El jefe del programa de medicina de urgencia de la Universidad, Dr. Ricardo Peña, explica que el material particulado contaminante producido durante el incendio podría generar enfermedades a mediano y largo plazo, por lo que remarca la necesidad de extremar las medidas de precaución.
“No se han tomado todas las medidas de precaución”, afirma el jefe del programa de medicina de urgencia de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Ricardo Peña, quien destaca que las personas que se encuentran trabajando en los lugares incendiados deberían usar mascarillas adecuadas que impidan el paso de material particulado a las vías respiratorias.“En ese sentido, es relevante el uso de mascarillas, porque las partículas de material contaminante fino pasan a la vía aérea o a la vía digestiva propiciando situaciones de enfermedad que podrían conducir a la aparición de cáncer pulmonar o gástrico”, señala.El material particulado fino, conocido como MP 2.5, puede ingresar a la sangre por vía respiratoria, o instalarse en la epiglotis, al igual que el material particulado grueso, MP 10, para luego acceder al tracto digestivo. Lo mismo que las dioxinas y los policíclicos aromáticos, que son elementos tóxicos que aparecen como resultado en los incendios y que podrían tener efectos cancerígenos, explica el Dr. Peña.“Es loable el trabajo de los voluntarios, pero deben tomar medidas preventivas”, sostiene, aludiendo a que en el largo plazo muchas personas podrían desarrollar afecciones respiratorias, arriesgando saturar los centros asistenciales de la Región.Higiene y ventilaciónEl académico de nuestra Casa de Estudios también llamó a las personas que no están en los albergues y que han preferido quedarse en carpas o incluso dormir a la intemperie, a extremar las medidas de higiene y aseo. Llamó a quienes estén en carpas, a ventilarlas adecuadamente, ya que una persona enferma podría contagiar a todo el grupo familiar.El médico instó a toda la población a mantener las rutinas de aseo personal, también en los albergues, como el lavado de manos, dientes y la ventilación de los espacios. “La rutina de aseo tiene efectos psicológicos positivos en las personas que están en este tipo de situaciones”, acota, indicando, además, que su estadía en estos centros de acogida debería ser breve.“Lo recomendable es que salgan lo más rápido posible de estos lugares de alojamiento, y aunque he sabido que hay personas que no están de acuerdo con las soluciones habitacionales transitorias que les ofrecen, porque muchas veces esas casas terminan siendo definitivas y no por un tiempo determinado, es mejor estar en ellas que seguir en los albergues”, puntualiza.El Dr. Peña agrega que ad portas de la época invernal, es importante que las personas profundicen los hábitos de higiene para prevenir las enfermedades transmisibles. En este sentido, valora el esfuerzo del Ministerio de Salud por vacunar contra la influenza, ya que de producirse focos de contagio, podrían colapsar los servicios de salud.Niños y juegoComo una importante medida de apoyo psicológico para los niños en los albergues, el académico de la Universidad de Santiago invitó a los padres a propiciar actividades lúdicas para ellos: “El juego les permite a los niños olvidar la situación en que están y evitar depresiones”.A juicio del especialista, pese al recelo de algunos padres porque sus hijos vayan a contagiarse enfermedades respiratorias, el Dr. Peña sostiene que “los niños están acostumbrados a conductas de juego. A veces la calle es el componente social y eso se puede repetir en los albergues”.