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Investigadores trabajan en desarrollo de vacuna contra bacteria que ataca a salmones

Investigadores trabajan en desarrollo de vacuna contra bacteria que ataca a salmones

  • Mediante un proyecto Fondecyt Regular, investigadores de la Facultad de Química y Biología, liderados por la Dra. Brenda Modak, indagan una cura que permita proteger a la salmonicultura nacional de la peligrosa bacteria Piscirickettsia Salmonis, utilizando plantas silvestres del desierto de Atacama.
  • “Los productos sintéticos han acarreado problemas donde se han utilizado, acumulándose en el fondo del mar luego de ser aplicados. Por eso, nosotros hablamos de un desafío sanitario de la acuicultura nacional, ya que al trabajar con un compuesto natural no tan sólo obtendremos una cura menos invasiva, sino que también habrá menos contaminación de las aguas donde se utilice”, destaca la Dra. Modak.

El desarrollo de la acuicultura en Chile ha tendido al crecimiento en las últimas décadas, ubicando al país en el primer lugar de los productores de América, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). A esta cifra, se suma que el 76 por ciento de los cultivos nacionales de peces corresponden a salmón, según el Servicio Nacional de Pesca. Por esto, las infecciones que afectan a la salmonicultura nacional, pueden ser un grave problema para el país.

“A nivel mundial somos el segundo país en importancia, después de Noruega, en cuanto a salmonicultura. De tal manera que todo lo que tiene que ver con enfermedades infecciosas, se vuelve relevante, aún más, cuando se trata de la Piscirickettsia salmonis, que es una bacteria que ha provocado la muerte de alrededor del 50 por ciento de la población de salmones nacionales”, dañando a una industria que genera más de 60 mil empleos en el zona sur, destaca la Dra. Brenda Modak.

Con el fin de encontrar soluciones efectivas a este problema, la Dra. Modak, junto a un equipo multidisciplinario de la Facultad de Química y Biología de la Universidad, desarrolla el proyecto Fondecyt Regular “Evaluación de productos naturales con potencial actividad antibacteriana contra P. Salmonis”.

“Tratamos de probar la actividad de productos naturales, aislados desde plantas, contra esta bacteria (P. Salmonis), la que ha sido difícil de atacar con antibióticos sintéticos de uso común. No obstante, nuestros compuestos han dado buenos resultados como antivirales e inmunoestimulantes para salmones; por lo que surgió la idea de probarlos en salmones ya infectados”, indica la académica.

Para desarrollar la cura, los investigadores trabajarán con plantas que crecen de manera silvestre en el desierto de Atacama, las que debido al adverso ambiente en el que están inmersas, producen una resina que las envuelve.

“Extraeremos la resina de la planta y después separaremos sus distintos componentes. Hemos visto que la resina está formada por dos grandes grupos de compuestos, de donde tomaremos algunos ejemplos y los probaremos contra la bacteria”, adelanta la especialista de la U. de Santiago.

En esta investigación participan tres laboratorios del Plantel: química de productos naturales, inmunología y virología. Primero, se iniciará el estudio de la resina extraída hasta obtener los compuestos puros y luego se producirá el crecimiento celular de la bacteria. Posteriormente, se realizará el trabajo in vitro, observando cómo la bacteria es afectada por los compuestos, para finalizar con el trabajo in vivo, infectando salmones para luego aplicarles una inyección con el producto elaborado.

“Los productos sintéticos han acarreado problemas donde se han utilizado, acumulándose en el fondo del mar luego de ser aplicados. Por eso, nosotros hablamos de un desafío sanitario de la acuicultura nacional, ya que al trabajar con un compuesto natural no tan sólo obtendremos una cura menos invasiva, sino que también habrá menos contaminación de las aguas donde se utilice”, destaca la Dra. Modak.
 

Plantel se adjudica Fondos Corfo por dos mil 600 millones de pesos para apoyar emprendimientos científico tecnológicos

Plantel se adjudica Fondos Corfo por dos mil 600 millones de pesos para apoyar emprendimientos científico tecnológicos

  • El Centro Innovo, de nuestra Casa de Estudios, obtuvo estos recursos  para operar durante cuatro años el Fondo Subsidio Semilla de Asignación Flexible (SSAF), instancia destinada a acelerar emprendimientos científico tecnológicos, innovadores y con impacto a nivel internacional.
  • “Esta adjudicación implica un reconocimiento a la labor de la Incubadora de Negocios del Centro, que se ha dedicado a promover la cultura de la innovación y el emprendimiento y ha ayudado a formar nuevas empresas de base tecnológica”, remarca el director de Innovo, Luis Lino.

Con el objetivo de potenciar emprendimientos científico-tecnológicos, la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), adjudicó al Centro Innovo de la Universidad dos mil 600 millones de pesos, para operar durante cuatro años el Fondo Subsidio Semilla de Asignación Flexible (SSAF), cuyos recursos deberán ser destinados a apoyar empresas emergentes (startup), innovadoras y de alto impacto.

“El objetivo es acelerar emprendimientos científico-tecnológicos nacionales en etapa temprana de comercialización, basados en tecnologías que se encuentran en la última milla de desarrollo y que tengan un impacto potencial a nivel internacional. Para el primer año tenemos disponibles 500 millones de pesos y para el resto del período, 700 millones cada año”, explica el director de Innovo, Luis Lino.

Los recursos serán destinados a emprendedores científico-tecnológicos a través de un concurso al que deberán postular los interesados que cumplan con los requisitos. Para aquellos emprendimientos que se adjudiquen los fondos SSAF, el Centro Innovo contempla una primera fase de validación comercial internacional, para lo cual se dispondrá de 10 millones de pesos. Mientras que para la segunda etapa de apoyo a la comercialización, hay 50 millones de pesos. Para ambas etapas se requiere cofinanciamiento, ya que los emprendedores deben aportar con el 25% del costo total del proyecto.

“Para la convocatoria se invitará a emprendedores con proyectos tecnológicos, así como a otros centros académicos o de investigación nacionales. El primer llamado está previsto entre agosto y octubre de 2014 y los proyectos serán evaluados por su innovación, equipo de trabajo, desarrollo de la tecnología e impacto país”, señala el director de Innovo.

A su juicio, esta adjudicación implica un reconocimiento a la labor de la Incubadora de Negocios del Centro, que se ha dedicado a promover la cultura de la innovación y el emprendimiento y a formar nuevas empresas de base tecnológica.

Actualmente se incuban 33 empresas  en áreas como la ingeniería, la ciencia de la vida, la biomedicina y la tecnología de la información con impacto en la industria, destacando iniciativas como el desarrollo de un equipo de captación de energía mareomotriz, una solución biotecnológica para el tratamiento de los residuos líquidos mineros, el primer automóvil eléctrico de Chile y un nuevo sistema de disipación de energía para edificios, entre otros.
 

Cielo austral nocturno fue capturado por estudiantes de Ingeniería Física

Cielo austral nocturno fue capturado por estudiantes de Ingeniería Física

  • El Grupo de Óptica y Fotónica del Plantel, liderado por el estudiante de postgrado, Pablo Fredes, organizó un campamento didáctico de astrofotografía, tendiente al aprendizaje del manejo de diversos instrumentos con tecnología de punta, para observar el panorama estelar, logrando fotografías inéditas.

Cerca de quince estudiantes de la carrera de Ingeniería Física asistieron al Primer Campamento de Astrofotografía en las Noches Australes, organizado por el Grupo de Óptica y Fotónica de la Universidad que es parte del capítulo estudiantil de la Sociedad Americana de Óptica, OSA por sus siglas en inglés.

Durante dos noches, los jóvenes del grupo compuesto por estudiantes de pre y postgrado de la carrera de Ingeniería Física, participaron en la actividad, que fue patrocinada además por el Centro Cultural de Astronomía La Cisterna, y que los llevó hasta el Observatorio Turístico y Educativo Roan Jasé, en el Cajón del Maipo con la finalidad de que conocieran en terreno el trabajo de observación con diferentes telescopios y cámaras CCD, de alta resolución, asociadas a un computador para la captura de imágenes del cielo nocturno.

Cerca de quince estudiantes, junto a cinco miembros del Centro Cultural de Astronomía tuvieron oportunidad de observar la superficie del Sol y sus manchas durante las jornadas diurnas, y también de disfrutar de interesantes charlas sobre el ciclo de las estrellas, constelaciones, exoplanetas, astrobiología y cosmovisión mapuche, por ejemplo.

“Aprendimos mucho, como poner en ‘estación’ los telescopios, entender el tema de los espejos y los lentes, conocer distintos tipos de telescopios y ubicar cuerpos celestes en el cielo. Es muy impresionante ver los planetas directamente”, sostuvo el estudiante de Ingeniería Física, Daniel Barrientos, agregando que la experiencia fue enriquecedora incluso desde el punto de vista espiritual.

Para los jóvenes el acercamiento a la astronomía también representa una ventana en el abanico de opciones laborales relacionadas a su carrera y no descartan la posibilidad de llegar a trabajar en alguno de los importantes observatorios astronómicos instalados en nuestro país.

Astronomía en la Universidad

Pablo Fredes, presidente del Grupo de Óptica y Fotónica OSA Student Chapter Universidad de Santiago, es también docente del Departamento de Física y tesista de postgrado en Filosofía de la Ciencia; desde su experiencia como profesor, aseguró que la astronomía es un campo que nuestra Institución podría potenciar, sobre todo con el vínculo que establece el Planetario y el entusiasmo de los estudiantes de su Departamento.

“En todo estudiante de Física hay interés en la astronomía” aseguró a la vez que es evidente el interés y el campo de investigación, considerando la ventaja de los cielos de nuestro país. “Quizá nuestra actividad pueda contribuir a que esa rama se desarrolle en la Universidad”, acotó Fredes.

Explicó que la idea de realizar  el campamento nació el año pasado, cuando los socios del Grupo eligieron la actividad que querían realizar el 2014 y que sería financiada por la Optical Society of America desde los Estados Unidos.

La OSA, a través de su capítulo estudiantil, costea actividades con el objetivo de difundir, promover, divulgar e incentivar el estudio de ciertas ramas de la física como la óptica y las propiedades y flujo de los fotones, conocida como fotónica.

“Con la subvención de la OSA pudimos comprar una cámara CCD, que acoplamos a un telescopio” y también el traslado, alimentación e ingreso al lugar, indicó Pablo Fredes.

La organización de la actividad fue en conjunto con el Centro Cultural de Astronomía La Cisterna, cuyos socios son aficionados a la astronomía, con ganas de compartir sus conocimientos y equipos.

“Quedamos con muy contentos con el resultado, porque se trató de jóvenes que saben mucho de óptica, pero que no habían tenido oportunidad de ver a través de un telescopio, ni de tomar fotos con esta clase de instrumentos. Además, las imágenes que pudimos obtener son un valioso material, por lo que sentimos una doble satisfacción”, indicó Manuel Tobar, miembro del Centro Cultural de Astronomía La Cisterna.

 En octubre el Grupo de estudiantes planea realizar el Segundo Congreso Nacional de Óptica y Fotónica donde se espera poder exponer las fotografía logradas durante el campamento que se realizó del 4 al 6 de abril.

“Queremos hacer más actividades, generar más vínculos y poder postular a otros fondos, quizá nacionales o internos”, agregó Pablo Fredes.
 

Desarrollan película protectora de alimentos utilizando subproductos nacionales

Desarrollan película protectora de alimentos utilizando subproductos nacionales

  • Un equipo interdisciplinario de la Universidad, liderado por la investigadora de la Facultad Tecnológica, Dra. Silvia Matiacevich, está abocado a la creación de una laminilla comestible que podría aumentar en un 30 por ciento la vida útil de alimentos frescos.

Conservar de mejor forma los alimentos ha sido una de las preocupaciones constantes de la industria alimentaria. Por esto, el envase es fundamental, ya que de él depende la calidad del producto y su vida útil, no obstante, el envoltorio debe ir en armonía con el medio ambiente.

Este panorama derivó en el desarrollo de una alternativa sustentable para los envoltorios: las películas comestibles como recubrimiento de alimentos, que actualmente están siendo utilizadas ampliamente, convirtiéndose en una tendencia mundial. En nuestra Casa de Estudios, un grupo interdisciplinario de investigadores busca replicar dicho avance, otorgándole valor agregado a  diversos subproductos nacionales.

Lo anterior, será factible gracias al proyecto Dicyt Asociativo “Recubrimientos Bioactivos para Alimentos”, el que reúne a expertos de diferentes facultades del Plantel.

“Nosotros vamos aprovechar subproductos de la industria de alimentos, considerados como material de descarte o desechos. Vamos a darle un valor agregado, incorporándole componentes con propiedades antimicrobianas y antioxidantes con el fin de aumentar la vida útil de algún producto alimenticio fresco”, señala el Dr. Daniel López.

Para dicha tarea se concertaron académicos de tres facultades distintas: el Dr. Rubén Bustos de Ingeniería (Dpto. de Ingeniería Química); el Dr. Diego Venegas y la Dra. Marlén Gutiérrez de Química y Biología (Dpto. de Química de los Materiales); y el Dr. Daniel López y la Dra. Silvia Matiacevich de la Facultad Tecnológica (Dpto. de Ciencia y Tecnología de los Alimentos), siendo esta última quien lidera el proyecto.

Dentro de los dos años que contempla el proyecto, los investigadores esperan observar cuál es el efecto sinérgico de dicha combinación de productos, esperando aumentar la vida útil de los alimentos en más de un 30 por ciento.  

Interdisciplinariedad

Gran parte de los profesores asociados a este proyecto son partícipes de un grupo más amplio que surgió a finales del año 2013: Indi, Asociación de Investigadores por el Desarrollo e Interdisciplinariedad de la Universidad de Santiago de Chile.

“Todos en algún momento hemos participado en algunas de estas iniciativas, buscando esa interdisciplinariedad. Es así como hemos ido conociendo personas y generando contactos. Lo bueno es que más allá de admirar el trabajo de los demás, surge la posibilidad real de realizar estudios en conjunto. Por eso, valoramos este tipo de proyectos, ya que incentiva la inclusión y la interdisciplinariedad”, propia de una Universidad, expresó la Dra. Matiacevich.
 

Investigadores del Plantel fueron seleccionados por Corfo para capacitarse en Silicon Valley

Investigadores del Plantel fueron seleccionados por Corfo para capacitarse en Silicon Valley

  • El Dr. en Biotecnología, Patricio Flores y la estudiante del Magíster de Gestión Tecnológica, mención Biotecnología, Yu-Wen Tang, ambos de la Facultad de Química y Biología, obtuvieron financiamiento para desarrollar una estrategia de comercialización de una enzima que posee múltiples ventajas en el diagnóstico de enfermedades.

Producto del trabajo realizado en su tesis doctoral y tras haber obtenido recursos mediante el Concurso "Go To Market, de la Idea al Mercado" de Corfo, el equipo de investigadores viajará a capacitarse a Silicon Valley, como parte de la tercera etapa del proyecto "Desarrollo de estrategia de comercialización para una enzima Glutamato Deshidrogenasa GDH altamente estable".

Este proyecto, desarrollado bajo la tutela de la profesora asociada de la U. de Santiago, Dra. Jenny Blamey, propone el reemplazo de la enzima GDH bovina por una derivada de un microorganismo extremófilo antártico (capaces de soportar condiciones extremas de temperatura, pH, presión, salinidad, entre otros), la que supera las  deficiencias  de su antecesora. Su uso más común, reside en el área de laboratorios clínicos, donde es utilizada para el diagnóstico de enfermedades hepáticas y renales.

A juicio del investigador Patricio Flores, "el descubrimiento de esta nueva enzima, Glutamato deshidrogenasa (GDH), mejora la vida media de cinco diferentes kits de diagnóstico, superando ampliamente en termoestabilidad a la que se usa actualmente”. El académico remarca que  “lo más importante es que también se soluciona el problema de baja vida media de los "antiguos" kits de diagnóstico, evitando la eliminación de kits vencidos sin utilizar, mejorando la fiabilidad en los resultados, disminuyendo costos, reduciendo pérdidas para las empresas y posibilitando, además, la mantención de un stock capaz  de responder con prontitud a los requerimientos del mercado".

"La nueva enzima posee mucha más estabilidad. Puede ser almacenada a temperatura ambiente, reteniendo más del 85% de su actividad por 50 días. En cambio, la bovina pierde completamente su actividad en las mismas condiciones", aclara el Dr. Flores, en relación a los resultados de este proyecto que involucra a la Universidad y la Fundación Científica y Cultural Biociencia.

Go To Market

“Go To Market de la Idea al Mercado” es una iniciativa  que busca identificar aquellas investigaciones desarrolladas en las universidades, centros tecnológicos y empresas chilenas, que han generado tecnologías con potencial en el mercado global.

“La postulación al Concurso Go to Market de Corfo,  coincidió con los últimos pasos para terminar mi tesis de postgrado en la que estuve desarrollando el prototipo del producto, es decir la enzima GDH desde un microorganismo termófilo antártico”, indica Patricio Flores.

En la actualidad, el proyecto se encuentra en su tercera etapa, la que implica recibir capacitación en Standford Research Institute (SRI), agendar reuniones con inversionistas y clientes interesados y desarrollar una estrategia de comercialización para la entrada al mercado del producto, todas actividades que ambos investigadores mantendrán durante su estadía en Estados Unidos.
 

Plantel sede de reunión de expertos en genética

Plantel sede de reunión de expertos en genética

  • El próximo 4 de abril se darán cita en la Universidad, investigadores de todo el país que trabajan en torno a la genética cuantitativa, una disciplina científica que podría aportar significativamente al mejoramiento de especies y generación de nuevos productos.

Los transgénicos son un tema que genera controversia, sin embargo, poco se habla de técnicas que podrían evitar su uso y cuyos resultados pueden repercutir favorablemente en diferentes sectores productivos del país. Esta herramienta es la genética cuantitativa, área que dará vida al “1º Encuentro de Genética Cuantitativa de Poblaciones, acortando la brecha genotipo-fenotipo”.

La actividad se desarrollará el próximo 4 de abril, donde expertos provenientes de todo el país se reunirán a debatir sobre la materia, sus alcances, implicancias y avances.

La actividad es organizada por el Dr. Francisco Cubillos, investigador del Laboratorio de Microbiología y Biotecnología Aplicada (Lamap) del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta). Según explicó el académico, esta instancia surge ante la falta de iniciativas similares en Chile, por lo que “buscamos con este encuentro generar una comunidad que contribuya a optimizar el trabajo que estamos realizando”.

Respecto a los asistentes, según detalla el organizador, serán “científicos que trabajan en el área de la genética cuantitativa, específicamente en acortar la brecha entre lo que es el genotipo, es decir, nuestras diferencias a nivel genético, y el fenotipo, que son los rasgos que se presentan en las poblaciones”.

En relación a esta línea de trabajo en el país, el académico considera que existe un elevado desarrollo, pues se realizan estudios en áreas muy diversas, como plantas, peces, algas y levaduras.

Lo anterior, según explica el Dr. Cubillos es posible gracias a que la genética cuantitativa es “una técnica bastante amigable para el mejoramiento de una especie o para el mejoramiento de la generación de un producto”, agregando que “lo que nosotros hacemos es tratar de entender la variación genética que existe y tratar de incorporarlo de tal forma de generar, por ejemplo, individuos resistentes a alguna enfermedad o que sean capaces de aguantar cierto estrés ambiental, usando netamente lo que ya existe en la naturaleza”.

En relación a las expectativas del encuentro, el investigador espera “que exista discusión de los temas, que se generen redes y colaboraciones, que se apoye a los estudiantes y que esto continúe en el futuro”.

La actividad contará con la participación de destacados investigadores, entre ellos Patricio Hinrichsen del Grupo Vides Inia La Platina, Levi Mansur de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Roberto Nespolo de la Universidad Austral, entre otros. En representación de esta Casa de Estudios participarán el Dr. Rodrigo Vidal y Dr. Renato Chávez de la Facultad de Química y Biología, además de los investigadores del área de levaduras del Plantel.

La actividad se desarrollará el viernes 4 de abril entre las 09.00 y 18.00 horas, en la Sala de Conferencias A del Centro de Eventos Nacionales e Internacionales de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio, Las Sophoras 175.

Los interesados en participar pueden inscribirse en el correo francisco.cubillos.r@usach.cl

Centro de Estudios de los Alimentos del Plantel se acredita como laboratorio de alto estándar científico

Centro de Estudios de los Alimentos del Plantel se acredita como laboratorio de alto estándar científico

  • El Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CECTA) de la Universidad, se acreditó como laboratorio por un periodo de cuatro años, ante el Instituto Nacional de Normalización (INN), organismo encargado de certificar la existencia de infraestructura, equipamiento y personal calificado, en este caso, para el desarrollo de pruebas científicas en las áreas de química y microbiología. El rector Juan Manuel Zolezzi felicitó a los directivos del Centro, académicos y estudiantes por este logro, remarcando que “el compromiso de nuestra Universidad con las ciencias, la tecnología y la innovación está expresado fielmente en este laboratorio y por eso continuaremos fortaleciéndolo”.

Este miércoles (8), el rector de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Juan Manuel Zolezzi, llegó hasta el edificio del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta) para felicitar a su equipo directivo, académicos y estudiantes por la acreditación de dicha unidad ante el Instituto Nacional de Normalización (INN).

El INN es una fundación autónoma creada por Corfo, cuyo rol es fomentar la elaboración y uso de normas chilenas y acreditar organismos de evaluación de la conformidad como el Cecta de la U. de Santiago de Chile, centro que fue avalado por el período máximo de cuatro años.

Luego de un proceso iniciado en 2009, con mayor énfasis a partir de 2011, finalmente el INN informó en diciembre de 2013 que el Cecta cuenta con  la infraestructura, equipamiento y personal calificado para la elaboración de pruebas científicas como Laboratorio de Ensayo en las áreas de Química y Microbiología.

En su visita, el rector Juan Manuel Zolezzi reconoció “el gran trabajo realizado por quienes forman parte de Cecta, en un proceso de acreditación que no es fácil”.

“He conocido el esfuerzo que ha hecho Cecta para acreditarse. Estos no son procesos sencillos pero los excelentes resultados obtenidos valen la pena. Además, con esta resolución se le da un importante respaldo tanto al Centro como a la Universidad que ha aportado recursos para este relevante logro y lo seguirá haciendo”, señaló la máxima autoridad del Plantel.

“El compromiso de nuestra Universidad con las ciencias, la tecnología y la innovación está expresado fielmente en este laboratorio, es por ello que nos interesa seguir fortaleciendo este tipo de entidades y esperamos que eso nos sirva para seguir atrayendo investigaciones desde el mismo Plantel y el exterior”, afirmó el rector.

Por su parte, el director del Cecta, Claudio Martínez, calificó la acreditación por parte del INN como “un hito en la historia de nuestro Centro”.

“Esta determinación reconoce una forma de trabajo muy profesional y nos abre las puertas para emprender proyectos más complejos, en interacción con empresas, principalmente exportadoras de alimentos a las que antes no podíamos acceder. Esta es una gran oportunidad y el desafío es aprovecharlo lo mejor posible”, manifestó Martínez.

“Ahora, por ejemplo, podemos acceder a otro tipo de certificaciones, a través del SAG o Sernapesca, instituciones que requieren que uno esté acreditado previamente”, agregó.

“Es decir, la acreditación fue un primer gran paso, pero ahora la misión es que el Cecta siga avanzando tal como lo ha hecho hasta ahora: con el mayor respeto a las normas y estándares de calidad posibles”, concluyó Claudio Martínez, director del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Santiago de Chile, acreditado por el INN.

Estudio sobre biología computacional causa impacto en la comunidad científica internacional

Estudio sobre biología computacional causa impacto en la comunidad científica internacional

  • Según la base de datos Scopus, el artículo más citado de la Institución durante el año 2012, pertenece a Mario Inostroza del Departamento de Ingeniería Informática, quien es parte de un equipo interdisciplinario de Australia que realizó hallazgos asociados a genomas de diferentes organismos, además de estudios sobre biología computacional.

El año 2012 la Universidad de Santiago de Chile publicó 421 artículos científicos según la base de datos Scopus. De este número, el texto más citado fue el del PhD Mario Inostroza, investigador del Departamento de Ingeniería Informática, unidad dependiente de la Facultad de Ingeniería.  Para determinar este resultado se consideró el año mencionado, cerrando el registro el 28 de noviembre de 2013.

El trabajo titulado “Genome-wide analysis of long noncoding RNA stability”, fue publicado en la revista estadounidense Genome Research (Q1), donde se dan a conocer nuevos descubrimientos vinculados al genoma de diferentes organismos, además de estudios sobre biología computacional, entre otros temas relacionados.

Para el autor y experto en Ciencias de la Computación, “el ser citado por la comunidad científica es un reconocimiento a la actividad de investigación que estoy llevando a cabo. Mis objetivos son continuar por esta línea de trabajo y aportar desde la informática a nuevas áreas de desarrollo”.

Este trabajo fue el resultado de una colaboración interdisciplinaria con grupos de investigación de Australia, donde el académico aportó desde su disciplina. “Mi contribución particular fue desde el mundo de la informática y el desarrollo de herramientas avanzadas de análisis de datos”, señala Inostroza.

Los resultados presentan nueva evidencia de la forma en que trabajan secuencias de ADN, que antes se pensaban sólo como ADN basura. “En particular, se encontró un comportamiento estable de un gran grupo de estas secuencias, lo que muestra que pueden poseer un rol importante en metabolismos complejos y funciones diversas”, explica.

Para el académico, junto con los aportes netamente científicos, el otro aspecto destacable de este trabajo es que refleja el espíritu del Departamento de Ingeniería Informática, donde se aplican los conocimientos de la disciplina y las ciencias de la computación a diversas áreas, colaborando con grupos de investigación de primer nivel.

Calidad versus cantidad

Un tema que constantemente es discutido dentro de la comunidad científica, es si debe privilegiarse la cantidad o calidad de los artículos. Al respecto, el PhD Mario Inostroza plantea que un artículo pasa por varios procesos de verificación, lo que finalmente da cuenta de su calidad, resguardando su nivel.

En primer lugar se examina el  trabajo del investigador, quien debe cumplir con todos los pasos con la rigurosidad científica correspondiente. Luego, está el proceso de revisión al que se somete el artículo en la revista o conferencia correspondiente. Finalmente, es la comunidad científica la que juzga la calidad del artículo, al citar y utilizar los resultados de un trabajo.

“En los últimos años, lo que se juzga principalmente es la cantidad de publicaciones de un investigador, reconociendo y considerando a aquellos que tienen un mayor número de publicaciones. Larga es la discusión sobre la naturaleza de las diferentes áreas, en las cuáles el número de publicaciones varía de manera considerable. Creo que una política de reconocimiento diferenciada por área de investigación, contribuiría positivamente a mejorar la calidad y el impacto de los trabajos presentados”, expresó el Inostroza.

Respecto a qué debiese promover la Universidad en esta materia, el profesor Inostroza tiene una opinión clara: “Junto con promover que investiguemos y publiquemos en revistas de alto impacto, deberían potenciar el trabajo colaborativo y la creación de redes de trabajo con instituciones y grupos de investigación de primer nivel internacional. Esto trae no sólo beneficios para el investigador, sino que permite la visita de investigadores de renombre, de intercambio de alumnos de pre y postgrado”.

Finalmente, el académico planteó la necesidad de resguardar la calidad versus la cantidad en la producción científica de la Institución. “Actualmente, la mayoría de los incentivos de  la Universidad apuntan al corto plazo (por ejemplo, número de publicaciones en un año), y no conozco medidas que sean de mayor alcance. Un ejemplo es el proceso de Evaluación de Antecedentes de Investigación y Asignación de Estímulo a la Excelencia en Investigación, donde se cuentan la cantidad de publicaciones, y no el impacto que éstas han tenido”.

Nuevo centro de investigación aplicada integrará informática, psicología y neurociencia

Nuevo centro de investigación aplicada integrará informática, psicología y neurociencia

  • La implementación de esta nueva instancia de investigación, fue anunciada este martes (3) por el rector Juan Manuel Zolezzi, en el marco del lanzamiento de un Programa de Mejoramiento Institucional (PMI), con financiamiento del Ministerio de Educación. El propósito del nuevo Centro de Innovación en Tecnologías de la Informática para Aplicaciones Sociales (Citiaps), es mediar entre las investigaciones y su viabilidad como productos tipo software, que puedan ser desarrollados comercialmente bajo la premisa de integrar innovación y ciencia.

El Programa de Mejoramiento Institucional (PMI) fue concebido por la Corporación como una estrategia para alcanzar excelencia de clase mundial de una manera novedosa, integrando tres áreas de investigación para el desarrollo de la innovación basada en la ciencia: Tecnología de la información, psicología y neurociencia. Para financiarlo, la Universidad se adjudicó un fondo concursable del Ministerio de Educación bajo el formato de convenio de desempeño.

“Con este proyecto pretendemos mejorar la competitividad internacional, incrementar notablemente la productividad científica en la Universidad, y alcanzar niveles  superiores de formación académica y descubrimientos científicos. Todo ello a través de los centros de investigación altamente especializados e interdisciplinarios con los que ya contamos, y otros que nos hemos comprometido crear”, sostuvo el rector Juan Manuel Zolezzi.

En la ceremonia de lanzamiento del programa, realizada ayer (3) en el Salón de Honor, la máxima autoridad de nuestra Corporación indicó que el PMI delineará el futuro de la investigación aplicada, y parte importante de este objetivo radicará en el nuevo Centro de Innovación en Tecnologías de la Información para Aplicaciones Sociales.

Innovación aplicada para la sociedad

“El Citiaps integrará el trabajo que se ha realizado hasta ahora y considera los orígenes tecnológicos de esta Universidad y del gran desarrollo de la ciencias sociales de los últimos años”, sostuvo destacando su labor para articular alianzas estratégicas entre investigadores, emprendedores y empresas, desarrollando un trabajo interdisciplinario de vanguardia.

El rector agregó además que “el PMI permitirá fortalecer a la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación, y consolidar una plataforma de transferencia tecnológica para conducir la investigación asociada a empresas, y la transferencia y comercialización de los resultados de la I+D”.

El vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Dr. Óscar Bustos, sostuvo que pese a que el Citiaps estará enfocado en tres áreas primordiales (informática, psicología y neurociencia), la idea es que cruce todas las disciplinas: “Queremos que nuestros estudiantes, que son muy creativos, encaucen sus ideas para que los investigadores las desarrollen y generen productos útiles para la sociedad”.

El sentido, describió el vicerrector Bustos, es “generar innovación basada en ciencia de alto impacto. Nos hemos propuesto objetivos ambiciosos, pero reales”, acotó.

Aporte al país

Mientras que el jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Alberto Vásquez, se refirió a la excelente evaluación que alcanzó el PMI durante el concurso, lo que significó su adjudicación de fondos, y el aporte que la creación de nuevo conocimiento significa para Chile: “Queremos felicitar, apoyar y decir que para el país es bueno, importante y pertinente adjudicar a la Universidad de Santiago este convenio de desempeño”.

El especialista estadounidense y académico de la Universidad Estatal de Florida, John Fraser, invitado especial a la ceremonia, valoró el nacimiento de esta iniciativa interdisciplinaria desde su tribuna internacional, y dijo que “este es el mejor momento” para invertir en conocimiento y echar a andar la creatividad, aprovechando la bonanza económica del país.

Finalmente, el director del Departamento de gestión tecnológica de la Vridei, Luis Magne, premió a los ganadores del Primer concurso de patentamiento para estudiantes: Roberto Santiago, del Departamento de Ingeniería Química; Jaime Lagos y Álvaro Espejo, del Departamento de Física; Camila Manfredi, de la Escuela de Arquitectura; y Loreto Acevedo, del Departamento de Ciencia y Tecnología en Alimentos.

A la ceremonia realizada ayer (03) en el Salón de Honor asistieron además Fernando Vial, Jefe del Departamento de Financiamiento Institucional del Ministerio de Educación; el director científico del PMI y del Citiaps, Mauricio Marín; el director científico alterno del Citiaps, Pablo Vera; el decano de la Facultad de Ingeniería, Ramón Blasco; el decano de la Facultad de Ciencia, Rafael Labarca; y el decano de la Facultad de Humanidades, Augusto Samaniego, entre otras autoridades.

Investigador de Ingeniería estudia mecánica de las arterias

Investigador de Ingeniería estudia mecánica de las arterias

  • El aumento de enfermedades cardiovasculares y la falta de información fidedigna sobre la capacidad mecánica de las arterias, se constituyó en el motor de una promisoria investigación liderada por el académico del Departamento de Ingeniería Mecánica, Claudio García.
  • "Normalmente los ingenieros trabajamos con acero, hormigón, materiales industriales, dejando de lado este tipo de materiales de los cuales se desconocen sus comportamientos”, sostiene el experto, quien afirma que su estudio sobre la arteria aorta, se puede convertir en una herramienta para “predecir estados de peligrosidad en pacientes. Queremos ayudar a los médicos en la toma de decisiones  a la hora de hacer una operación”, remarca.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de muerte en el mundo está relacionada con enfermedades cardiovasculares, patologías que no hacen distinción de género y que afectan en mayor medida a personas de países pobres o en vías de desarrollo.

En tal contexto estima que en 2030 morirán cerca de 23,6 millones de personas por complicaciones cardiovascualres, por lo que resulta muy pertinente el estudio que lidera el Dr. Claudio García, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad, quien busca cuantificar los efectos de las enfermedades y la edad en las arterias, específicamente de la arteria aorta, una de las principales del cuerpo humano.

Este año adelantó parte de sus hallazgos en una publicación ISI, titulada “Mechanical behaviour and rupture of normal and pathological human ascending aortic wall” (“Comportamiento mecánico y rotura de la pared aórtica ascendente humana en condiciones normales y patológicas”), que apareció en junio en la revista Medical & Biological Engineering & Computing.

Según explica, la mecánica arterial define la capacidad estructural y funcional de las arterias, la que al ser estudiada permite obtener nueva información sobre el comportamiento de éstas y cómo afectan las propiedades mecánicas las enfermedades o la edad de los pacientes.

“Nuestra idea fue identificar y ponderar las propiedades de los materiales que conforman a este vaso sanguíneo y tratar de diferenciar cómo se ve afectado por la edad o diversas enfermedades. Quisimos saber cómo estos factores alteran las propiedades del material que constituyen la arteria aorta”, sostiene el Dr. García, quien inició esta investigación en su tesis doctoral, al estudiar las propiedades del biomaterial en la Universidad Politécnica de Madrid, entidad que ha entregado recursos para su investigación, la que también cuenta con ayuda de Fondecyt.

Según relata el profesional, la inquietud por ahondar en esta temática de salud surgió durante su estadía en el país europeo, motivado “por la interacción permanente con médicos que estaban interesados en saber cómo afectaban las enfermedades a este tipo de materiales biológicos. Para ellos, contar con un índice para predecir estados de rotura es importante, pues la mayoría del tiempo, los criterios que usan los médicos son sólo de tamaño o diámetro de las arterias”.
 
“Normalmente los ingenieros trabajamos con acero, hormigón, materiales industriales, dejando de lado este tipo de materiales de los cuales se desconocen sus comportamientos. Recién se están estudiando o realizando investigaciones para establecer cómo se comportan”, precisa el experto, para luego ahondar en una de las conclusiones principales de su estudio, que dio a conocer las propiedades mecánicas de materiales que se desconocían. Según puntualiza, las principales diferencias entre los pacientes es la edad. Mientras más años tenga una persona, sus arterias se vuelven menos elásticas y su resistencia mecánica disminuye notablemente, por tanto es más propensa a una rotura.

La importancia de haber logrado esta información, radica en “predecir estados de peligrosidad en pacientes. Queremos ayudar a los médicos en la toma de decisiones  a la hora de hacer una operación”, remarca, finalmente, el Dr. García.

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