Experto cuestiona visión de “Barrio Chino” del municipio capitalino

El especialista en urbanismo y académico de nuestra Casa de Estudios, Dr. Carlos Muñoz, considera insuficiente la propuesta de la Municipalidad de Santiago, que pretende convertir una calle del barrio Meiggs en un “Barrio Chino”, pues, a su juicio, la influencia del país asiático se extiende más allá de ese sector. “La calle puede ser el tronco de un barrio. Cuando se habla de barrios, como el de Brasil o de Concha y Toro, no se les designa solo por una plaza o una calle. Son referentes, ya que los límites son mucho más amplios”, afirma.

El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, dio a conocer la semana pasada la intención del municipio de que un tramo de la calle San Alfonso del barrio Meiggs (desde la Alameda hasta Gorbea) sea designado como “Barrio Chino”, dado que “sinceraría” la realidad de los locatarios que predominan en el sector y aportaría a recuperarlo e impulsar aún más su actividad económica.Sin embargo, para el arquitecto especialista en urbanismo y académico de la Universidad de Santiago, Dr. Carlos Muñoz, la propuesta es insuficiente, dado que la influencia de los inmigrantes del país asiático en el sector abarcaría un espacio mucho más extenso.“El Barrio Chino que plantea el municipio solo abarca la calle San Alfonso por 550 metros, pero es más grande la delimitación, casi desde la calle Moneda hasta Gorbea, y desde Exposición hasta Avenida España. La incidencia del mundo oriental ahí es fuerte”, asegura. “La calle puede ser el tronco de un barrio, pero no el barrio en sí. Cuando se habla de barrios como el de Brasil o de Concha y Toro, no se les designa solo por una plaza o una calle. Son referentes, pero los límites del barrio son más difusos”, enfatiza. Además, considera que “la calle es un referente, que pudiera rememorar el origen de quienes allí se representan, pero no es para ponerle el pie encima a los demás inmigrantes, porque no se trata de erradicar a quienes no son de esa etnia, sino que potenciar la característica que le está dando fundamento”.Además, el especialista considera que llamar “barrio” solo a una calle tendría poco sentido, dado que la finalidad de establecer esta designación sería que las personas supieran que existe un polo en la ciudad donde se puede experimentar y conocer la tradición de un país distinto a través de distintas actividades que no se acotarían solo al comercio.“El sector se enriquecería. Los santiaguinos identificarían mejor el lugar y podrían programar actividades donde conocer esa clase de identidad. Designar un amplio espectro como barrio chino le daría identidad al barrio y reforzaría el carácter intercultural de la ciudad”, afirma.Finalmente, reconoce que una propuesta como esta, de implementarse, abriría la posibilidad a que otros sectores de la capital sean designados según la influencia de los distintos inmigrantes que habrían arribado con mayor intensidad en el último tiempo.“Como estamos teniendo un auge de inmigración que viene desde diferentes partes del mundo, esto abre una puerta para otros barrios, como uno haitiano, otro coreano o de cualquier otro conjunto de habitantes que le dan un sello personal, tanto por residir ahí como por la expresión en términos comerciales y de imagen”, explica. “Eso hace bastante más globalizadas e interesantes a las ciudades, porque transparenta una situación”, concluye.

Fotografía
Categoría