A propósito de las recientes agresiones a candidatos presidenciales en la vía pública, académicos de dicho estamento de la Universidad, plantean que detrás de estos comportamientos personales se puede apreciar una forma de expresión ciudadana que nace de la frustración frente a las “malas prácticas” del Estado para atender sus demandas.
¿Cuál es la calidad formativa que los profesores están entregando en los colegios en lo que se refiere a formación ciudadana? Esta es la interrogante esencial que se formulan los académicos.En este contexto, el experto en violencia escolar (bullying) y académico, Dr. Jaime Retamal, está preocupado de “lo que hay detrás” de las agresiones a la ex presidenta Bachelet y al candidato Pablo Longueira. Se trata de “un malestar creciente que tiene que ver con la forma en que el ciudadano común percibe la desigualdad y la falta de oportunidades. Si bien es cierto tenemos que reprochar estas acciones de violencia, la pregunta recae en la calidad de la formación ciudadana que se entrega en las escuelas”.En opinión del académico Jaime Retamal, queda en evidencia que los establecimientos educacionales están preocupados por los resultados de las pruebas estandarizadas, y no necesariamente de formar éticamente a los ciudadanos.En opinión de la académica y experta en interculturalidad, profesora Elisa Loncón, no hay un concepto ni lenguaje común respecto a lo que se entiende por libertad y democracia. “Si les preguntan a cada una de las personas involucradas en el conflicto, qué entienden por democracia, todos dirían algo diferente. Y esto se debe a que en los años de proceso democrático, Chile no ha logrado construir de manera conjunta este concepto. La política tampoco se ha acompañado de la ética, la democracia está disfrazada de participación”.Rol de la escuelaPara el director del Departamento de Educación de la Universidad, Dr. Daniel Ríos, “los directivos y docentes no pueden ser indiferentes a estos malestares sociales. La escuela tiene una responsabilidad importante en la formación de los futuros ciudadanos, los que deben estar informados, tener visión propia, claridad en sus derechos y deberes, motivados y participativos para mejorar nuestra sociedad”.La piedra angular, según especifica Loncón, sería la transversalización de la interculturalidad para todos los chilenos, es decir que el diálogo entre las culturas y el respeto a la diferencia y a la dignidad del ser humano sea la base para la construcción de los aprendizajes en todo el proceso educativo, desde la enseñanza básica a la superior.A juicio de Daniel Ríos, la formación ciudadana debe estar plasmada en los proyectos educativos de las escuelas, en los contenidos curriculares y sobre todo en las prácticas pedagógicas, “porque a partir de ello se puede contribuir a una formación personal que considere a los otros como dignos de interacción. En suma, apelamos y buscamos favorecer la formación ética de los ciudadanos".En esta misma línea, el Dr. Retamal, afirma que “sería mucho más fácil avanzar desde un Ministerio de Educación con concepción ciudadana, más que uno que esté preocupado de fortalecer el mercado educacional”.Finalmente, los académicos concluyen que la escuela chilena debe volver a valorar la formación integral de los estudiantes y el Estado debe asumir la responsabilidad de asegurar la educación de calidad basada en valores de respeto, tolerancia y diálogo conjunto.