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Científicos del Plantel descubren similitud entre el funcionamiento fisiológico de algas y el sistema nervioso humano

Científicos del Plantel descubren similitud entre el funcionamiento fisiológico de algas y el sistema nervioso humano

  • Investigadores de la Facultad de Química y Biología de nuestra Universidad descubrieron la existencia de canales iónicos TRP funcionales en la especie de alga marina ‘Ulva compressa’, similar a los que se encuentran en el sistema nervioso de mamíferos y humanos. "En un principio era difícil pensar que existían este tipo de canales en un alga marina, sobre todo cuando éstas existen en mamíferos pero no en plantas terrestres", indica la Dra. Alejandra Moenne, del Departamento de Biología.

 




Los canales TRP son sensores celulares capaces de detectar y responder a diferentes estímulos del ambiente como los cambios de temperatura, el dolor, el gusto siendo claves en muchos procesos fisiológicos.

"En un principio era difícil pensar que existían este tipo de canales en un alga marina, sobre todo cuando estas existen en mamíferos pero no en plantas terrestres", indica la Dra. Alejandra Moenne, del Departamento de Biología de la U. de Santiago.

"Antes de tener estos resultados, descubrimos que el estrés por cobre activa canales de calcio dependiente de voltaje (VDCC) similares a los que están en sistema nervioso central de mamíferos. ¿Cómo era posible entonces, que se activaran canales dependientes de voltaje? Se nos ocurrió que la activación de los VDCC dependía de la activación previa de canales TRP, algo difícil de imaginar en un alga marina", explica la investigadora.

Los resultados implican un cambio en cómo es concebido el funcionamiento fisiológico de las algas marinas, organismos presentes en la Tierra desde hace aproximadamente mil millones de años, y fueron publicados en la revista Frontiers in Plant Science bajo el título "Copper-induced activation of TRP channels promotes extracellular calcium entry, activation of CaMs and CDPKs, copper entry and membrane depolarization in Ulva compressa".

Expplica la investigadora que descubrieron “no solamente que existen canales TRP funcionales que responden a cobre sino que también el estrés por cobre induce liberación de aminoácidos y neurotransmisores derivados de aminoácidos iguales a los que secretan las neuronas en seres humanos. Yendo aún más lejos,tenemos evidencia preliminar que existiría comunicación entre diferentes especies de algas marinas mediada por estas moléculas”.

Futuras investigaciones

En términos de investigación, y dada las nuevas interrogantes, la Dra. Moenne adelantó su intención de postular a un Proyecto Anillo junto con a los investigadores Juan Pablo García-Huidobro (U. de Santiago), Claudio Sáez (Universidad de Playa Ancha) y  Erasmo Macaya (Universidad de Concepción) con el fin de profundizar el conocimiento en torno a la comunicación entre algas marinas verdes, rojas y pardas.

"Dado que las algas liberan aminoácidos y neurotrasmisores -y tienen canales tipo TRP  y canales dependientes de voltaje- el funcionamiento de las algas se parecería cada vez más a las neuronas pero con una respuesta más lenta a los minutos y horas, en vez de milisegundos como en las neuronas", explicó.

El paper  "Copper-induced activation…” (que recibió las felicitaciones del Editor de la revista Frontiers in Plant Science) fue escrito por el equipo de investigación de este proyecto, integrado por Melissa Gómez, Alberto González, Claudio Sáez, Bernardo Morales y Alejandra Moenne), y se encuentra disponible en línea: http://journal.frontiersin.org/article/10.3389/fpls.2015.00182/abstract

Estudian genes de levaduras silvestres chilenas para optimizar fermentación del vino

Estudian genes de levaduras silvestres chilenas para optimizar fermentación del vino

  • El proyecto Fondecyt Regular “Identificación de variantes genéticas subyacentes de asimilación del nitrógeno en diversas levaduras naturales", dirigido por el Dr. Claudio Martínez, del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Cecta, se propone un nuevo mecanismo para fermentar vino independiente de los niveles de nitrógeno que presente el mosto. El estudio se prolongará hasta el año 2019 y participan, además, investigadores de nuestro Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos, y expertos internacionales del CNRS de Niza (Francia) y el IATA de Valencia (España).

 




Las levaduras son esenciales en la fermentación del vino, convirtiendo el azúcar de las uvas en alcohol. Sin embargo, en la actualidad, las levaduras industriales no garantizan llegar al final del proceso de fermentación, generando pérdidas económicas en la industria vitivinícola nacional.

“Se estima que cerca del 40 por ciento de las fermentaciones se paran, teniendo un impacto muy fuerte en la industria. Si se detiene la fermentación tienes miles de litros que dejan de fermentar, lo que significa gastar más dinero para terminar el proceso, agregando más levadura o nutrientes. Esto afecta características del vino, no alcanzando la calidad esperada”, destaca el director del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta), Dr. Claudio Martínez.

Para poder resolver esta problemática, él con académicos de la Universidad de Santiago desarrollan el proyecto Fondecyt Regular “Identificación de variantes genéticas subyacentes de asimilación del nitrógeno en diversas levaduras naturales", el cual se extenderá hasta el 2019.

“Las levaduras para poder crecer y hacer bien su trabajo requieren ciertos nutrientes en niveles abundantes, como el nitrógeno. Algunos mostos vienen bajos en nitrógeno y la levadura ahí no crece bien y el producto no es muy bueno. Nosotros estudiaremos los genes de levaduras silvestres chilenas y de otros países buscando los que permiten que la levadura sea capaz de tomar el nitrógeno, independiente de sus niveles, y fermentar el mosto eficientemente”,  explica el académico.

Las levaduras descritas han sido recolectadas por investigadores del Cecta durante la última década, logrando el mayor cepario chileno de este microorganismo. Con este registro, en un proyecto Fondef anterior, el mismo centro de estudios desarrolló una levadura, Fermicru XL, que hoy está patentada y es comercializada a nivel mundial.

“Lo que se busca en este nuevo estudio es lograr identificar los genes con las funciones descritas y mejorar genéticamente las levaduras industriales; algo que no se ha desarrollado antes en Chile. Primero buscaremos genes con las características deseadas en las levaduras silvestres y luego mejoraremos una cepa industrial, pero sin ocupar técnicas de transgenia”, señala.

Este proyecto tendrá la colaboración de la Dra. Amparo Querol del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) de Valencia, España; y del Dr. Gianni Liti del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Niza, Francia. En ambos centros se trabajará en el mejoramiento genético de la levadura y el desarrollo de procesos de indagación genética, permitiendo el acceso a sus colecciones de cepas silvestres de levaduras.

“Ellos tienen levaduras que han recolectado en todo el mundo, las cuales representan sobre el 70 por ciento de la variabilidad genética de levaduras a nivel mundial. Entonces también es una fuente muy importante de genes que nosotros tendremos para desarrollar la investigación”.

El equipo de investigación estará también compuesto por la Dra. Angélica Ganga, académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos y el Dr. Francisco Cubillos, del Cecta, junto con el Dr. Álvaro Díaz, de la UC de Valparaíso, y el Dr. Cristián Araneda, de la Universidad de Chile.

“Es importante estudiar las levaduras silvestres, ya que se asume que estas se han acondicionado a ciertos factores del medio ambiente, siendo sus características potenciales soluciones para la industria. La oportunidad de estudiarlas nos permite avanzar en algunas problemáticas, desarrollar mejoramiento genético y, si todo sale como esperamos, patentar futuras levaduras basadas en especies nativas de nuestro país,” expresa el académico.

Relaciones entre biología y sociedad

Relaciones entre biología y sociedad

  • ‘Entre biología y Utopía: Semblantes Ideológicos en las Ciencias de la Vida’ es el nombre del Fondecyt de Iniciación que dirige el Dr. Maurizio Espósito, que permitirá sinergias entre la investigación biomédica, comunicación y sus interacciones futuras. El estudio (de dos años) busca validar la importancia de las relaciones entre distintas disciplinas.

 




Analizar la relación histórica y filosófica entre conocimientos biológicos y sus múltiples usos políticos, ideológicos y tecnocráticos, es el objetivo del proyecto Fondecyt de Iniciación que dirige el Dr. Maurizio Esposito. Para ello, el académico del Departamento de Filosofía de esta Casa de Estudios revisará algunos casos particulares asociados a las ciencias de la vida durante el siglo XX y XXI, como el desarrollo de las ciencias genómicas en Latinoamérica.

Según el Dr. Esposito, “es sumamente importante entender las implicaciones filosóficas y políticas de la investigación biomédica. Más allá de una crítica preconcebida, una exaltación superficial de la ciencia o una discusión puramente abstracta de lo que debería ser bueno o malo hacer”.

De acuerdo al investigador algunas disciplinas biológicas fueron formuladas a partir de ambiciosas políticas científicas, cuyos principios todavía se entrecruzan con las utopías biotecnológicas e ideologías contemporáneas.

“Creo que muchos hablan de biotecnología o tecnología con una tendencia a criticar o a glorificar los acontecimientos científicos o tecnológicos sin realmente entenderlos, y entenderlos no significa solo conocer los detalles técnicos propios de una disciplina, sino también tener una idea concreta de las controversias, intereses, ideas, instituciones y ambiciones de los actores involucrados en el gran contenedor que llamamos tecno-ciencia, lo que implica un enfoque interdisciplinario”, señala.

Lineamientos generales

En este proyecto Fondecyt de Iniciación, el académico expande su línea de investigación con la finalidad de abordar diversos casos nacionales y latinoamericanos, agregando que “hay que aclarar que mi interés en este proyecto no es criticar los acontecimientos científicos. Tampoco es proponer moralejas filosóficas basadas en fantasías de ciencia ficción, sino que se pretende engranar la investigación biotecnológica con el auxilio de la historia de la ciencia y de las herramientas interdisciplinarias ofrecidas desde los estudios sobre la ciencia, tecnología y sociedad”.

Dentro de las posibles opciones de difusión del proyecto, el docente valora la discusión que se puede dar entre distintas disciplinas de estudio, agregando además se organizarán diversos eventos de discusión donde académicos y también la comunidad en general, podrán participar y reflexionar al respecto de estos temas.
 

Estudian mejorar las propiedades de los materiales biodegradables

Estudian mejorar las propiedades de los materiales biodegradables

  • Una bolsa plástica demora mil años en descomponerse. Ante ello, una alternativa son los materiales biodegradables. En este contexto se desarrolla el estudio liderado por la Dra. Ana Carolina López de Dicastillo, integrante del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y Nanotecnología -Cedenna- de nuestra Universidad. Gracias a la técnica de electrospinning obtendrán nanopartículas capaces de mejorar las propiedades de materiales biodegradables, con el fin de obtener -a largo plazo- un envase más amigable con el medio ambiente.

 




Como se conoce, una bolsa plástica demora mil años en descomponerse, afectando el entorno. Una alternativa a este problema son los materiales biodegradables, que son altamente beneficiosos para el medio ambiente cuando se desechan de forma correcta, sin embargo, estos no poseen las mismas propiedades barrera ni mecánicas que los derivados del petróleo, por lo que se tornan frágiles y altamente permeables.

Gracias a la técnica de electrospinning obtendrán nanopartículas capaces de mejorar las propiedades de materiales biodegradables, con el objetivo de, a largo plazo, obtener un envase más amigable con el medio ambiente. El estudio es liderado por la Dra. Ana Carolina López de Dicastillo, integrante del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y Nanotecnología (Cedenna).

El proyecto Fondecyt Regular, que se encuentra en su segundo año de ejecución, busca a través de la incorporación de nanopartículas obtenidas a partir de la técnica de electrospinning que ha sido muy poco utilizada en el país, mejorar las propiedades de un material biodegradable para su posterior uso como envase de alimentos.

El proceso de electrospinning permite obtener fibras por medio de estiramiento coaxial de una solución viscoelástica, estas fibras poseen diámetros que van desde la escala de micras a los nanómetros, donde es posible encontrar características únicas.

Debido a su atractivo, esta técnica ha sido ampliamente estudiada durante los últimos años para una variedad de aplicaciones, como ingeniería de tejidos, generación de membranas especiales y aplicaciones médicas para el reemplazo de huesos e implantes dentales y, en el caso de este proyecto, se orienta a mejorar las propiedades de materiales biodegradables para su uso en la industria alimentaria. Agregando que “además de trabajar y desarrollar nanopartículas y nanofibras, con esta técnica se pueden encapsular compuestos activos para su posterior liberación, lo que también es muy interesante en el área de alimentos”.

Aparte de mejorar las propiedades esenciales de un polímero biodegradable, buscará  crear un envase biodegradable que contenga propiedades antioxidantes y antimicrobianas, para proteger al alimento del ataque de microorganismos y de la oxidación, lo que -a su vez- prolongaría su vida útil.

La Dra. López de Dicastillo, investigadora responsable, explica que además “algunas de las expectativas que tenemos con el trabajo es tratar de implantar el concepto de la reducción de uso de plásticos en la vida cotidiana, la sustitución de los materiales clásicos por los biodegradables y  la conciencia del reciclaje y la sustentabilidad”.

La meta de esta académica es sensibilizar a la población sobre la problemática de la acumulación de residuos plásticos y la necesidad de sustituir materiales derivados del petróleo, que es una fuente no renovable, por materiales biodegradables.

“Estos materiales, sin embargo, todavía no tienen las propiedades que el mercado requiere, por eso proponemos mejorarlas y  una de las soluciones es la nanotecnología. Ahí entramos con nuestro proyecto desarrollando un tipo de nanopartícula que pueda ayudar a que las propiedades de los materiales biodegradables se asemejen a las del plástico convencional y comercial”, señala la doctora.

A lo anterior, agrega que “pretendemos difundir esta investigación a distintos niveles, desde enseñar a los niños la importancia y existencia de los materiales biodegradables y hacer énfasis en el reciclaje, hasta congresos y ponencias científicas”, concluye la investigadora.
 

Utilizarán microorganismos antárticos para producir leche sin lactosa

Utilizarán microorganismos antárticos para producir leche sin lactosa

  • Investigadores del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Santiago (Cecta-Usach) participan en un proyecto Fondef que busca mejorar la capacidad de las enzimas para producir leche sin lactosa en condiciones frías, aumentando la eficacia de la industria de este tipo de alimentos. En conjunto con integrantes del Instituto Antártico Chileno (Ianch) buscarán una enzima en distintos microorganismos traídos desde el continente Austral que permitan trabajar a bajas temperaturas. En Chile un 60% de las personas sufre de intolerancia a la lactosa.


 


La intolerancia a la lactosa es un problema que afecta a millones de seres humanos en todo el mundo. Se estima que en los Estados Unidos entre 30 y 50 millones de personas la presentan algún grado, en la población asiática esta cifra alcanza el 90%, mientras en Chile se estima que corresponde a un 60% de la población.

La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos, y el cuerpo necesita una enzima llamada lactasa para digerirla. Entonces, la intolerancia a la lactosa se presenta cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de esta enzima. Por lo tanto, la leche se deslactosa para que las personas con esta enfermedad puedan beberla.

El proyecto pretende encontrar una actividad enzimática que permita romper la lactosa a baja temperatura, con una eficiencia superior a la enzima que hoy se utiliza en la industria. Para ello se buscará esta enzima en distintos microorganismos (hongos, levaduras y bacterias) ya aislados desde la Antártica.

Una vez caracterizada y comprobada la eficiencia a baja temperatura de ésta “enzima antártica”, esta iniciativa podrá avanzar a conseguir los recursos necesarios para generar las condiciones que permitan transferir este producto biotecnológico a la industria.

Así, enzimas altamente eficientes en deslactosar leche a bajas temperaturas, permitirán no sólo optimizar algunos de los actuales procesos de producción, sino que abrirá nuevas posibilidades para el diseño de procesos de deslactosado en frío y con ello la producción de alimentos sin lactosa.

El proyecto “Enzima de origen antártico con actividad β-galactosidasa altamente eficiente en deslactosar leche a baja temperatura” (ID14I10098) tendrá una duración de dos años, contará con el financiamiento de Fondef y Usach, y será dirigido por el Dr. Renato Chávez Rosales (Director) de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile y el Dr. José Luis Palacios Pino (Director Alterno) de Cecta-Usach.

Los especialistas trabajarán en conjunto con integrantes del Instituto Antártico Chileno (Ianch), con quienes buscarán la enzima en distintos microorganismos traídos desde el continente Austral.

Diseñan proceso más seguro para absorción y reutilización de cianuro en la minería del oro

Diseñan proceso más seguro para absorción y reutilización de cianuro en la minería del oro

  • El cianuro es una de las sustancias más usadas en la extracción de oro, principalmente porque es fácil obtenerlo y tiene una mayor efectividad en la recuperación de este metal. Sin embargo, posee altos niveles de toxicidad, por lo que su uso debe ser controlado para evitar fugas. De allí la importancia de este proceso sugerido en la investigación del equipo liderado por el Dr. Julio Romero, Académico del Departamento de Ingeniería Química.

 



“Estos procesos requieren de equipos muy grandes que demandan un control constante, implicando además potenciales riesgos, como las fugas. Esto es particularmente delicado porque en un momento se tienen corrientes gaseosas con cianuro, en forma de ácido cianhídrico, recorriendo la planta a través de grandes columnas, lo que podría afectar a los trabajadores y al ambiente si no se manejan con la adecuada precaución”, señala el Dr. Julio Romero, investigador del Departamento de Ingeniería Química.

Por esto, como parte de la línea de investigación del Laboratorio de Procesos de Separación de Membranas (Labprosem) de la U. de Santiago de Chile, realizaron un estudio para minimizar los riesgos de estos cambios de estado en el cianuro a través de un proceso de absorción con membranas, lo que fue publicado en la Revista Journal of Membrane Science bajo el título  “Diseño y estimación de costos de un proceso de absorción de la membrana llena de gas (GFMA) como alternativa para la recuperación de cianuro en la minería de oro”.

“Desarrollamos y adaptamos un nuevo proceso que usa un solo equipo confinado y compacto, el cual permite traspasar el cianuro de una fase a otra sin necesidad de cambiarlo a estado gaseoso en una corriente circulante, gracias a una membrana que absorbe y desorbe este componente en una sola etapa”, relata.

El sistema funciona como barrera selectiva, imitando de manera parcial lo que hacen las membranas biológicas. Estas son comerciales, las cuales han sido adaptadas para su uso en esta aplicación.

El Dr. Romero indica que “lo que evaluamos en esta ocasión es una membrana que tiene poros llenos de gas, de aire específicamente. De esta forma, las dos soluciones, a la que se le quiere extraer el cianuro y donde se almacenará este, se contactan por la membrana pasando a través de dichos poros, lo que permite una situación controlada y con menor riesgo de que el cianuro escape a la atmósfera en su forma gaseosa”.

El estudio se desarrolló a partir de sistemas que simulaban la misma composición de las aguas de un yacimiento de oro. Esto aumenta la factibilidad de este diseño en una obra real, porque sugiere una reducción de huella de energía del proceso, además de producir un 35 por ciento más de valor neto que el sistema AVR y equiparable al proceso SART.

El trabajo publicado ha sido fruto de un estudio más extenso relativo a la tesis Doctoral de Humberto Estay, graduado del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería mención Ingeniería de Procesos, impartido por esta Casa de Estudios. Asimismo, ha contado con la colaboración de estudiantes y académicos de la Universidad Tecnológica Metropolitana.

Por una química verde

El Laboratorio de Procesos de Separación por Membranas lleva más de 14 años investigando procesos de separación mediante membranas, así como aplicaciones en procesos hidrometalúrgicos, procesamiento de alimentos, separación de biocombustibles y tratamiento de gases y residuos.

En la actualidad, las diversas investigaciones impulsadas por este laboratorio tienen una meta final: incorporar los fundamentos de una química ecoamigable. Esta decisión está inspirada por la filosofía de la química verde, la cual se basa en 12 principios que buscan reducir el impacto de los procesos químicos futuros.

“Las membranas, como barreras selectivas, buscan usar un medio físico para limitar el uso de reactivos, de químicos dañinos al medio ambiente. Queremos focalizar nuestras líneas de investigación para lograr desarrollar aplicaciones que respeten los principios de la química verde. Tratamos de modificar el diseño de productos y tratamientos químicos, procesos, etc., para hacerlos ecoamigables, todo con el fin de impedir o reducir significativamente la generación de contaminantes”, expresa el Dr. Romero.

Investigan levadura que podría descontaminar alimentos de manera natural

Investigan levadura que podría descontaminar alimentos de manera natural

  • La levadura es un hongo que se encuentra presente en múltiples procesos de fermentación que son necesarios para el consumo de los alimentos. Por su importancia, a través de un análisis genético, se buscan nuevas aplicaciones que permitan descontaminar lo que consumimos, de forma natural y a bajo costo. La Investigación -que corresponde a un proyecto Fondecyt de Iniciación- es liderada por el Doctor Francisco Cubillos Riffo, investigador del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.  

 



Licores, cerveza y pan, son alimentos donde la levadura juega un papel trascendental. Este hongo se encuentra presente en múltiples procesos de fermentación que son necesarios para el consumo de los alimentos tal como los conocemos. Sin embargo, la importancia de este catalizador va más allá de la preparación de productos, pues posee la particularidad de controlar ciertas micotoxinas, contaminantes naturales de los alimentos, que al ser ingeridas, inhaladas o absorbidas por una persona pueden provocar intoxicaciones agudas.

A través de un análisis genético de la respuesta de la interacción entre los contaminantes naturales y la levadura, se pretende desarrollar nuevas aplicaciones que permitan descontaminar los alimentos de forma natural y a bajo costo, en la Investigación liderada por el Doctor Francisco Cubillos Riffo. 

Según el docente la inocuidad de alimentos es un área bastante importante en Chile, tanto para las importaciones como para las exportaciones, añadiendo que “en el laboratorio del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los alimentos (CECTA), estamos abocados a la investigación sobre la inocuidad, el tipo de levadura que hoy estudiamos tendría la particularidad de poder descontaminar los alimentos que contienen micotoxinas”.

Evitar enfermedades

La relevancia de la investigación, radica en la necesidad de evitar enfermedades transmitidas por animales, erradicando la contaminación en productos que son ingeridos por humanos, por lo que el análisis de esta cepa, y de otras provenientes de distintas zonas geográficas del país, parece ser lo más adecuado para encontrar aplicaciones efectivas.

“Evaluaremos las levaduras que tienen distintos orígenes y luego haremos evaluaciones a nivel genético. Podremos descubrir cuál levadura es la que posee mayor capacidad para degradar o descontaminar los alimentos y, a la par, se realizarán investigaciones genéticas entre las distintas cepas estudiadas”.

Según el investigador, “muchas de estas toxinas logran entrar a la cadena alimenticia, pudiendo causar ciertos daños; por lo que es necesario buscar alternativas naturales para generar la desintoxicación. La levadura no es un químico, no es un tratamiento tóxico, es mucho más económica y es, la gran mayoría de las veces, completamente inocua”. 

Las proyecciones del estudio son diversas, y el Doctor Cubillos ve con buenos ojos las posibilidades que se abren: “eventualmente, podríamos llegar a la empresa y también  generar colaboraciones con la  Facultad de Administración y Economía. Por otra parte, a partir de los datos generados en el proyecto, se pueden realizar una serie de modelos matemáticos, para determinar el comportamiento específico de la levadura en un ambiente de estrés, lo que nos ayudaría mucho más en investigaciones futuras”.

Investigan efecto del calentamiento global en musgos antárticos

Investigan efecto del calentamiento global en musgos antárticos

  • Mediante un proyecto Fondecyt, liderado por el Dr. Gustavo Zúñiga, un grupo de investigadores de la Universidad, realiza mediciones en musgos presentes en el Glaciar Collins y en la Península Ardley, con el fin de analizar el impacto del calentamiento global en estas poblaciones e identificar mecanismos de tolerancia de estas especies, a los cambios ambientales.

 




En la Base “Profesor Julio Escudero” del Instituto Antártico Chile (INACH), se encuentran el investigador de la U. de Santiago, Dr. Gustavo Zúñiga,  la estudiante de Doctorado en Biotecnología de la Facultad de Química y Biología, Marisol Pizarro y el estudiante de pregrado de Ingeniería en Biotecnología de la Facultad de Ingeniería, Gustavo Zúñiga-Líbano, con el objetivo de estudiar el efecto del calentamiento global en musgos antárticos, en el marco del proyecto Fondecyt "Metabolomic responses of the Antarctic mosses Sanioniauncinata and Polytrichastrumumalpinum to global warming".

Durante su estadía en la Antártica, el equipo pretende establecer una línea base respecto del efecto del calentamiento que está experimentando la región y, además, buscará conocer los mecanismos de tolerancia al ambiente que presentan los musgos Sanioniauncinatay Polytrichastrumalpinum, específicamente. Para ello, la investigación contempla la recolección de muestras y de mediciones de variables ambientales en el Glaciar Collins y la península Ardley.

"Hay que considerar que la Península Antártica ha sido una de las zonas más afectadas por el calentamiento global y sin embargo, hasta el día de hoy, no existen estudios sobre la respuesta a nivel molecular a este fenómeno y menos investigaciones que correlacionen las condiciones de estrés que existen en la Antártica, a las que están siendo sometidas las especies", explica el Dr. Zúñiga, sobre el proyecto que lidera y que tiene como objetivo caracterizar los cambios fisiológicos y moleculares inducidos por el aumento de la temperatura, la radiación UV-B y la disponibilidad de agua en los musgos en cuestión.

A este estudio, se suma el aporte de los integrantes del Laboratorio de Fisiología y Biotecnología Vegetal del Departamento de Biología de la Facultad de Química y Biología, Hans Köhler, estudiante de Doctorado en Biotecnología y el del Dr. Rodrigo A. Contreras, quien en diciembre viajó a la estación científica polar Glaciar Unión para trabajar en el proyecto estudiando los líquenes de la zona.

 

Estudio recoge información asociada al impacto de las tecnologías electromagnéticas en la salud

Estudio recoge información asociada al impacto de las tecnologías electromagnéticas en la salud

  • Un equipo de la Facultad Tecnológica, liderado por el Dr. Arturo Rodríguez, realizó un estudio sobre la percepción de los chilenos con respecto al uso de las tecnologías electromagnéticas y su efecto en la salud. De acuerdo al sondeo -aplicado a 1.100  personas de la Región Metropolitana- si bien un 87,4 por ciento percibe el uso de estas herramientas como algo dañino para la salud, un 92 por ciento  no está dispuesto a dejar de usarlas.

 


A pesar de que las tecnologías electromagnéticas (teléfonos móviles, dispositivos Wifi, antenas de celular) están inmersas prácticamente en todos los ámbitos de la vida, existe desconocimiento por parte de los usuarios respecto de la radiación electromagnética que emiten estos artefactos, los riesgos que conlleva su manipulación, aspectos que han sido sindicados como posibles responsables de ciertos problemas de salud. 

Un equipo multidisciplinario, perteneciente al Grupo de Investigación en Nuevas Tecnologías (GINT-USACH), liderado por el académico de la Facultad Tecnológica, Dr. Arturo Rodríguez, realizó un estudio que recoge la opinión de los chilenos sobre las tecnologías y sus efectos en la salud. La investigación se realizó en base a encuestas presenciales aplicadas a cerca de 1.100 personas de distintas comunas de la Región Metropolitana.

El sondeo, desarrollado en el marco de un proyecto Dicyt de Opinión Pública, demostró que los chilenos tienen un alto grado de dependencia a las tecnologías electromagnéticas, aunque tienen conciencia de lo perjudiciales que pueden ser para la salud.

Según los realizadores del estudio, las conclusiones reflejan una sociedad que subordina la salud frente a sus necesidades de comunicación e interconexión; por ejemplo, un 87,4 por ciento de los encuestados percibe el uso de las tecnologías electromagnéticas como algo dañino para la salud, no obstante, un 62,9 por ciento considera que es importante tener acceso a éstas, y las utilizan también en el ámbito laboral.

De acuerdo a los investigadores, estos resultados pueden asimilarse a otras prácticas observables en muchos escenarios de la vida cotidiana, como por ejemplo, el caso del alcohol y los cigarrillos, cuyo consumo está asociado a diferentes enfermedades, sin embargo, las personas no dejan de consumirlos.

La encuesta arrojó otros datos ilustrativos de la dependencia tecnológica. Casi un 90 por ciento de los encuestados señaló que usan las tecnologías electromagnéticas como acompañamiento, mientras que un 92 por ciento de la muestra indicó no estar dispuesto a dejar de usarlas, a pesar de las posibles consecuencias que pueda acarrear.

Respecto de la utilidad que prestan las tecnologías electromagnéticas (TEM), un 39,4 por ciento dice no estar totalmente convencido de su uso para realizar transacciones comerciales; además, no las ven como un instrumento útil en caso de emergencias.

De acuerdo al director del proyecto, el Dr. Arturo Rodríguez, “este fenómeno se produce por la alta introducción de la tecnología en la vida cotidiana, y la ausencia de educación no solo sobre la utilidad del artefacto tecnológico sino también sobre la necesidad de su usabilidad. Una tecnología orientada exclusivamente hacia la satisfacción de las necesidades, solo nos lleva a una sociedad intolerante a la frustración y, sin duda,  una sociedad cada vez más conflictiva”, finaliza.

Desarrollan suplemento alimenticio que busca prevenir el cáncer

Desarrollan suplemento alimenticio que busca prevenir el cáncer

  • “Producción y encapsulamiento de la enzima mirosinasa de brócoli para su aplicación como suplemento alimenticio”, se denomina el proyecto Fondef, recientemente adjudicado por el Ingeniero en Biotecnología, egresado de nuestra Casa de Estudios, Alejandro Angulo. Enmarcado en la línea  “Valorización de la Investigación en la Universidad”, los fondos permitirán el desarrollo de una cápsula que aumente la capacidad de prevenir diversos tipos de cánceres.

 



Es sabido que la ingesta de vegetales conlleva numerosos beneficios para el organismo, incluso algunos de ellos tienen propiedades preventivas de ciertas patologías. Es el caso del brócoli, que de acuerdo a diversos estudios, puede actuar como un anticancerígeno natural.

En base a estos antecedentes el ingeniero en Biotecnología, egresado de la U. de Santiago, Alejandro Angulo, presentó el proyecto “Producción y encapsulamiento de la enzima mirosinasa de brócoli para su aplicación como suplemento alimenticio”, al IV Concurso de Valorización de la Investigación en la Universidad (VIU) de Fondef, el que fue adjudicado recientemente. La iniciativa tiene como propósito desarrollar una cápsula que aumente la capacidad de prevenir diversos tipos de cánceres, una característica con la que cuenta naturalmente el brócoli.

El director del proyecto, explica que este vegetal puede producir un conjunto de  compuestos antioxidantes y anticancerígenos denominados isotiocianatos, entre ellos, el sulforafano, que destaca por su alta potencia. El precursor de este compuesto, la enzima mirosinasa, se encuentra dentro del brócoli; cuando éste se mastica, los tejidos  se rompen, de modo que la enzima y el sustrato reaccionan, produciéndose el compuesto de forma natural. “Lo que planteamos es que si tenemos mayor cantidad de enzimas en condiciones óptimas o de alta actividad, se podría maximizar el contenido de estos compuestos anticancerígenos”, remarca el investigador.

Entonces, la propuesta del ingeniero en Biotecnología, es crear una cápsula con la enzima purificada, de manera que al ser consumida junto al brócoli, aumente el contenido de sulforafano en el organismo y, por lo tanto, su efecto anticancerígeno. No obstante, el investigador advierte que este producto “tendría un efecto que permite reducir el riesgo de padecer cáncer, pero no es un tratamiento contra el cáncer”.

La inquietud por desarrollar este suplemento alimenticio –indica Angulo- surgió cuando buscaba un tema para la realización de sus tesis y se contactó con la doctora Andrea Mahn, quien ejecuta un proyecto Fondecyt orientado a transformar el brócoli en un alimento funcional. “Yo me enfoqué en el estudio de la enzima del brócoli, que cataliza la reacción química que permite la producción del compuesto anticancerígeno, un aspecto que no estaba estudiado. En mi tesis buscaba caracterizar esta enzima para luego purificarla y dejarla apta para aplicarla en un producto. Fue entonces cuando pensamos en el desarrollo de un suplemento alimenticio”, recuerda.

La idea de Alejandro Angulo fue una de las 12 iniciativas de la Institución que resultaron ganadoras en la última versión del Concurso VIU, cifra histórica que posiciona a nuestra Casa de Estudios en el primer lugar este año. La investigación contará con el apoyo de la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) para avanzar hacia el objetivo final, que es desarrollar el producto para ser comercializado.

El proyecto está en su primera etapa, que incluye el diseño de un plan de negocios y un plan de trabajo; luego de eso será evaluada para su paso a la segunda etapa, que es la puesta en marcha del proyecto. “En el largo plazo esperamos cumplir con todas las etapas y posicionarlo como una marca reconocida. La idea es establecerse como marca y vender nuestro producto”, concluye el investigador Alejandro Angulo.

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