Pregrado consolida sistema de calificación y evaluación docente y regula carga académica

Resoluciones y creación de nuevos planes de estudio son acciones que ha tomado la Institución para sortear falencias observadas tanto en la pasada evaluación de pares externos como en la autoevaluación.

Junto con la Gestión Institucional, la Docencia de Pregrado está considerada en la evaluación de áreas mínimas para que las instituciones puedan acreditarse. 
 
Para obtener este reconocimiento de excelencia se considera el conjunto de políticas y mecanismos institucionales destinados a asegurar la calidad de la formación educacional, enfatizando en aspectos relacionados con el diseño y aprobación de los programas ofrecidos; con su implementación y seguimiento; con el análisisde sus resultados y mecanismos de revisión y modificacióndel currículo, entre  otrosque afecten la calidad de la formación entregada.
 
En el caso de nuestra Casa de Estudios durante el proceso anterior y actual, surgieron observaciones que daban cuenta de aspectos que dificultaban alcanzar grados óptimos en estas materias. Falta de flexibilidad y articulación entre pre y postgrado en algunas Facultades, consolidación de los sistemas de Calificación Académica integrados a los convenios de Desempeño Académico, recarga de trabajo académico, entre otras fueron algunas problemáticas observadas. 
 
En el caso de la carga de trabajo del cuerpo docente este se encuentra  regulado por la resolución N°10301 de 2010, cuyo objetivo es que las labores sean repartidas en un promedio de 12 horas semanales en cada Unidad Académica entre los miembros de los profesores jornada, mandato que permite resguardar el equilibrio entre los tiempos destinados a los cuatro ámbitos de desarrollo de la carrera académica: docencia, investigación, gestión institucional y vinculación con el medio. 
 
Por otro lado, la situación de los profesores hora se encuentra regularizada desde el año 2013 en la resolución N°9852, la cual indica la cantidad de horas destinadas exclusivamente a la docencia que las Unidades Académicas pueden utilizar, impartidos por éstas, quienes se suman a los académicos en labores de instrucción. Los miembros que pertenecen a esta jerarquización pueden ser contratados por 16 horas.  
 
Para el Dr. Juan Carlos Retamal, vicerrector Académico, el proceso que está viviendo la Universidad  “ha sido intenso, constructivo y enriquecedor en el que se han integrado diferentes visiones institucionales”. 
 
Sobre la regulación de la carga horaria sostuvo que ha permitido que el desarrollo de los académicos no se vea afectado. “La Institución posee normativas que regulan la distribución del trabajo académico que contemplan los cuatro ámbitos del desarrollo de la carrera académica. La evolución de indicadores asociados a investigación se vería afectada si no existieran estas normativas. La evidencia indica una expansión notable en términos de publicaciones en los últimos cinco años”, expresó.
 
Con respecto a las observaciones hechas alos Sistemas de Calificación Académica integrados a los Convenios de Desempeño Académico, los cuales no estarían consolidados, el Plantel ha mostrado su compromiso con la excelencia del cuerpo académico consensuando en la Institución un nuevo mecanismo (Resol. 2196 de 2019) que determina requisitos de productividad académica que son propios de una Universidad compleja.
 
Dicha disposición contempla la incorporación explícita de indicadores de productividad académica con el fin de establecer una base común que considere la realidad de las diversas Facultades, Departamentos, Escuelas, Programas, Institutos y Centros.
 
En esta área el Vicerrector aseguró que “los procesos de evaluación y calificación del desempeño académico se han definido institucionalmente a partir del año 2009, y es una materia en la cual se han implementado modificaciones recientes considerando criterios más amplios de evaluación del cuerpo académico”. 
 
Además agregó que estos balances son relevantes para hacer crecer a la Corporación. “Es importante porque todos tenemos que contribuir a engrandecer a la Universidad de Santiago y debemos tener claridad de los requerimientos institucionales mínimos a los cuales debemos atender”.
 
Flexibilidad curricular
 
Nuestra Casa de Estudios  ha avanzado hacia el desarrollo de estructuras formativas más flexibles, entendiendo esto como un atributo esencial de los planes de estudio. En la resolución Nº 7441, se establecen los lineamientos institucionales de flexibilidad, articulación y otros mecanismos de armonización curricular entre los distintos niveles formativos.
 
En la Facultad de Química y Biología han trabajado decididamente en la flexibilización de las mallas curriculares de pregrado “permitiendo a los alumnos realizar un tronco común entre las carreras, con salidas intermedias certificadas (por ej. Bachiller de Ciencias Químicas) al segundo, cuarto y quinto año”, expuso la Dra. Leonora Mendoza, decana de la Unidad Mayor.
 
A las certificaciones intermedias se suma  el Minor en Gestión Institucional en Salud de Química y Farmacia, el primero aprobado por el Plantel. La autoridadexplicó que este “complementa las asignaturas propias de la carrera con otras que  se dictan en las Facultades de Administración y Economía y la de Ciencias Médicas. Esto les otorga un  grado mayor de especialización a los alumnos que deciden realizarlo, entregándoles mejores herramientas para desempeñarse en el campo laboral”. 

Redacción
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