Con la primera ejecución del plan “Paso a Paso” ocurrida el día viernes 24 de julio, se anunció que siete comunas del sector nororiente de la Región Metropolitana, más dos comunas de la Región de Valparaíso, avanzaron a la etapa 2, es decir, la de “Transición”, pero ¿Qué significa esto en la práctica? En resumidas cuentas, tiene que ver con un relajo en ciertas restricciones personales respecto a la cuarentena. De esta manera, los habitantes de esta comunas se pueden mover libremente durante la semana, volviendo al confinamiento el fin de semana y festivos.
El problema de esto radica en que la Transición implica un avance significativo en la movilidad de las personas que no se condice con una severidad de criterios apropiada para progresar a esta etapa. Más aun considerando que las medidas para avanzar al segundo paso están muy por debajo de lo que recomienda la OMS, por ejemplo: de acuerdo al plan “Paso a Paso” una comuna podrá avanzar a la etapa de Transición, si tiene una tasa de reproducción efectiva (o R efectivo) menor a 1, si tiene una tasa de positividad regional menor al 15% y si el porcentaje de casos aislados en menos de 48 horas es mayor al 80%. Adicionalmente, no se considera un criterio respecto a los casos nuevos que tienen nexo con casos confirmados conocidos.
¿Qué pide la OMS para comenzar a avanzar en medidas de desconfinamiento? Entre otras cosas, pide un 5% de tasa de positividad durante las últimas dos semanas y un 80% de casos nuevos con nexo de casos anteriormente confirmados, criterios mucho más duros que los considerados para pasar a la etapa de transición del plan del Gobierno. Además, este último punto es sumamente clave ya que habla sobre el nivel de trazabilidad que tenemos sobre los nuevos casos.
Si bien el criterio respecto a la tasa de reproducción efectiva está acorde con lo que pide la OMS, el dato no es público, ni tampoco sabemos el método utilizado para su cálculo, por lo que nuevamente la transparencia de la información resulta un problema. En esta misma línea, los datos de trazabilidad se comenzaron a informar en los últimos informes epidemiológicos, pero la falta de información desagregada o histórica respecto a estos indicadores nos pueden llevar a dudar respecto a cómo son calculados.
Lamentablemente, la confianza en el Gobierno no ha sido suficientemente cultivada durante esta pandemia y para tomar decisiones tan delicadas, como el levantamiento de la cuarentena, es de vital importancia tener la seguridad de que las decisiones que se están tomando estén basadas en criterios objetivos. Para ello, transparentar cada uno de los indicadores es clave.
Por ejemplo, ¿sabemos por qué la comuna de Las Condes está en etapa de Transición y Providencia no? ¿Sabemos por qué Lo Barnechea está en etapa de Transición y la comuna de Santiago no? Usando la información disponible las respuestas a estas preguntas no son claras, ya que solo tenemos las palabras de las autoridades que afirman que esto se debe a que las comunas de Providencia y Santiago tienen mayor movilidad y sí, intuitivamente es así, pero este criterio no estaba incluido en los presentados por el Gobierno al inicio de este plan para un levantamiento de la cuarentena. De nuevo, tampoco tenemos datos oficiales de las autoridades al respecto.
Finalmente, como último punto me pregunto: ¿Qué tan apropiado es un desconfinamiento por zona en una región como la Metropolitana? si consideramos la gran movilidad que hay entre las comunas del Gran Santiago, no es apropiado, ya que, cuántos trabajadores de Puente Alto cumplen servicios esenciales en comunas como Las Condes. Es ingenuo pensar que un rebrote en las comunas en etapa de transición no afectará también a las otras comunas de la Región. Lo más apropiado era esperar a tener buenos indicadores de ocupación hospitalaria y trazabilidad en todas las comunas del Gran Santiago para avanzar a una etapa de transición. Por ejemplo, según el último informe de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI) existe un 96% de ocupación de camas UCI en el sector suroriente de la capital, por lo que un rebrote en este sector sería muy grave, dado que no tendríamos capacidad de camas para los contagiados grave y, por ende, ¿cuántos fallecidos tendríamos que lamentar por falta de atención en un rebrote en el sector suroriente de la Región? Esto sin considerar que la disponibilidad de las camas no considera que muchas de las UCI disponibles están reconvertidas en otros servicios, los cuales en un contexto de reapertura deberán volver a funcionar con normalidad.
Es vital recordar que el tiempo que duraremos desconfinados dependerá en gran parte de que la decisión de levantar la cuarentena se haya tomado de manera oportuna .En nuestro país, tenemos ejemplos que han implicado una explosión de casos muy difícil de controlar. Esto pasó en la comuna de Antofagasta, cuya cuarentena levantada a finales de mayo, fue un factor muy importante en que ciudad sea hoy la comuna de regiones con más casos acumulados desde el inicio de la pandemia.
Espero equivocarme, pero creo que en el caso de las 7 comunas de la Región Metropolitana que entraron en fase de transición, la decisión se tomó de manera apresurada.
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Más dudas que certezas ha generado el plan llamado “Paso a Paso” que considera cinco etapas de desconfinamiento que van desde la cuarentena hasta la apertura total. Para ello, son observados un conjunto de indicadores tanto epidemiológicos como de ocupación hospitalaria y de trazabilidad a nivel regional y comunal. Es decir, el plan no está pensando para un desconfinamiento regional, sino que se enfoca en levantar la cuarentena de una o más comunas.
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