El pasado viernes 20 de diciembre, se llevó a cabo la ceremonia de cierre del proyecto del Fondo VIME “Maravillas: Innovación Tecnológica con Enfoque de Género para la Inclusión de la Niñez con Condición de Espectro Autista en la Educación Parvularia”. El evento reunió a diversas autoridades, participantes del Jardín Infantil Pequeñas Maravillas y colaboradores del proyecto.
La ceremonia contó con la presencia de la vicerrectora de Vinculación con el Medio, Dra. Ana María Fernández; la directora de la Escuela de Terapia Ocupacional, Mónica Palacios; y la gestora del proyecto, Fabiola Rodríguez, junto a su equipo de trabajo. Además, las educadoras de párvulos que participaron en las capacitaciones recibieron un reconocimiento por su compromiso.
El proyecto se centró en abordar un desafío clave en la educación inclusiva mediante el desarrollo de herramientas innovadoras. En palabras de Fabiola Rodríguez, académica de Terapia Ocupacional y gestora del proyecto, el objetivo es “generar innovación tecnológica para fomentar la participación de personas TEA o con limitación en la comunicación en la educación parvularia. Nosotros capacitamos a las profesoras, pero el objetivo final es que sea más fácil para las niñeces con autismo integrarse en su educación”.
Durante el año, se realizaron cuatro capacitaciones dirigidas a educadoras de párvulo y dos talleres adicionales para las familias. Estos espacios abordaron estrategias para confeccionar y utilizar materiales alternativos de comunicación, como tableros con palabras y acciones que los niños podían seleccionar para expresarse. Además, se implementó el uso de tablets con una aplicación que permite diseñar tableros digitales interactivos, ampliando las posibilidades de comunicación de los menores.
Roxana Reveco, directora de la Sala Cuna y Jardín Infantil “Pequeñas Maravillas”, destacó la relevancia del proyecto: “Ha tenido un impacto tremendo. Estamos siendo pioneros en una experiencia que no se ha dado en ningún jardín infantil, me atrevería a decir, de Chile”. También enfatizó los desafíos y aprendizajes que han surgido en los últimos años en la educación: “Nuestras aulas cambiaron, y ahora tenemos nuevas herramientas para enfrentar estos nuevos desafíos”.
Carolina Ureta, apoderada, también valoró el impacto de este proyecto en su vida personal: “Me explicaron sobre las alternativas que existen en el lenguaje para los niños, me entregaron material que ha permitido a mi hija expresarse mejor, y eso ha sido de gran ayuda”.
Por su parte, Fabiola Rodríguez compartió que el éxito del proyecto ha generado nuevas oportunidades: “A raíz de este proyecto, la Escuela Diferencial de Maipú se contactó con nosotros para desarrollar un segundo proyecto VIME, lo que nos motiva a seguir avanzando en esta área”.
La ceremonia cerró con un llamado a continuar fortaleciendo la inclusión en la educación parvularia, destacando el rol fundamental de la Universidad de Santiago de Chile y el Fondo VIME en la generación de proyectos que transforman la educación y mejoran la calidad de vida de las niñeces y sus familias.