La ingeniero industrial Dra. Gloria Baigorrotegui, del IDEA, expuso en el seminario organizado por ese instituto dedicado a Medio Ambiente y Energía, donde se refirió a aspectos del trabajo que desarrolla junto a otros profesionales en “comunidades que quieren gestionar sus recursos energéticos para desarrollarse”.
La necesidad de visualizar el problema de la contaminación en ciudades del sur de nuestro país, particularmente con el uso de la madera en términos de eficiencia energética, de aislamiento térmico y de formas de calefacción en general, abordó la Dra. Gloria Baigorrotegui, en el Seminario Anual del Área de Ciencias Sociales del IDEA, dedicado a Medio Ambiente y Energía.La académica expuso el tema “El rol de los regímenes energéticos aislados para las transiciones hacia la sustentabilidad. El caso de Coyhaique”, donde detalló la experiencia de las comunidades locales en la zona de Aysén en la búsqueda de fuentes de energía eléctrica más limpias y sustentables, desde la paralización momentánea del megaproyecto hidroeléctrico HidroAysén.La exposición de la experta consideró los resultados de una serie de proyectos centrados tanto en energía como en medio ambiente, en los que ella ha participado, gracias al respaldo del Fondecyt.En esas investigaciones se indaga la formación de grupos activistas locales que comenzaron a especializarse, fundamentando a nivel experto su oposición a los megaproyectos de generación eléctrica en el sur de Chile“Muchos grupos locales, como el Consejo de Defensa de la Patagonia, empezaron a trabajar en la idea de las cooperativas o comunidades energéticas, para justamente generar energía en términos de autogestión para los territorios, que hace sentido después de haber defendido de alguna manera el territorio de ese modelo de energía (hidroeléctrica)”, puntualizó.Construcción de modelos explicativosLa Dra. Baigorrotegui detalló que a raíz de lo anterior sus actuales estudios -junto a otros profesionales-, se basan en la construcción de modelos para explicar cómo son y cómo se comportan estas comunidades energéticas en Chile, particularmente en zonas aisladas tanto del sur del país como del norte, y que ya iniciaron su transición hacia las energías renovables.“Queremos averiguar qué condiciones diferentes hay entre las comunidades locales y las del norte de Europa y Estados Unidos; y respecto a las formas de organización, qué hace que estos grupos, con conocimiento experto, se reúnan y agrupen y se hagan visibles, porque hasta ahora en el sur de Chile, por ejemplo, no lo son”, explicó.La Dra. en filosofía aclaró que las comunidades locales del sur de Chile están concentradas en la búsqueda de energía a través de fuentes renovables no convencionales como hidroeléctricas menores, y pequeñas plantas fotovoltaicas y eólicas.“También es interesante que en el sur del país se da un mix entre la electricidad a través de energías renovables con la aislación, lo térmico y con el uso de la madera de manera más eficiente”, destacó.En concreto, subrayó la investigadora, “lo que hacemos es mirar la energía en sus múltiples formas en territorios aislados, con comunidades que quieren gestionar sus recursos energéticos para desarrollarse, para que también sean formas de crecimiento socioeconómico”.La académica acotó que otro punto importante en la zona de la Patagonia es la fuerte necesidad de calefacción sin contaminar.“Por ejemplo, está la experiencia de la Escuela Baquedano en Coyhaique que para aumentar la calefacción cambió las calderas de leña por calderas de astillas secas, sustentables y eficientes. Por lo mismo, es importante mejorar las capacidades de desarrollo local, porque la electricidad no necesariamente es la mejor en esos lugares, particularmente en los sectores aislados donde los sistemas eléctricos son más bien precarios”, concluyó.