Desde este lunes 5 de abril, comenzaron a regir las nuevas medidas de restricción anunciadas por el Gobierno para intentar contener el avance de la pandemia en nuestro país.
Las cifras son claras: el 2 de abril Chile superó los 8 mil casos diarios de contagio por COVID-19, anotando un nuevo récord desde el inicio de la emergencia sanitaria y este jueves otras 18 comunas retrocederán a cuarentena y otras 11 bajan a transición y preparación. Frente al posible colapso de la red asistencial, el Ejecutivo ha dispuesto la extensión del horario del toque de queda, la modificación del concepto de "bien esencial doméstico", la limitación de los permisos de desplazamiento, la redefinición de "funcionario esencial" y el cierre de las fronteras.
Lo anterior pese a las advertencias de los expertos, quienes venían alertando el complejo escenario hace varios meses.
Enfoque sanitario en segundo lugar
Para la médica cirujana, magíster en epidemiología clínica y profesora asociada de la Escuela de Medicina de nuestra Universidad, Vivienne Bachelet, las medidas son correctas, pero atrasadas e insuficientes.
En ese sentido indicó que, por ejemplo, en estas restricciones "no está considerado el sector construcción, lo que hace presumir que las decisiones siguen poniendo en un segundo lugar el enfoque sanitario".
Según la experta, existen varios aspectos que deben ser tratados para enfrentar el actual momento sanitario, entre los que destaca, en primer lugar, la entrega de "un sueldo universal para que las familias se puedan quedar en la casa y una inyección de recursos en la atención primaria".
Adicionalmente, a juicio de la médica, es necesaria la fiscalización del trabajo en hogares, además de campañas de conciencia de riesgo y educación de la pandemia, y la creación de una dotación gratuita de mascarillas y alcohol gel, principalmente en sectores más apartados.
Claridad del mensaje
El director de la Escuela de Periodismo, Dr. René Jara, sostuvo que "sorprende que el anuncio del endurecimiento de las medidas de restricción llegue tan tarde".
En ese sentido, el académico criticó la falta de planes específicos para anticiparse a situaciones como las registradas el pasado fin de semana en los cordones sanitarios.
Por otra parte, el doctor en ciencia política apuntó a la falta de claridad en el mensaje que están entregando las autoridades. "No se entiende, por ejemplo, por qué antes se permitieron actividades que hoy ya no son consideradas esenciales (...) Esto puede leerse como que el Gobierno le está dando más margen de maniobra a las empresas, sin privilegiar lo sanitario", subrayó.
Por último, el Dr. Jara criticó el cambio de tono del ministro de Salud, Enrique Paris, quien en los últimos reportes se ha centrado más en defender su estrategia sanitaria. "Creo que no ayuda en nada que, bajo presión, el ministro esté cambiando el tono de las intervenciones, ya que una de sus principales virtudes, hasta hace poco, era su tono de mesura y dialogante", puntualizó.
"Debiera haber un esfuerzo mayor por mantener un clima de atención, de cuidado, con un tono adecuado, transmitiendo calma y los mensajes importantes a la población, más allá de las polémicas pequeñas a las cuales en algún momento cede el ministro", agregó el periodista.
Cierre de todas las actividades
"Son medidas correctas porque están apuntando a restringir claramente la movilidad de las personas, en particular después de observar las grandes cantidades de gente en las calles con una cuarentena declarada", detalló el economista y académico de la FAE, Víctor Salas. No obstante, precisó que aún falta ver el tema del control de las mismas.
Desde el punto de vista económico, entre las medidas decretadas, el experto destaca que "era necesaria la redefinición de los bienes esenciales para reducir la alta movilidad de los trabajadores, que hoy se estima normal".
Lo anterior, agregó, debería combinarse "con un bono universal para que la gente pueda tener asegurado un ingreso y así respetar mejor la cuarentena".
Finalmente, el economista planteó medidas más duras para reducir las actividades. "Si no sirven las conversaciones del Gobierno con los empresarios, creo que se debieran suspender todas las actividades por un par de semanas, asegurando los ingresos de los trabajadores, para así conseguir bajar efectivamente los contagios", remarcó.
Confiar en la experiencia
Para el académico de la Escuela de Psicología, Dr. Sergio González, las medidas llegan a destiempo y de forma contradictoria, tras un verano en el que se registró "un relajamiento de las posibilidades de cautela frente a la expansión de la pandemia".
"Lo contradictorio es que hay una actitud que va por el resguardo de la salud, al mismo tiempo que privatiza en las personas la responsabilidad de dicho resguardo", explicó.
En esa línea, agregó que "es muy importante entender que junto a las medidas de cautela y precaución, las personas que verán alterada su subsistencia necesitan el apoyo económico y social".
Desde el punto de vista psicológico, el Dr. González enfatizó que "si bien hay un estrés en la población producto del confinamiento, por no poder controlar la propia cotidianidad, se debe confiar en la experiencia acumulada el año pasado".
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Cuatro especialistas de nuestra Universidad aseguran que si bien las medidas decretadas por el Gobierno para enfrentar la segunda ola de la pandemia son las correctas, se trata de una respuesta tardía a las advertencias de los expertos. Coinciden en la necesidad de un bono universal para que la población respete la cuarentena.
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