Con el fin de ofrecer una segunda oportunidad a los estudiantes que reprueban una asignatura, la Vicerrectoría Académica de esta Casa de Estudios estableció por resolución desde el año 2014, la realización de periodos intensivos de verano e invierno, en caso de cumplirse con el programa establecido durante el año.Las materias impartidas en los periodos intensivos tienen el mismo creditaje y nivel de exigencia del curso otorgado durante un período regular y, de acuerdo a la cantidad de horas semanales de clases, pueden tener una duración de 3 a 4 semanas. Sin embargo, su realización depende exclusivamente de que se cumpla el calendario académico.Al respecto, la Vicerrectora Académica, Dra. Patricia Pallavicini Magnere, invita a los estudiantes a informarse respecto a estos cursos, resaltando la alta participación durante el año académico 2016, en donde se inscribieron 3.657 estudiantes.“Participar de estos cursos intensivos brindan al estudiante la posibilidad de recuperar una asignatura que hayan reprobado en el semestre inmediatamente anterior, evitando con ello un retraso académico o que esta situación interfiera en su avance curricular, instancia en que podríamos esperar que los resultados de aprendizaje sean mucho mayores, al cursar sólo una asignatura”, explica la Vicerrectora. Beneficios Javier Catalán Pantoja, estudiante de tercer año de Ingeniería Civil Mecánica, fue uno de los beneficiados con esta modalidad, quien pudo mantener su beca de estudios y seguir con su plan sin atrasarse. “El curso de verano es una muy buena oportunidad para aprobar esa asignatura tediosa que cuesta en un principio. Tan solo el hecho de que sea todos los días te asegura aprender la materia. Aunque también juega en contra el aburrimiento que generan casi 5 horas de clases seguidas, pero se compensa con la satisfacción de aprobar”, explica.Valentina Carrera Caamaño, estudiante de segundo año en Bioquímica, sostiene que “el curso se dicta con la intención de ayudar a los estudiantes a aprobar un ramo en una oportunidad extraordinaria, pero al momento de aprobar conoces con rigurosidad todos los tópicos que se debió ver en el ramo. Podría decir que es mejor dar el curso intensivo y aprender bien todos los contenidos que aprobar el ramo con el conocimiento mínimo requerido. Al fin y al cabo, venimos al Plantel para formarnos como profesionales, y la exigencia de la Universidad de Santiago nos refuerza la idea de ser mejores, no sólo lo justo y necesario”, sostiene.La Vicerrectora Académica indica que si bien los estudiantes deben realizar un esfuerzo extra, los resultados son favorables. “Durante 3 a 4 semanas el estudiante deberá realizar un esfuerzo extra, pero si se analiza desde una perspectiva de mediano plazo, este sacrificio le permitirá tener un mejor avance curricular. Por lo tanto, pese a reprobar, evitaría retrasarse 6 meses o hasta un año”, destaca. Requisitos y metodología Durante el año académico 2016 se realizaron ambos periodos intensivos, tanto en invierno como en verano, con un total de 3.658 alumnos inscritos. De ellos, el último periodo intensivo, se realizó entre el 19 de diciembre de 2016 al 21 de enero de este año, impartiéndose un total de 48 asignaturas de las distintas Facultades, y contó con 2.003 alumnos inscritos.Entre los cursos más solicitados, la Vicerrectoría Académica dividió a los estudiantes que participaron de acuerdo a su Facultad. Entre ellos se encuentran la Facultad de Ingeniería con 1.216 estudiantes; sigue Administración y Economía con 564; luego la Facultad Tecnológica con 79; Química y Biología con 46; Ciencias Médicas con 40; y Humanidades con 10 estudiantes.Para Nicolás Gutiérrez Pereira, estudiante de tercer año de Ingeniería Civil en Informática, el curso es una excelente instancia para no atrasarse. “Primero que todo, muchos ven los cursos intensivos como una buena instancia o forma de aprobar cierto curso que por determinada razón no pudieron superar en el semestre común. Al tener sólo un ramo se le puede dar énfasis y dedicar más tiempo a aprender la materia. En mi caso ya he dado dos cursos intensivos y puedo decir que gracias a estos aprendí de mejor forma la materia del ramo cursado”, indica.Para optar al beneficio, los estudiantes pueden inscribir una asignatura en esta modalidad, para lo cual es requisito tener calidad de alumno regular de la Universidad, tener una nota mínima de reprobación igual o mayor a 3.0; y en el caso de asignaturas que posean laboratorio, éste debe estar previamente aprobado.
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Más de tres mil 600 jóvenes fueron beneficiados durante 2016, con el período lectivo intensivo que ofrece semestralmente en el período de receso nuestra Universidad. La iniciativa tiene como objetivo evitar el retraso en el avance curricular, debido a la tasa de reprobación en algunas asignaturas. La Vicerrectora Académica, Dra. Patricia Pallavicini Magnere, explica que “durante tres a cuatro semanas, el estudiante debe realizar un esfuerzo extra, pero si se analiza en el mediano plazo, esto le permite además de la comprensión de los contenidos curriculares, la posibilidad de no retrasarse en los estudios”.
Redacción