Directora técnica del Laboratorio de Virología: “Tenemos un equipo muy comprometido que se impone mayores desafíos”

La bioquímica y académica de la Facultad de Química y Biología, Dra. Ana María Sandino relató la extenuante y abnegada labor que realiza todo el equipo del reconvertido laboratorio de nuestra Universidad, desde donde hoy se contribuye con miles de análisis de muestras PCR para el registro nacional en la lucha contra el COVID-19.

Ya en 1997, la bioquímica y doctora en Ciencias con mención en Biología, Ana María Sandino García, dirigió un equipo que inició el uso, en forma masiva, de exámenes PCR para la detección de patógenos en salmones. Hoy, con sorpresa, la académica de la Facultad de Química y Biología, de la Universidad de Santiago de Chile, ve como la prueba que comenzó a investigar hace 23 años es utilizada para diagnosticar el contagio ante una pandemia que afecta a miles de personas alrededor del mundo.
En conversación con Usach al Día, Sandino relató su intensa jornada como directora técnica del Laboratorio de Virología del Centro de Biotecnología Acuícola
de nuestro Plantel, y destacó el arduo trabajo  que realizan los y las integrantes de  su equipo , que ya ha contribuido al país con más de 12 mil análisis de exámenes de COVID-19.
¿Cómo es su día como directora técnica del Laboratorio de Virología, hoy adaptado para el análisis de pruebas COVID-19?
En este momento estoy dedicada ciento por ciento a esta tarea. Apenas hablo por teléfono con mi mamá todos los días. Solo alcanzo a saludarla y preguntarle cómo está. Estoy prácticamente desde las 8 de la mañana hasta las 12 o 1 de la mañana conectada con esto. Y termino el día leyendo los resultados para hacer los informes.
Estoy todo el día en contacto con el equipo. Voy poco al laboratorio porque no hay espacio donde estar. Es más práctico coordinar a distancia y asistir cuando se requiere algo especial, porque hasta las reuniones las tenemos por Zoom.
¿Y cómo está el ánimo en el equipo?
Tenemos un equipo muy comprometido que se va imponiendo, cada vez, mayores desafíos. Dicen “ya, hoy vamos a hacer 900 muestras”, por ejemplo, y así, ellos mismos van tratando de superar la meta para ayudar más. Es impresionante. Nadie les pide que se queden hasta tarde, pero ellos tratan de responder frente a toda la demanda de análisis que tenemos. Es su voluntad. Están muy contentos con el trabajo y muy orgullosos de apoyar. Yo también estoy super orgullosa de ellos porque es un equipo de primera y están trabajando con un profesionalismo que realmente da gusto.
Estamos trabajando 24/7 y a veces pareciera que esto no se termina nunca. Uno se agobia porque esto quita demasiado tiempo y estás todo el día pendiente de los correos y de los llamados telefónicos. Pasas a ser una esclava del funcionamiento del laboratorio, pero después los ves a ellos, tan comprometidos, o recibes el agradecimiento de los CESFAM y los Centros de Atención Primaria que estamos atendiendo, o del Hospital San Borja y el San Juan de Dios a quienes ayudamos sacando muestras atrasadas, y ahí uno se da cuenta que estás apoyando al sistema de salud de una manera importante.
¿Se imaginó alguna vez que una pandemia de este tipo podía ocurrir y que tendría que coordinar un equipo para analizar muestras PCR de la propia ciudadanía?
No. La verdad es que esto nos tiene a todos de cabeza. Es como si hubiésemos vuelto a una etapa de nuestra historia en la cual no teníamos ninguna herramienta para defendernos de un patógeno. Es como retorceder en el tiempo a antes de que aparecieran los antibióticos, a pesar de toda la tecnología que hemos desarrollado. Es una contradicción muy grande pensar que, en el año 2020, disponemos de tanta tecnología pero un virus nos tiene a todos de cabeza.
Y en su trayectoria personal y profesional ¿qué significado tiene poder aportar en esta crisis sanitaria?
Para mí ha sido muy satisfactorio, desde el punto de vista personal, entender que la investigación que he hecho desde hace muchos años ha tenido un fruto importante en este momento. Ver que la experiencia ganada en el diagnóstico que hicimos, cuando fuimos pioneros con la técnica del PCR el año 97, y que ahora se esté usando mundialmente y se aplique de forma masiva, que fue justamente nuestro objetivo, es como una retribución a los sueños que tuvimos en algún minuto. También está el hecho de haber formado a tantos estudiantes que, en este minuto, están trabajando en esto, no solamente en la Usach. También hay mucha gente de nuestra Institución que están siendo líderes en otros laboratorios universitarios. Realmente es como una retribución que no se compara con nada.
¿Cómo podríamos dimensionar el aporte que está haciendo la Universidad de Santiago ante este desafío?
El aporte que ha hecho la Universidad de Santiago ha sido fundamental porque, tal como decía, si uno empieza a ver quiénes están dirigiendo, en general, prácticamente todos los laboratorios universitarios, son estudiantes de este Plantel. Y la mayoría de ellos han pasado por el Laboratorio de Virología, que dirigía el doctor (Eugenio) Spencer y yo.
Sin ir más lejos, incluso Marcelo Cortez era alumno de nosotros, que es el otro laboratorio que está funcionando en la Usach.
Y en suma ¿cuál sería su mensaje al equipo que trabaja en el laboratorio?
Solo felicitarlos. Y también a la Universidad por la formación que les entregó. En especial a la carrera de Bioquímica porque los chiquillos, aparte de ser muy buenos técnicamente, tienen una calidad humana que es realmente loable.
Los investigadores e investigadoras que en la actualidad trabajan en el Laboratorio de Virología del Centro de Biotecnología Acuícola son: Daniela Barría, Esteban Arenillas Salinas, Claudia Rioseco del Pino, Claudia Torrent Farías, Claudio Vergara Riggantti, Andrea Mella, Carlos Barrera, Felipe Hernández, Javier Mena, Javiera Cayunao, Maximiliano Figueroa Cuadra, Carlos Mateluna, Javiera Alcarcón, Roberto Luraschi Vargas, Sebastián Tapia Pasten, Álvaro Santibañez, Charlotte Astete Muñoz, Javiera Quiroz Zelada, Gaby Gutiérrez, Andrea Hein Tironi, Valentina Wong Benito, Deborah Vargas, Daniel Valdés, los doctores Felipe Reyes-López y Claudio Acuña y las doctoras Mónica Imarai y Ana María Sandino.

Redacción