Perder a un animal que ha sido parte de la familia puede ser tan doloroso como la muerte de un ser humano.
La muerte de una mascota puede generar un profundo dolor para sus dueños. Pasar de verlos todos los días en su hogar a estar en esos mismos espacios vacíos, sin los regaloneos, locuras y compañía, produce una infinita pena, que muchas veces puede durar un buen tiempo.
Para algunos es tan intenso el sufrimiento que les genera la pérdida que se les hace imposible trabajar o realizar sus quehaceres del día a día, y muchos deben recurrir a la ayuda sicológica para poder realizar el duelo correctamente.
La mayoría de los dueños también opta por pedirse el día en su trabajo para poder despedirse de la mejor manera de su querida mascota y porque no se encuentran en condiciones anímicas para realizar sus actividades diarias.
“Cada vez que he tenido la pérdida de uno de mis perritos ha sido horrible, mal, mal, incluso me he tenido que pedir día administrativo en el trabajo porque quedo destrozada”, señala Ailyn Siu, que actualmente tiene cuatro canes.
A la hora de abordar el impacto que ha tenido la muerte de cada uno de ellos, profundiza que “honestamente creo que he sufrido más cuando han fallecido mis perritos que cuando falleció un familiar u otra persona, porque la conexión que uno hace con los animales es tan profunda que se vuelven un integrante más de tu familia, te acostumbras a tenerlos en tu día a día, y cuando se van es súper fuerte, te cambia todo”.
Agrega que “quizás mucha gente no lo entiende, pero cada perrito una personalidad distinta, entonces uno no puede decir como falleció un perro y anda por otro, porque cada uno es irremplazable”.
Ley “Duque”
Aunque socialmente cada vez se entiende más el dolor que sienten los dueños de mascotas, aún no existe una legislación que los acompañe en esos días de tristeza. En Chile existen avances, pero son lentos.
Un hecho importante para el reconocimiento legal para el duelo de mascotas ocurrió luego de que el reconocido periodista televisivo José Antonio Neme revelara la muerte de su perro “Duque”, bulldog francés que lo acompañó durante 10 años. El profesional no pudo ocultar su dolor por la pérdida y lloró en cámara en el matinal de Mega abogando por una ley que permita permiso laboral a quienes sufren la muerte de sus animales.
Los diputados Daniella Cicardini y Daniel Manouchehri se hicieron eco de este llamado y presentaron un proyecto en abril, el cual busca establecer un permiso laboral en caso de la muerte de mascotas y un día justificado de ausencia en los colegios.
Diego Ibáñez (CS), que junto a los parlamentarios Luis Cuello (PC), Daniel Melo (PS), Pamela Jiles y Diego Shalper (RN), fueron parte de la presentación de la iniciativa, aborda con Diario Usach los alcances de este proyecto y por qué es tan necesario que se apruebe esta iniciativa.
"La ley duque busca reconocer el dolor y el duelo cuando perdemos a una mascota porque no son solo animales, sino que ya son parte de la familia, son aquellos que brindan compañía incondicional, apoyo en momentos buenos y malos y que para la salud mental familiar y de las personas es muy importante. Su partida deja un vacío que es irreparable y es importante reconocer y validar ese dolor. Por eso la ley duque es un paso importante hacia el reconocimiento de los lazos emocionales que se tienen con las mascotas como parte de la familia y a la fecha no hay mayor avance”, detalla.
La iniciativa es apoyada cien por ciento por Ailyn, quien asegura que "todas las personas vivimos la pérdida de diferentes maneras. Al tener un animalito que está todos los días contigo y después no tenerlo es súper fuerte. Creo que no todas las personas están preparadas, cada uno lleva la pena de distintas maneras. Yo a los míos los tengo con ánfora, porque son un integrante más de la familia".
Ibáñez detalla en qué está la iniciativa y asegura que “actualmente se encuentra en la Comisión de Trabajo donde se acordó fusionar varios proyectos que se refieren a lo mismo para avanzar rápidamente. Así que vamos a solicitar de que se pueda poner en tabla y que avancemos en esta legislación que tiene apoyo transversal en el Congreso”.
Cómo sobrellevar la pérdida
Según el estudio “El Chile que viene”, realizado por Cadem el año 2022, un 87% de los chilenos aseguró que su mascota es “un miembro más de la familia” y un 67% sostuvo que sufre cuando su mascota “le pasa algo”.
Antonio Letelier, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago, aborda cómo se puede sobrellevar el duelo de las mascotas y por qué es necesario que se realice este proceso de despedida.
"El proceso de duelo es una respuesta psicológica normal ante la pérdida de un ser querido o el término de un vínculo importante. Hay una serie de etapas que se viven ante la pérdida, que implican la adaptación del sujeto a la nueva situación y el ajuste psicológico y emocional que esto requiere", señala.
El especialista agrega que "es importante que la persona que está en duelo se tome el tiempo y se ponga en contacto con sus emociones. La tristeza, la frustración y la rabia son emociones normales en este contexto y se recomienda que sean vividas e idealmente expresadas".
Sobre si existen diferencias entre el fallecimiento de un perro, gato u otra mascota de un familiar o cercano, el académico establece que "las diferencias están mediadas por el tipo de vínculo emocional que tiene la persona con su mascota. Hoy en día las mascotas tienen una relevancia en el mundo emocional de las personas que antes no tenían y pasan a integrar parte del grupo familiar. La pérdida de una mascota puede tener el mismo impacto que la pérdida de un ser querido humano".
A la hora de hablar cuánto puede estar esa tristeza con uno, el experto profundiza que "los procesos de duelo son variables. Lo recomendable es que la persona que lo vive se ponga en contacto con las emociones dolorosas y tenga espacio para hablar de ello. Evitar el duelo es muy poco recomendable y la reintegración a la vida cotidiana es un proceso diferente en cada persona. En términos generales, un proceso de duelo puede durar desde algunos meses hasta un año. Si las emociones displacenteras continúan después de un año se puede hablar de un duelo patológico".
Por último, entrega unas recomendaciones generales como son "darle un espacio a las emociones vividas, otorgarle un lugar y un tiempo a la elaboración de la pérdida, a algunas personas les resulta muy beneficioso hacer alguna ceremonia que les permita conectar con los buenos recuerdos que tiene del ser perdido".