La Dra. Diana Aurenque Stephan, del Departamento de Filosofía del Plantel, advierte sobre el nuevo fenómeno del ‘paciente sano’, es decir, “alguien que tras una serie de diagnósticos se le descubren ciertos riesgos o disposiciones a enfermar en el futuro. Y eso es una especie de patologización temprana de la persona”. Estos temas fueron debatidos por expertos en el marco del simposio: “El silencio de la salud y el bullicio de la prevención: Perspectivas éticas y filosóficas sobre el significado de la salud”, organizado por el Departamento de Filosofía de nuestra Universidad.
La contradicción entre un constante énfasis por parte de la medicina preventiva y predictiva para promover y mantener la salud de la personas y, paradójicamente, la tendencia a una patologización acelerada de la salud justamente a causa de dichos recursos, fue motivo de debate en el simposio “El silencio de la salud y el bullicio de la prevención: Perspectivas éticas y filosóficas sobre el significado de la salud”, organizado por el Departamento de Filosofía de nuestra Universidad.La actividad se enmarca en el proyecto Fondecyt de Iniciación a la investigación 2015 N° 11150298, por 3 años, titulado: “El paciente sano”: Perspectivas éticas y filosóficas en tiempos de una medicina cada vez más tecnificada”, adjudicado por la profesora Dra. Diana Aurenque Stephan, del Departamento de Filosofía del Plantel.La Dra. Aurenque señala que la iniciativa planteó los problemas éticos y filosóficos que surgen en relación a las nuevas tecnologías de la medicina preventiva y predictiva.“El objetivo es reactivar una tradición antigua que había entre la filosofía y la medicina, y que producto de la especialización de los saberes se ha desligado. Y últimamente, a causa de que nuevas las tecnologías médicas presentan cada vez más desafíos éticos, y también conceptuales, es preciso a veces involucrar otro tipo de reflexiones que puedan ayudar a esclarecer más de qué se trata esto de la prevención, la salud, y la enfermedad”, subraya.Asimismo, la académica puntualiza que en el caso de la prevención “lo que ocurre es que existe este nuevo fenómeno del “paciente sano”, es decir una persona que está sana, pero tras una serie de diagnósticos se le descubren ciertos riesgos o disposiciones a enfermar en el futuro. Y eso es una especie de patologización temprana de la persona”, enfatiza.No obstante, aclara, “la salud tiene un principio básico que es no dañar, entonces en el momento en que los recursos médicos pueden ocasionar que las personas se sientan enfermas antes de tiempo, ya es cuestionable esa medicina”, sostiene.PresentacionesEntre los expositores, destacó la presentación del académico de la Facultat de Filosofia de la Universitat de València, España, Dr. François Jaran, quien expuso la ponencia “La especificidad del ser humano entendida desde su relación con la salud y la enfermedad”.“En el caso de la medicina preventiva, creo que el ser humano necesita desconocer lo que le pueda ocurrir en el futuro para, precisamente, no perder lo que llamamos “la esperanza”. Los diagnósticos genéticos, que seguramente serán cada vez más frecuentes en el futuro, pueden condenar a muerte a alguien nada más nacer, y tener un efecto parecido al que tendría el conocimiento de la fecha de nuestra propia muerte”, precisa.Y aclara que “la medicina es, sin lugar a dudas, la técnica más útil de que dispongamos pero no debe quitarle al ser humano este don, considerado por autores el más valioso de todos, que es el futuro que otorga sentido a la vida haciéndonos creer que todavía no está todo jugado con antelación”.Por su parte, el médico cirujano, filósofo, y académico de las universidades de Chile y del Desarrollo, Dr. Bernardo Aguilera, quien expuso “La medicina preventiva y el riesgo de sobrediagnóstico y sobretratamiento”, sostiene que “es posible que no siempre sea beneficioso saber que uno está enfermo”.“Por ejemplo, en el caso de la depresión, catalogar a los individuos como depresivos puede socavar su recuperación normal al intensificar el estrés y alterar los mecanismos normales de lidiar con sus problemas y el uso de redes de apoyo formal”, recalca.Incluso, enfatiza que todo tratamiento puede tener efectos adversos. “Hay tratamientos que son bastante seguros pero, por ejemplo, todo fármaco tiene el potencial de generar alergias”, argumenta.En ese contexto, precisa que “el estrés que conlleva saber que uno está enfermo genera una respuesta en el cuerpo desagradable, puede bloquear a la persona, puede aislarla, pero el estrés también puede generar un efecto positivo, por ejemplo puede generar un cambio de estilo de vida en la persona o a generar nuevas redes de apoyo”.En tanto, la Dra. Aurenque, presentó la ponencia “Salud es tiempo: Sobre la relación entre prevención, enfermedad, y el problema del tiempo”, donde explica que es tarea fundamental tener claridad que la enfermedad, así como la conciencia anticipada sobre la muerte, son instancias paradigmáticas “en las que se expone nuestra vulnerabilidad y finitud, elementos inexorables a la conducta humana”.Por tanto, acota, “los recursos tecnológicos en la medicina secundaria, preventiva o predictiva, si bien pueden traer consigo nuevos conflictos éticos, finalmente estos no hacen más que confrontar a las personas a una meditación que por diversos motivos se mantiene un saber en nuestras vidas”.También participaron del debate el académico Dr. Marco Antonio Méndez de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, con la ponencia “Salud desde una perspectiva evolutiva”; el profesor y filósofo Mauricio Suárez Crothers de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, quien expuso el tema “Salud y buena vida”; la profesora Dra. Rocío Núñez Carrasco, de la Escuela de Enfermería de nuestra Casa de Estudios con la ponencia “La salud y el cuidado: una revisión historiográfica”; y el psiquiatra Dr. Carlos Gallardo Henríquez, del Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak, quien presentó el tema “Reflexiones sobre los conceptos de salud mental y prevención de la depresión en el sistema de salud chileno”.