Casi listo nuevo vehículo para Carrera Solar de Atacama

Apolo II, el nuevo vehículo solar creado por estudiantes y tesistas del Equipo Solar de la Universidad de Santiago, Esus, se encuentra en etapa de ensamblaje. Durante esta semana, se tiene previsto concluir el montaje del área eléctrica con la estructura mecánica, mientras se termina de fabricar el fuselaje, que en esta ocasión será de fibra de vidrio y de carbono; las placas respectivas han sido elaboradas por Fibrovent, una de las empresas auspiciadoras.
Tras dos años de trabajo e investigaciones, el nuevo auto supera a su antecesor, integrando tecnologías que favorecen la eficiencia energética, el rendimiento del motor y el uso de las baterías. Además, se han hecho innovaciones al diseño para cumplir con las normas que reglamentan la Carrera Solar Atacama, competencia que se realizará entre el 13 y el 17 de noviembre, próximos.
El director ejecutivo del proyecto, Gonzalo Pacheco remarca: “Queremos ser primeros, pues hemos trabajado para ello y haremos lo mejor hasta el final”.

 
Hace dos años, el Equipo Solar de la Universidad de Santiago, Esus, desarrolló un prototipo de vehículo ultraliviano, piloteado y alimentado a través de energía fotovoltaica, el Apolo, que compitió en el Desafío Solar Atacama.

Desde entonces, el equipo se focalizó en las mejoras necesarias que facilitaran la eficiencia del auto y el resultado está a punto de ver la luz.
Este 2014, los integrantes del Esus, junto con los nuevos estudiantes que se han sumado, desarrollaron un nuevo modelo de vehículo, más avanzado,que está en etapa de montaje, para volver a competir y alcanzar el podio en esta competencia.

“Estamos en proceso de integrar todas las áreas: la eléctrica, la mecánica y el diseño”, explicó el director delEsusy tesista de Ingeniería Civil Mecánica, Gonzalo Pacheco, agregando que así como el desafío ha sido grande, las expectativas también lo son. “Queremos ser primeros, trabajamos para ello, nos creemos el cuento y vamos a hacer lo mejor hasta el final”, enfatizó.

Innovaciones y optimizaciones

Esta semana se realiza la etapa de montaje de los aspectos eléctricos y mecánicos del Apolo II, que incluyen nuevas tecnologías. El director del área eléctrica y tesista de Ingeniería Civil Eléctrica, Patricio Cerda explica que cada ámbito se probó por separado y este es el momento de ensamblar para que todo funcione de la manera esperada.

“Estamos ocupando mejores motores que la vez anterior, son dos y alcanzan un 97 por ciento de eficiencia, haciendo que el vehículo pueda moverse a una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora. Hemos adquirido nueve paneles solares, hechos en China, de 120 watts, con una eficiencia equivalente a 21 por ciento, mientras que en el otro vehículo alcanzaban sólo al 19 por ciento. Además, con las nuevas baterías de iones de litio hechas en Japón,estamos disminuyendo 40 kilos de peso y tienen una densidad energética mayor que permite almacenar más energía”, señaló Patricio Cerda.

En el aspecto mecánico, el estudiante Martín Catalán indicó que el chasis está hecho de Acero 4130, que se usa en vehículos de velocidad por sus características de poco peso y resistencia. Junto con ello, los diseñadores han tenido que desplazar al piloto sobre el eje izquierdo, para reducir las áreas de roce y favorecer el diseño aerodinámico. Para balancear el peso, en el otro lado se instalará el sistema de baterías. También en el ensamble se considera incorporar el sistema de frenos, que incluye dos mecanismos de disco, que funcionan por separado.

Una de las últimas partes del ensamble corresponde al fuselaje, que también varió al del auto anterior. En el Apolo II, serán de un material compuesto por fibra de vidrio y fibra de carbono, logrando una carrocería resistente y liviana, elaborado por la empresa Fibrovent.

Varios aspectos mecánicos y eléctricos han debido adecuarse no sólo en términos de diseño, sino para también cumplir con la reglamentación de la Carrera Solar Atacama, evento que se realizará entre el 13 y el 17 de noviembre. El equipo llegará antes a Iquique para sortear la etapa clasificatoria.

Aprendizaje y experiencia

La experiencia de crear el vehículo supone mucho más que la participación en la carrera. El director del área eléctrica, Patricio Cerda,  explica que “como estudiantes se trata de un aprendizaje valiosísimo”, ya que la experiencia aplicada que lograron en materias como energías  renovables fue un aspecto innovador en su formación, ya que comenzaron cuando la Universidad aún no creaba el laboratorio en esta área. “Llevamos cuatro años en esto, entonces tenemos conocimiento avanzado sobre este tema”, acotó el tesista de Ingeniería Civil Eléctrica.

Asimismo, el director ejecutivo del Esus, Gonzalo Pacheco, agrega que el proyecto se convirtió en interdisciplinario sin pretenderlo. “Nos dimos cuenta que esta integración de ingenieros,  arquitectos y diseñadores, no se da en otro proyecto, entonces alineó varias unidades académicas en una sola perspectiva que cuenta con el apoyo de la Universidad, para continuar con una mirada más profesional”.

El Apolo II debería estar completamente montado el 20 de octubre, para luego pasar a la etapa de pruebas y ser presentado a la comunidad universitaria el 3 de noviembre.

En lo práctico, también hay desafíos. Los dos pilotos son los mismos que compitieron en 2012. Pablo Carter, estudiante de Ingeniería Civil Mecánica explicó que no se trata sólo de experiencia en la conducción, sino que también en el desarrollo del proyecto.

“Los dos pilotos somos del departamento de Ingeniería Mecánica y hemos participado en el proyecto. Sabemos cómo funciona el vehículo, cómo se comporta, cómo debería moverse, frenar, cómo funciona parte eléctrica”, señaló.

Auspicios

Si bien el proyecto obtuvo un 80 por ciento del financiamiento a través de aportes de la propia Universidad y de los Departamentos involucrados, también se gestionó el patrocinio de la Sociedad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad e importantes empresas como Fibrovent, responsable del fuselaje; Schneider Electric, que aportó capacitación; PC Factory, que contribuyó en el desarrollo de software de telemetría para comunicar sensores ubicados en el vehículo con el equipo escolta; Servicio Láser, que se encargó de los moldes de fibra de vidrio; y Maestranza Murúa, que apoyó la soldadura del chasis.

El equipo de Esus está compuesto por 65 personas aproximadamente, entre los que se cuentan estudiantes y tesistas de los departamentos de Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica, Tecnologías Generales y la Escuela de Arquitectura. Un grupo de académicos asesora a los jóvenes en el desarrollo e implementación del proyecto.

 
 
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