja. A diferencia de lo que se pensaría, de que si alguien se siente atractiva dejaría a su pareja”.

Siguiendo los resultados obtenidos del estudio, la investigadora argumenta que si un miembro de la pareja no se siente atractiva, probablemente será una mala pareja, y agredirá directa o indirectamente.

Autor: 
Soledad Fuentes Mansilla