Investigación de nuestra Universidad busca establecer si el sexo influye en el proceso de adicción a las drogas

A través de experimentos preclínicos, el estudio pretende aclarar qué rol tiene la vasopresina, neuropéptido que regula las conductas sociales, en el hipocampo de ratones hembras y machos sobre conductas adictivas. Según la literatura existente, las hembras tendrían un proceso adictivo más acelerado y en dosis menores.

¿El sexo incide en el proceso de adicción a las drogas? Es la pregunta que el equipo que lidera la Dra. Georgina Renard, académica de la Escuela de Medicina y especialista del Centro de Investigaciones Biomédicas y Aplicadas del Plantel (CIBAP), intenta responder en el proyecto Dicyt “Role of vasopressin in the hippocampus in sex differences of addictive-like behaviors”. 
 
La vasopresina, conocida también como la hormona antidiurética, tiene la función de regular conductas sociales a nivel cerebral y se encuentra en mayor cantidad en machos en comparación a las hembras de ratones de laboratorio.
 
Dentro del cerebro, el hipocampo es un núcleo relacionado con la memoria, el aprendizaje y con la asociación de un contexto a una recompensa, que recibe proyecciones de neuronas con vasopresina y está implicado en la adicción.
 
En experimentos preclínicos realizados anteriormente con ratones, la investigadora observó que cuando a los machos se le administraba anfetamina, disminuía la cantidad de vasopresina a nivel del septum lateral, mientras que en hembras no se producían cambios. Además, cuando a los machos se les aplicaba el neuropéptido en el mismo núcleo del cerebro central, la conducta adictiva a la anfetamina se reducía.
 
La literatura existente registra que las mujeres tienen un proceso de adicción a las drogas más acelerado y en dosis menores, siendo los estrógenos una posible causa de esta situación. 
 
A partir de este tipo de observaciones y conclusiones surge la inquietud de estudiar, ahora desde el hipocampo, “si la vasopresina es un factor de vulnerabilidad a la adicción a drogas de forma distinta en machos y hembras, y cómo este neuropéptido podría modular estas conductas adictivas en distintas áreas del cerebro donde se libera y se ven estas diferencias sexuales”, aclaró la académica.
 
Para realizar el estudio, la Dra. Renard liderará el grupo integrado por Claudia Sanhueza y Macarena Gárate, ayudantes de investigación del Cibap, la postdoctorante Valeska Cid y la estudiante del Doctorado de Neurociencia de la Usach, Daniela Cáceres.
 
Para desarrollar los experimentos se utilizará un equipo HPLC, que permite “separar los distintos neurotransmisores por un lado y, por otro, ir acoplando a un detector donde se puede ver el neurotransmisor específico cuantificado”, explicó.
 
Aporte al tratamiento de drogas
 
Según el SENDA, un 35,6% de niños, niñas y adolescentes (NNA) con consumo problemático de alcohol y otras drogas alcanza el alta terapéutica, mientras que en la población adulta general este indicador disminuye a un 32, 5%. 
 
En este contexto, para la Dra. Renard el objetivo de su estudio es “aportar a la creación de un nuevo tratamiento para la adicción a drogas. Un fármaco que ayude a disminuir los niveles de adicción”, precisó. 
 
Ejemplifica la importancia de este tipo de estudios con la situación de psicoestimulantes.“No hay terapias farmacológicas específicas. Hay terapias de ansiolíticos y antidepresivos, porque por supuesto el estado de abstinencia que es parte de la adicción produce estados de ansiedad y depresión, pero un fármaco específico para tratar la adicción a psicoestimulantes, no”, remarcó.  
 
Proyecto Dicyt
 
La Dra. Renard se adjudicó un fondo 2021 de la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica (Dicyt) de la Vicerrectoría de Investigación, que le permitirá comenzar las indagaciones.
 
La académica consideró que ha sido esencial contar con las medidas y protocolos para dar continuidad a las investigaciones de las y los investigadores, sobre todo en el complejo escenario que plantea el COVID-19. El Comité Campus Seguro dispuso medidas de prevención y protocolos de cuidado en un programa de pilotaje para laboratorios, con el objetivo que la investigación y desarrollo científico tecnológico de la Universidad pueda avanzar. 
 
“Es un apoyo fundamental para los académicos, porque permite seguir avanzando en las líneas de investigación; además existe una gran competencia por adjudicarse concursos externos. Esto no es menor ya que si no te ganas un fondo externo y no tienes posibilidades de seguir desarrollando tu investigación, tienes menos oportunidades al año siguiente de adjudicarte uno, porque te vas quedando atrás y ese atraso es uno de los factores que se revisan al momento de postular a fondos”, sostuvo.
 
Actualmente, el Centro de Investigaciones Biomédicas y Aplicadas (CIBAP) dirigido por la Dra. Lorena Sulz, cuenta con 10 académicas/os y una posición postdoctoral, quienes trabajan en líneas de investigación como Farmacología, Química medicinal, Fisiología celular, Genética, Neurofisiología, Cáncer y Epigenética, Histología e Ingeniería biomédica. 

Redacción
Fotografía