La revista Brotes Científicos, primera publicación chilena que rescata investigaciones escolares, participó del seminario “¿Aprendemos Ciencia fuera de la escuela? Oportunidades y desafíos de la enseñanza no formal”. La iniciativa conjunta de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación, VRIDEI, y el Proyecto Asociativo Regional, PAR Explora de CONICYT, Región Metropolitana Norte, estuvo representada por el Mag. José Luis Martínez, quien asistió en su rol de editor general de la publicación.En la jornada los asistentes pudieron conocer la experiencia del Centro Cultural de la Ciencia (C3) de Argentina, que tiene como objetivo fomentar la cultura y el pensamiento científico a través de experiencias interactivas y actividades participativas innovadoras en las que el visitante es el protagonista. Sus propuestas están destinadas, por un lado, a brindar herramientas al público para que se apropie del conocimiento científico y tecnológico, y, por otro lado, a difundir las investigaciones y desarrollos que la comunidad científica realiza en ese país.La jornada contó con tres paneles de discusión: “Desafíos de los nuevos contextos para aprender ciencias”, “Enseñar y aprender en la naturaleza” y “Leer y escribir en ciencias”, en este último estuvo presente el editor general, quien compartió estrado con Paulo Dávalos, editor de la revista Trile, Gabriel León, autor del libro Ciencia Pop, Feliza Marro, autora de la Serie los Curiosos, y Paloma Núñez, autora de la colección Cuentos Infantiles con Ciencia.Eduardo Guzmán, director ejecutivo de Fundación Ciencia Joven, instancia organizadora del evento, señaló que es fundamental para ellos acercar la ciencia a los estudiantes del país, añadiendo que “buscamos que, tanto jóvenes como profesores, desarrollen competencias científicas que le permitan desenvolverse mejor en sociedad. A la vez también queremos que desarrollen su pensamiento crítico y promover la movilidad social sobre todo entre los jóvenes de sectores más vulnerables”.Para el representante de la fundación entre los principales problemas que se presentan en este proceso destacan las prácticas actuales de enseñanza de las ciencias que buscan transmitir contenidos y no desarrollar competencias, teniendo al profesor como protagonista del proceso y no al estudiante. Por otra parte, está la baja oportunidad que tienen los docentes para perfeccionarse y el poco tiempo destinado a preparar clases en donde el estudiante sea el protagonista.De todas las iniciativas presentadas, según explicó Martínez, la Revista Brotes Científicos es la única sin fines de lucro. “Si bien todas las propuestas eran muy interesantes desde el punto de vista editorial, en todas hay que pagar ya sea para adquirir la revista o los textos”.Según contó, al final del panel, se acercaron profesores y estudiantes a conversar sobre esta publicación pionera en la materia, quienes destacaron el rol que tiene la revista para que los estudiantes se interesen en hacer ciencia y luego dar a conocer sus trabajos.En tanto Eduardo Guzmán, planteó que “Brotes Científicos es una muy buena oportunidad para los jóvenes y profesores de poder divulgar sus investigaciones y proyectos, para así terminar de vivir el proceso científico. Además, contribuye a darle la importancia que tiene a este proceso de comunicación”. Principales conclusiones Respecto a su evaluación del evento, Guzmán expresó que el seminario fue todo un éxito, añadiendo que “se cumplieron los objetivos de generar un espacio de aprendizajes y compartir experiencias en torno a la educación no formal de las ciencias, con la participación de invitados internacionales y nacionales de alto nivel quienes se desenvuelven en esta área. Así mismo, quedamos muy contentos por la recepción y comentarios de los asistentes al seminario, debido a sus comentarios y participación”.Por su parte, el encargado de publicaciones y revistas de la VRIDEI destacó que la principal conclusión de la jornada fue que es necesario que la ciencia llegue a los jóvenes de todo el país.“Desde la primera infancia deben comenzar a ser cautivados por las ciencias en general, de allí que haya cuentos infantiles que estén involucrando conocimientos científicos. En nuestro panel se destacó que era imprescindible que la ciencia para los niños y jóvenes estuviese escrita en papel, llámese revistas, libros, etc.”, indicó.Respecto a los desafíos que se presentan para lograr un aprendizaje real de las ciencias fuera de las aulas de clases, Martínez señaló que son muchos, sobre todo, considerando que los colegios tienen como prioridad pasar una malla curricular que no permite que los alumnos adquieran estos conocimientos a través de actividades fuera de la sala. De allí que se pretenda que la ciencia también sea aprendida en visitas a zoológicos, parques botánicos, museos, entre muchos otros.La actividad se realizó el pasado 18 de julio en el auditorio del edificio Telefónica.
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“Los jóvenes deben comenzar a ser cautivados por las ciencias, en general, desde la primera infancia”, comenta el editor general de la Revista “Brotes Científicos” del Plantel, José Luis Martínez, quien participó en el seminario “¿Aprendemos ciencia fuera de la escuela?”, iniciativa organizada por la Fundación Ciencia Joven para conocer diferentes experiencias en torno a la enseñanza de las ciencias. En la jornada los asistentes pudieron conocer la experiencia del Centro Cultural de la Ciencia (C3) de Argentina, que tiene como objetivo fomentar la cultura y el pensamiento científico a través de experiencias interactivas y actividades participativas innovadoras.
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