La especialista en Relaciones Internacionales y académica del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, identificó un creciente “sentimiento nacionalista” en la sociedad rusa, “lo que ha permitido el avance de una política autoritaria y conservadora, encabezada por Vladimir Putin”.
Tras la anexión de Crimea a la Federación Rusa, la especialista en Relaciones Internacionales y directora del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, Olga Ulianova, se mostró “preocupada” ante lo que identificó como “un creciente sentimiento nacionalista” presente en la población rusa, “lo que ha permitido el avance de una política autoritaria y conservadora, encabezada por Vladimir Putin”.“Con la anexión de Crimea, decisión altamente apoyada por la población en dicha región y también en Rusia, Putin recuperó su popularidad que comenzaba a decaer y llegó a los niveles más altos de su carrera”, señaló la especialista. “Putin tocó una fibra sensible en la mayoría de la población rusa: el nacionalismo”, agregó.“En Rusia existe un evidente auge del nacionalismo y eso ha quedado demostrado en encuestas recientes. Este sentimiento se puede interpretar como una búsqueda de revancha después del reacomodo de las potencias mundiales tras el colapso de la Unión Soviética. La sociedad rusa quiere retomar el poder que alguna vez tuvo a nivel global”, declaró Olga Ulianova.Para la analista internacional, el problema es que este nacionalismo se asocia con la aceptación de mayor autoritarismo. “La gente se muestra cada vez más propensa a aceptar medidas que restrinjan las libertades a cambio de seguridad. Lo que se suma a un discurso muy conservador del gobierno, manifestado a través de leyes discriminatorias contra las minorías sexuales y medidas que consideran a la iglesia ortodoxa, prácticamente, como uno de los poderes del Estado”.Según Olga Ulianova, “incluso los neoconservadores en Estados Unidos hoy cantan loas a Putin. Creen que ése es el líder que ellos necesitan”.Sin embargo, pese al alto nacionalismo y el respaldo popular de Vladimir Putin, la académica de la Universidad de Santiago de Chile, descartó que Rusia siga expandiendo su dominio a otras regiones cercanas.“Crimea, más que ser una zona estratégica, es simbólica. Se veía como un territorio pendiente desde la caída de la Unión Soviética, que, desde entonces, se opuso a ser parte de Ucrania”, indicó la experta en Relaciones Internacionales.Finalmente, la académica afirmó que, pese a que existen otros territorios que reclaman ser parte de Rusia, en Moscú no existe real voluntad de seguir con las anexiones.“Recientemente han aparecidos políticos europeos anunciando que Rusia intentará seguir un plan de anexión a otras regiones, sin embargo estás son palabras para llamar la atención de los medios y no tienen un sustento real. La anexión de territorio no continuará y este conflicto no pasará a un nivel mayor ni de características militares”, concluyó Olga Ulianova, directora del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile.