Hoy 25 de marzo se celebra en varios países del mundo el Día del Niño que está por Nacer, para así recordarnos cada año que debemos defender la dignidad del niño en gestación y de la madre embarazada.
En este día tan significativo, los que formamos parte del Proyecto Museo de Embriofetología, dependiente de la Unidad de Embriología Humana, de la Facultad de Ciencias Médicas de la U. de Santiago, también adherimos decididamente a esta celebración, por considerar que la vida del niño en gestación es inviolable y debe ser respetada, como inviolable y respetado es el derecho a la vida de cada uno de nosotros. La finalidad es propiciar la reflexión sobre el valor de la vida humana del que está por nacer. En nuestro país, el 18 de mayo de 1999 el Senado aprobó por unanimidad un proyecto de acuerdo por el que se solicitó al Presidente de la República que declarara el 25 de marzo de cada año como el "Día del Niño Concebido y No Nacido". El Niño por Nacer tiene derecho a la vida, y a desarrollarse en un ambiente favorable. El derecho a la vida está garantizado por nuestra legislación desde el momento mismo de la concepción. Es un derecho fundamental. Sin embargo, el concepto de vida humana naciente y del embrión como individuo ha sido un ámbito de muchas controversias. Su definición, ha sido motivo de complejas discusiones en donde convergen todo tipo de especialistas, pero raramente un embriólogo humano. Desde mi perspectiva, para hablar de la vida humana naciente, es necesario conocer la dimensión biológica del desarrollo del embrión en el útero materno. Si existiera este conocimiento, la visión de aquellos que, por ejemplo, promueven el aborto, cambiaría. Pienso que muchos de aquellos que hablan en pro o en contra del derecho a la vida del no nacido, se basan en información parcial, ya que nunca se han enfrentado a lo que significa ver el desarrollo de un ser humano paso a paso. En nuestra sociedad existe un gran vacío de conocimiento respecto al comienzo de la vida humana. Son muy pocos los que saben por ejemplo, cómo es un embrión humano, cómo es a las 4 o 5 semanas de edad; cuánto mide, si tiene o no, corazón, si tiene piernas, cómo se nutre, etc.; ignorándose así, mucha información. Si las personas conocieran cómo se desarrolla la vida de un individuo en el útero, particularmente en sus primeras semanas de vida, es posible que la actitud frente a la vida del no nacido, cambiaría. Nuestra tarea como formadores, es educar y nuestra tarea como embriólogos es educar en nuestra área. Chile tiene ahora un día oficial al año para recordar la dignidad del niño en gestación y el Museo de Embriofetología adhiere a esta celebración. Pero no sólo recordará la dignidad del no nacido en este día, sino que asume el compromiso de recordarlo regularmente en el transcurso de este año 2014. ¿Cómo lo recordaremos?, educando. Cada semana llegaremos a nuestra comunidad universitaria y a todos nuestros amigos por la web mostrando los eventos más significativos del desarrollo del embrión en imágenes y señalando cómo el embrión humano al final de la semana ocho, después de la fecundación, tiene presente en su cuerpo casi el 97 por ciento de los órganos y tejidos existentes en el adulto. Así, conociendo el desarrollo de la vida en el útero, veremos al embrión como un ser acogido por su madre en el útero, pero absolutamente independiente de ella: en su desarrollo y por ende, que su derecho a vivir le sea respetado, incluso por su madre. En pro de la vida del que está por nacer, trataremos de cumplir con nuestro compromiso. (Más información AQUI). (*) Profesor titular y coordinador de la Unidad de Embriología Humana de la Escuela de Medicina de la U. de Santiago de Chile.