“Confiar en mis capacidades fue primordial”

El avezado deportista Álvaro Cerda Cabrera (a la izq. en la fotografía) es egresado de la Carrera de Ingeniería Ambiental, no obstante, el pasado 25 de noviembre, junto a su compañero de la rama de Escalada Deportiva del Plantel, Diego Ramos, protagonizaron un hecho que mantuvo en vilo a sus familiares, amigos, así como a la prensa nacional, a nuestras autoridades y a la comunidad deportiva. Todo marchaba bien hasta que en la ruta conocida como Ambrus-Oyarzún, camino hacia el cerro Mesón Alto del Cajón del Maipo, un accidente no les permitió regresar el día informado (29), por lo que equipos de emergencia activaron la búsqueda.

Álvaro Cerda Cabrera, tiene 26 años y egresó de la carrera de Ingeniería Ambiental del Plantel. El año 2013 se inició en la rama de Escalada de nuestra Universidad, dedicándose a la práctica del Boulder, una modalidad que consiste en escalar bloques de roca o pequeñas paredes sin las herramientas de protección convencionales.Sin embargo, pronto se dio cuenta que lo suyo eran las alturas, por lo que enfocó su entrenamiento a la parte deportiva y en cómo contribuir al desarrollo de ésta en el Plantel.Fue tanto su entusiasmo, que a fines de 2015 se postuló como presidente de la selección y desde entonces su labor ha sido liderar la actividades, competencias y la gestión del riesgo del lugar.“Hasta hoy como equipo hemos conseguido crecer en lo social, aumentando nuestro grupo humano, transmitiendo conocimiento y las experiencias de este deporte de riesgo”, señaló el joven.Junto con ello, agregó que el equipo “ha crecido en el tema de la seguridad con la compra de colchonetas y material de escalada”.En lo deportivo, el año 2016 el equipo del Plantel se consagró campeón de la copa nacional de clubes y en 2017 obtuvo un tercer lugar a nivel nacional universitario.Llegada a la U. de SantiagoÁlvaro llegó a esta institución luego de vivir en Alemania por un año. En ese país pudo observar la diferencia considerable en el desarrollo de las tecnologías limpias y el compromiso ambiental de las familias e industrias, esto en comparación a nuestro país.“En ese momento consideré formar parte del cambio y decidí venir a estudiar Ingeniería Ambiental en la Universidad de Santiago, ya que el Departamento de Geografía de aquí tiene un enfoque global con el manejo de tecnología satelital y la aplicación de estas herramientas para la gestión ambiental local”, aseguró.Sobre el Plantel, Álvaro destacó el “espíritu guerrero, ya que a pesar de no contar con los recursos que algunas ramas deportivas tienen en otras universidades, batallamos al mismo nivel”.“En cuanto a la educación, rescato lo que recibí en el Departamento de Geografía en cuanto al compañerismo y disposición de los profesores a escuchar y ayudarnos a crecer”, comentó.No obstante, el valor que resalta de la Universidad es su cercanía con los temas sociales. “Siempre he sentido que la Usach tiene mucho que entregar a la sociedad, cambiando los paradigmas impuestos por las clases sociales más adineradas y entregando desde cada estudiante, una visión de agente de revolución”, enfatizó el deportista.Álvaro nació en Chillán, donde estudió en el Colegio Concepción. Sin embargo terminó su etapa escolar en el Colegio de La Salle en Talca.Su familia está compuesta por sus padres, su hermano, su gata Luli y su perra Huesita.“La naturaleza es mi pasión”Vivir en Talca y Chillán hizo que en Álvaro despertara el espíritu aventurero cercano a la naturaleza. En ese sentido, el joven agradece el que sus padres y amigos lo invitaran siempre a participar en actividades que tuvieran contacto con ella.“Todo esto provocó que mi estilo de vida se desarrollara en zonas de alta-media montaña. De hecho aprendí a escalar en el Valle de Los Cóndores, donde gracias a mis amigos ‘huasamacos’, adquirí las principales técnicas de aseguramiento y conocimientos de escalada deportiva para progresar en vías de mono largo y multilargos”, expresó.Álvaro cuenta que fue su hermano quien lo introdujo en la práctica de la escalada deportiva y tradicional, ya que éste es un kinesiólogo especializado en terapias alternativas dirigido a deportistas extremos.Como andinista sus mayores logros han sido contribuir al muro de escalada de la Universidad, así como participar de la selectiva nacional de montaña en 2016 y concretar cumbres como el marmolejo (6.100 msnm), la pared XX del plomo (5.130) y desarrollar diferentes escaladas de multilargo en roca, hielo y escalada mixta en el Cajón del Maipo.La expedición y el accidenteEl pasado 25 de noviembre, Álvaro y su compañero de la rama de Escalada Deportiva, Diego Ramos, se extraviaron durante un ascenso al Cerro Mesón Alto en el Cajón del Maipo.Los jóvenes realizaron la ruta conocida como Ambrus-Oyarzún, pero un accidente no les permitió regresar el 29 del mismo mes como habían informado a sus familias, por lo que equipos de emergencia activaron la búsqueda.Diego sufrió una caída durante la expedición, provocándole un esguince en el tobillo. Esto retrasó el retorno y tanto la Onemi, GOPE y Socorro Andino activaron la búsqueda de ambos deportistas.“Lamentablemente los errores en la montaña cuestan caro y en este caso el accidente pudo ser mortal. En el momento que Diego sufrió la caída, entendí que debía liderar y asumir los riesgos correspondientes con inteligencia. Confiar en tus capacidades es primordial”, indicó Álvaro, explicando que se dedicaron a racionar las marchas, hidratarse y mantener la temperatura corporal.El deportista agregó que esta es una práctica de “algo riesgo y todos los que practicamos este bello deporte debemos estar muy conscientes de ello. No podemos olvidar que tenemos que estar siempre alerta y evaluando las condiciones del lugar y nuestras condiciones físicas y mentales”.Finalmente, y gracias a la experiencia en este tipo de prácticas, los jóvenes lograron descender por sus propios medios a la carretera, donde un arriero les facilitó un celular, pudiendo comunicarse con sus familias.Respecto a las lecciones aprendidas tras esta fatídica expedición, Álvaro expresó que la principal es planificar mejor las salidas a la montaña e informar siempre del itinerario al personal de Carabineros y Socorro Andino.“Además es necesario estar capacitado para la actividad que quieres realizar, involucrar a la familia en el deporte que practicas, informar sobre los riesgos y las consideraciones que se toman al momento de hacer un ascenso o cualquier tipo de excursión”, indicó.En esta accidentada escalada, Álvaro aplicó sus conocimientos de montaña. “Tuvimos que escalar hielo, nieve blanda, roca cubierta con delgadas capas de hielo, roca con fisuras, descender encordados a través de un glaciar con grandes grietas y varios repeles”, relató.Al caer Diego por la ladera de nieve, Álvaro tuvo que buscar un sitio donde poder bajar a ver su estado. “Debía evaluar la zona de descenso, el horario y las condiciones en las que nos encontrábamos para tomar las decisiones”, manifestó.En lo concreto, finalmente “descendimos por un canalón de nieve blanda para luego pasar por una escalada en roca y retomar la ruta de descenso por la ladera”.Por otro lado el joven aprovechó de agradecer a sus compañeros y compañeras de Universidad: “Estoy agradecido por las muestras de afecto, así como de mis amigos de la rama y de la selectiva de alta montaña que se organizaron para buscarnos”.

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