Investigación analiza características del conflicto político en Chile entre 1912 y 1952

Mediante este estudio, centrado en la crisis del régimen oligárquico y que da cuenta de la escasez de mecanismos institucionales existentes para incorporar a los sectores populares a la vida social y política de la época, el Dr. Igor Goicovic concluye que “la violencia es un fenómeno constante en la historia de Chile, y en cuanto tal, es un instrumento”. Según el académico del Departamento de Historia, más allá de las consideraciones éticas o políticas, este trabajo permite establecer constataciones respecto de la violencia política.

La investigación está enfocada entre los años 1912 y 1952, en plena crisis del régimen oligárquico, y narra la escasez de los mecanismos institucionales existentes para la incorporación de los sectores populares a la vida social y política, por lo cual se enfoca en las demandas y represión de este grupo social. “Si bien, existen momentos icónicos en los que la violencia es reconocida y neutralizada, se ha demostrado que el conflicto no desaparece, sino que se inscribe en un escenario nuevo, cambiando sus expresiones, sus formas; modificando los mecanismos institucionales y los dispositivos de control social”, justifica Dr. Goicovic.Escasamente abordada por la historiografía, la violencia política comenzó a tratarse durante los años '80, a partir de la visibilización de nuevos sujetos históricos, por parte de la llamada Historia Social, como los pobladores, campesinos, obreros, mujeres y niños. En general, los excluidos y marginados.A fines de los años '90, se constituyó en la Universidad de Santiago de Chile el “Seminario para la Historia de la Violencia en Chile”, nombre del programa de investigación, organizado por Dr. Goicovic en conjunto el Dr. René Salinas Meza, ex académico jubilado de nuestro plantel, que dio origen al campo de investigación en el que hoy se desempeñan.A su vez, desde el año 2012, dirige el “Seminario Internacional sobre Historia de la Violencia en América Latina” que, a partir de un trabajo interdisciplinario, ha develado que este no es un fenómeno exclusivo de nuestro país, sino que se verifica a escala global y en América Latina tiene particularidades, derivadas de la forma de construcción histórica de la dominación y de las manifestaciones reactivas de nuestra gente.El desarrollo de estas investigaciones han permitido afirmar que la violencia se manifiesta a través de dos formas: la Violencia Estructural, derivada de las formas que asume la dominación, en donde se encuentra la explotación, discriminación, exclusión y represión; y la Violencia Reactiva, proveniente desde los sectores populares contra el Estado o las clases dominantes.“Hemos llegado a la conclusión de que las manifestaciones de descontento protagonizadas por los sectores populares, relacionadas con la insatisfacción laboral, con sus condiciones materiales de existencia o con las formas en que son tratados, ya sea por las autoridades, los patrones o por sus pares, dan origen al fenómeno que estudiamos”, explica el investigador.A su vez, finaliza señalando que el impacto de este controversial tema, radica directamente en la influencia que su estudio puede tener en alguna política pública y, de manera paralela, en el debate al interior de diferentes organizaciones y frentes políticos.   Por ello, esperan abordar en un próximo proyecto de investigación, el ciclo posterior (1953-1970), con el anhelo de llegar a cubrir más adelante el periodo del Gobierno Popular (1970-1973).En tanto, durante los primeros días de octubre de este año se realizará en la ciudad de Barranquilla, Colombia, la cuarta reunión que agrupa a los investigadores a nivel latinoamericano que estudian la violencia, instancia en la que participará el Dr. Igor Goicovic exponiendo el caso chileno.

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