Los triunfadores de la primera versión del concurso “Despega Usach: Transformando realidades”, creado por la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT), se reunieron el jueves pasado con el rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, a quien le informaron del apoyo recibido del Stanford Research Institute (SRI), para mejorar sus proyectos y las posibilidades de desarrollo en sus campos profesionales.
Ciencia, innovación y emprendimiento constituyen tres ejes que nuestra Universidad, -estatal y pública- desarrolla como prioridades en la formación de sus estudiantes, objetivos que se reflejaron en el resultado de la primera versión del concurso “Despega Usach: Transformando realidades”, creado por la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT).Como una forma de estimular esta mirada en beneficio del país, a los cinco ganadores, entre los 59 que se presentaron, se les distinguió con una pasantía de seis semanas en el Stanford Research Institute (SRI), ubicado en Menlo Park, California (Estados Unidos).Un viaje en el que no solo participaron de diversas instancias en beneficio de sus proyectos, sino que les permitió conocer distintas realidades y posibilidades respecto de sus campos profesionales. Todo esto, luego de acceder a importantes capacitaciones en nuestra Casa de Estudios, incluyendo un perfeccionamiento en el inglés.Este primer equipo de estudiantes triunfadores en la convocatoria está integrado por la Dra. Daniela Toro Ascuy, responsable de la plataforma para el desarrollo de vacunas para la industria del salmón; la bioquímica Sofía Michelson Quintana, quien trabaja en un ungüento anticancerígeno para combatir el melanoma; Álvaro Monserrat, de NurseEye, instrumento clínico para valorizar y medir la superficie de heridas; Pablo González Alarcón, líder de Class Track, un software de gestión curricular, y Sebastián Sanhueza Tapia, de Crea en 3D, empresa de piezas y diseños en 3D.El grupo de jóvenes se reunió el jueves pasado con el rector de nuestro Plantel, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, a quien le informaron del apoyo recibido del Stanford Research Institute (SRI), para mejorar sus proyectos y las posibilidades de desarrollo en sus campos profesionales.Apoyo permanente del PlantelDurante el encuentro, el rector Juan Manuel Zolezzi los instó a mantener la inquietud, la iniciativa y las ideas para llevar adelante sus proyectos, además de confiar en sus capacidades para lograr desarrollarlos.La autoridad les consultó si estaban convencidos de que podían generar un millón de dólares para concretar sus proyectos y al escuchar las respuestas, expresó: “Me gustaría que así fuera, porque si alguien no cree que su idea es buena, se complica la posibilidad de concretarla”. “El Stanford Research Institute es uno de los establecimientos más idóneos para ayudarlos en esa tarea, en temas de marketing, levantamiento de recursos, conocer empresas e incluso para fortalecer la personalidad de cada uno”, destacó el rector al comentar el lugar al que asistieron los estudiantes en su pasantía en Estados Unidos.El Dr. Zolezzi reiteró que “nuestro compromiso como Universidad es seguir apoyándolos. Ahora, en una etapa de incubación de los proyectos”.Pablo González: software de gestión curricularA sus 24 años, Pablo González Alarcón estudia Ingeniería en Ejecución en Computación e Informática. “Podemos dar pasos mucho más formales en lo que es la industria y vender un producto”, advierte, luego de la experiencia internacional y la posibilidad de mostrar su proyecto “Class Track”, un software de gestión curricular destinado al trabajo de planificación de los docentes.“Nuestro paso por Estados Unidos nos permite hablar de financiamientos más bajos como algo más natural y no tan lejano. Al conocer esa realidad entendemos que un millón de dólares es prácticamente nada. Volver a Chile y pensar en un financiamiento de 60 millones de pesos ahora es absolutamente alcanzable”, explica el estudiante.Por ello, no duda en trazar importantes objetivos. “En el corto plazo, que mi proyecto crezca en el mercado chileno, salir a Latinoamérica, conquistar ese mercado y llegar a venderlo en Estados Unidos. La Universidad de Santiago es la que me ha dado las herramientas para lograr todo esto y me ha ayudado en el tema de los financiamientos”.Sofía Michelson: ungüento anticancerígenoPor su parte, Sofía Michelson Quintana, de la carrera de Bioquímica, trabaja en un proyecto para desarrollar un ungüento anticancerígeno, particularmente para tratar el cáncer de piel. “Nosotros no solamente trabajamos pensando en ganar dinero. El cáncer y el tratamiento de ciertas curas son temas sociales importantes que van más allá de ganar dinero a través de un producto”.“Por eso me importa tanto trabajar con la Universidad”, aclara la estudiante de 26 años. “Me gusta mi Universidad, por lo que quiero que la gente y el resto del país sepan lo que hacemos acá. Por tratarse de una Universidad pública, las empresas las creamos nosotros, no son de la Universidad, pero todo se origina aquí y tenemos la ayuda que necesitamos”.Su proyección es estudiar un magíster en Gestión Tecnológica o alguna especialización dentro de su carrera.Álvaro Monserrat: proyecto “NurseEye”Con 24 años, Álvaro Monserrat encabeza el proyecto “NurseEye”, que consiste en un instrumento clínico que se propone valorizar y medir la superficie de las heridas. “Cuando se tiene una visión más amplia de las ideas se encuentran mejores soluciones. Por eso necesitamos formar equipos de trabajo multidisciplinarios”, explica el estudiante de Ingeniería Civil Eléctrica.Precisamente en ese contexto, destaca que nuestra Universidad presenta una ventaja muy importante respecto de otras instituciones. “Tener un solo campus en el que podemos conocer a estudiantes de otras áreas y formar proyectos multidisciplinarios, donde se potencian las soluciones y llegar a productos mucho más desarrollados”.Junto con destacar el apoyo constante por parte de esta Casa de Estudios, plantea que su objetivo es dedicarse a desarrollar proyectos. “En otros países se hace y en Chile se está dando de a poco. Y como nosotros estamos partiendo, tenemos muchas posibilidades. Es un ámbito de mucha inestabilidad e incertidumbre, pero es justamente eso lo que más me atrae, que uno nunca sabe lo que va a ocurrir”.Dra. Daniela Toro: vacuna para industria salmoneraCon más experiencia académica, Daniela Toro Ascuy no solo estudió la carrera de Bioquímica. A sus 29 años ya es doctora en Microbiología. “Me puedo parar en igualdad de condiciones en cualquier parte del mundo. Por cómo se trata la carrera de Bioquímica en la Universidad de Santiago, puedo decir que es una de las mejores a nivel nacional”.Con su proyecto “Plavir”, que consiste en una plataforma que busca desarrollar nuevas vacunas para la industria salmonera, así como renovar las que ya existen, reconoce que “estamos al mismo nivel que cualquier universidad extranjera. Incluso he podido comprobar que estamos mucho mejor preparados que estudiantes de otros países latinoamericanos y también de Estados Unidos. De hecho, los chilenos somos muy requeridos allá, al menos en mi área que es la ciencia”.Como parte de la pasantía, detalla que “en el feedback que tuve en Stanford, me dijeron que no tenía que centrarme solo en este país, sino que pensar en grande inmediatamente, pensar a nivel internacional ahora. Además, que no se imaginaban la importancia que tiene la salmonicultura en Chile y que mi idea es tan buena que podría salvar muchos salmones en otros lugares, por lo que debo darle un valor agregado a mi trabajo”.Sebastián Sanhueza: proyecto “Crea en 3D”Como estudiante de la carrera de Ingeniería en Ejecución Química, Sebastián Sanhueza Tapia resalta que las posibilidades siempre existen. “Pero ahora con la pasantía en Stanford se abren aún más puertas. Esa es la ventaja. Y las que ya estaban, se abren con mayor rapidez”.A sus 22 años considera gratificante recibir respuestas y una mayor valoración del trabajo desarrollado. “Que consideren que si tu proyecto fue destacado allá, en Estados Unidos, significa que es internacional y que puede escalar bastante rápido. Es una ventaja muy grande, si lo vemos desde el punto de vista de competir con otros proyectos”.A partir de su idea “Crea en 3D”, proyecto que genera piezas incluso de mejor calidad que las impresoras existentes en el mercado, destaca el cambio de mentalidad al que accedieron, particularmente en cuanto al ámbito empresarial. “Uno suele pensar en pequeño, en Santiago, en Chile. Allá nos decían ‘véndele al mundo y sean grandes’”.Junto con agradecer la calidad de los conocimientos recibidos en la carrera, “también destaco de nuestra Universidad el hecho de que todas las Facultades estemos en el mismo lugar, lo que ofrece la posibilidad de conocer gente y generar redes. Eso es lo que más se agradece”.Segunda versiónDado el éxito de la iniciativa, que ha contado con la participación de distintas áreas del plantel, como la Dirección de Gestión Tecnológica, el Centro Innovo y el Proyecto Ingeniería 2030, este año se desarrollará una segunda versión del concurso.El proceso de inscripción y preselección se concretará durante este primer semestre, para luego dar paso a la selección de los proyectos que competirán por un nuevo viaje a Estados Unidos. Ésta y otras informaciones pueden encontrase en el sitio www.udesantiagoemprende.cl.