Cristián Garay, investigador de IDEA: “sin estabilidad de orden público en Bolivia, la legitimidad de un nuevo gobierno quedará amenazada”

Faltando algo más de tres meses para las votaciones que definirán el próximo presidente del país altiplánico, el académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Usach, Cristian Garay, se refirió al escenario político que enfrenta la nación altiplánica.

Con el respaldo de Evo Morales a su ex ministro de Economía, Luis Arce, como candidato presidencial para las elecciones del 3 de mayo en Bolivia, se completa la fórmula del Movimiento al Socialismo (MAS) que incluye al otrora canciller, David Choquehuanca, como postulante a la vicepresidencia del país andino.
En este contexto preelectoral, desde Chile, el académico del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, Cristian Garay, analizó el escenario en Bolivia y consideró que “si las condiciones de orden público no se estabilizan, la legitimidad de cualquier nuevo gobierno quedará amenazada”.

“La violencia política de unos y otros no ha cesado. Es violencia regional, étnica e ideológica simultáneamente”, afirmó Garay, explicando que las Fuerzas Armadas y de Orden han mostrado no estar dispuestas a tomar el poder por sí mismos y arriesgarse, así, a enfrentar juicios masivos como ocurrió con la caída del ex mandatario, Gonzalo Sánchez de Losada.
Si bien, a juicio del académico, durante los últimos días se ha demostrado una mayor estabilidad en el país, el éxito de los comicios y la transición en Bolivia, “dependerá de la actitud final de la policía, la violencia de los grupos del MAS y de los comités cívicos”, sostuvo.
En opinión del investigador, experto en Estudios Americanos, el  gobierno de facto, encabezado por Jeanine Áñez, “se juzgará por las condiciones y limpieza que ofrezca al momento de las elecciones”.
“Evo Morales no fue capaz de garantizar el orden público en su momento, de modo que la medida será más o menos igual que para él. Al momento actual, la administración de Áñez parece ser capaz de garantizar esa transición y elecciones”, agregó el experto.
Ante la pregunta sobre la influencia que ejerce la opinión de Evo Morales, quien se encuentra residiendo en Argentina en calidad de refugiado, el académico del IDEA, sostuvo que existe “un desacoplamiento entre la dirección desde fuera del país” del ex mandatario “y las tendencias que privilegian las decisiones internas, y que cuestionaban el liderazgo de Morales”.
“El llamado de Evo a aglutinar su voto seguirá estando condicionado a una imagen que se desgastó, cometió fraude electoral y sigue siendo resistido. Se diría que Morales goza de mejor prensa en Argentina que en Bolivia. Ciertamente, su liderazgo mejorará o disminuirá según los errores no forzados de gobierno interino de Añez”, aseguró Cristian Garay.
Arce y Choquehuanca, el binomio del MAS
Luis Arce y David Choquehuanca serían, respectivamente, los candidatos a presidente y vicepresidente de Bolivia, apoyados por el MAS y por el expresidente Evo Morales.
El economista Luis Arce, respaldado por Morales en el cónclave de Buenos Aires, fue ejecutor del programa económico de Bolivia durante parte muy significativa del gobierno del MAS.
“Se trató de un programa ortodoxo, donde solamente al final se vieron problemas, ya que estuvo amarrado al alza de los precios de los commodities y, en consecuencia, fue exitoso y rememora los mejores años de la administración de Morales”, explicó el analista del IDEA Usach.
En tanto, Choquehuanca, elegido candidato por las bases del MAS, “fue ministro de Relaciones Exteriores, secretario general del ALBA y hombre más en contacto con el mundo indígena, y por tanto el preferido de la base”, sostiene Garay.
“Choquehuanca fue un hombre de confianza, indianista, protagónico en la disputa con Chile: en noviembre de 2016 fue interpelado por gastos excesivos en favor de dirigentes sociales, y argumentó que no tenía precio conseguir apoyo para la demanda boliviana en el ámbito internacional”, apuntó el académico.
“La intervención en favor de Arce puede parecer muy tecnocrática, para ampliarse a capas medias mestizas, donde hubo buena recepción de la política económica. Por otro lado, estará condicionada más bien por la unidad o dispersión de la oposición, ya que, como voto duro, seguramente obtendrá la primera mayoría relativa”, concluyó el analista del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago.

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