Con dos funciones a capella: Coro Madrigalista celebra los 200 años de reconocido compositor austriaco
Antes de ser reconocido como uno de los más grandes sinfonistas, Anton Bruckner (1824-1896) fue un hombre de coros y música sacra. Hijo de un profesor y organista de iglesia, desde niño cantó en el Monasterio de San Florián y luego se dedicó a dirigir agrupaciones corales de monjes, además de enseñar en diversas parroquias. Cuando ya era un veinteañero, volvió a la fastuosa abadía que había conocido de niño y permaneció durante una década, trabajando como organista y escribiendo sus primeras composiciones de relevancia, la mayoría de inspiración religiosa.