Prorrector Palominos, quien lidera el proceso, confía en lograr la máxima acreditación institucional

A fines de este año debiese estar concluida la etapa de autoevaluación, que ha tenido a las distintas unidades académicas y administrativas trabajando para dar cuenta, de manera exhaustiva, de los logros y desarrollo alcanzados en los distintos ámbitos institucionales.El prorrector Pedro Palominos y el director de Desarrollo Institucional, Luis Quezada, compartieron con este diario institucional los avances más sustantivos del proceso.

Foto: Prorrector Pedro Palominos y el director de Desarrollo Institucional, Luis Quezada.

En el anterior proceso de acreditación (2008), la Universidad logró acreditarse por seis años en todas las áreas previstas por la Ley de Aseguramiento de la Calidad en la Educación Superior. Las “debilidades” reseñadas  por los pares evaluadores en aquella ocasión, han sido el foco de  atención preferente  de las máximas autoridades, pues como lo ha reiterado el rector de la Universidad, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, esta vez se aspira  a los siete años de certificación.

En cada una de las áreas se ha estado trabajado de manera acuciosa y comprometida con el fin de lograr dicha meta. Han pasado más de cinco años y sobre los avances, el diagnóstico y lo que resta  por hacer, conversamos con el prorrector Pedro Palominos, quien lidera este relevante proceso institucional, y con el director de Desarrollo Institucional, Luis Quezada.

“Los indicadores, nos muestran que la Universidad ha avanzado”, responde  de inmediato el prorrector Palominos ante la consulta inicial  orientada a saber en qué pie nos encuentra este nuevo proceso de acreditación.

“Primero, trabajamos el Plan Estratégico Institucional (PEI) con participación de  representantes de todas los estamentos, fueron muchísimas horas de trabajo y consensuamos un Plan que nos ha permitido orientar, planificar y proyectar todo el quehacer institucional.

A partir de  aquello, hace más de dos años empezamos a trabajar puntualmente en la definición de un plan y programa concreto de actividades con vistas  a  la  Acreditación. Puedo asegurar que el cronograma se ha ido cumpliendo según lo previsto y  en los últimos meses se ha ido informando a la comunidad de lo que hemos hecho, en reuniones del Sr. Rector con los Consejos de Facultades, de Escuelas e Institutos, Vicerrectorías o por la vía de los medios de comunicación  de la  Universidad. Esta fase es muy  importante, ya que en el día a día los avances  “no se recuerdan”, precisa el prorrector de la Universidad.

A modo de ejemplo, Palominos recuerda el estado en que se encontraba el campus el año 2012, en comparación con el actual. “Uno se olvida, pero se hizo una gran inversión; se mejoró mucho el estándar para los estudiantes y quienes ingresaron este 2013, se han visto beneficiados con esa mejora, los alumnos y académicos deben saber que se ha hecho un esfuerzo mejorando el patrimonio, y éste hay que cuidarlo. Lo mismo pasa en muchos ámbitos en que hemos mejorado y debemos estar recordándolo siempre, para no perder la perspectiva de lo que hacemos”, puntualiza la autoridad.

En ese contexto, Pedro Palominos enumera rápidamente una serie de hitos que le  permiten estar confiado en que se logrará la meta de siete años de acreditación institucional. “La actualización del Modelo Educativo, el modelo de calidad, la implementación del sistema ERP Peoplesoft, los cambios a la estructura orgánica que llevaron al mejoramiento de la gestión, de la coordinación; es decir, a una mejor sinergia entre los distintos actores; y la posición destacada en los rankings internacionales  en materia de investigación y patentamiento”.

- Prorrector, ¿cómo se ha avanzado en las observaciones centrales del informe de pares evaluadores de 2008?
Mediante  la acreditación anterior se detectaron  posibilidades de mejora  a la vinculación con el medio y la extensión; y al postgrado. En lo primero, la Universidad ha tenido históricamente un buen nivel de extensión y actividades culturales y difusión. Tenemos una de las radios universitarias más antiguas, que nos permite divulgar la ciencia, la tecnología, las artes y la cultura, en general;  un  Planetario de gran nivel,  una  orquesta sinfónica, que se  encuentra entre las mejores del país…y mucho más. Pero, el problema es que no había una política transversal que coordinara todas las iniciativas. Hoy, eso ha cambiado y para bien, pues se creó una Vicerrectoría de Vinculación con el Medio.

En lo referido al Postgrado, estamos avanzando y se está trabajando en el fortalecimiento de la actual Dirección de Postgrado que debería solucionar muchas falencias que aparecieron en la acreditación anterior; tenemos una investigación cada vez más robusta, está mejorando el patentamiento, la investigación ha recuperado los niveles históricos que alguna vez tuvo como lo demuestran los ranking internacionales –y esto debemos recalcarlo-.

En materia  de docencia,  desde la Vicerrectoría Académica se ha avanzado en un Modelo Educativo con participación activa de todos los  actores involucrados; es destacable que las Facultades  han apoyado estas iniciativas y, además, han generado propuestas innovadoras como  es el  caso de Ingeniería que ha trabajado un modulo básico.

Claramente, podemos afirmar que luego de cinco años, hay más robustez. ¿En qué medida se refleja esto? En que tenemos más carreras acreditadas que en el proceso anterior, por ejemplo.

Novedades e innovaciones

-  ¿Qué es lo distinto o novedoso con lo que se pueden encontrar los pares acreditadores?

Luis Quezada: En investigación hay más proyectos de investigación, los montos de los proyectos son mucho más altos, el número de publicaciones ha crecido en forma significativa. El avance ha sido evidente. Si vamos al ámbito docente, se han hecho cosas bien interesantes. Por ejemplo, que los profesores de la Universidad están siendo capacitados en métodos pedagógicos. El objetivo no es sólo pasar materia, sino que los estudiantes aprendan. Este proyecto radicado en la Vicerrectoría Académica, está en directa relación con el proceso enseñanza aprendizaje. Lo interesante es que para todos los académicos nuevos que se incorporen a  la Institución, es obligatorio que hayan pasado por estos diplomados.

Además, debemos destacar que hay un mejoramiento del Modelo Educativo que está centrado en el estudiante. Dentro de esto, está el hecho de permitir salidas intermedias, por ejemplo.

Otro tema es el sistema de créditos transferibles. Nuestra meta es que el próximo año todas las carreras de la Universidad estén bajo el este sistema.
-En la acreditación anterior había muchos documentos, informes, ahora el objetivo, al parecer, es sintetizar  o alinear mejor esos productos.

Prorrector Palominos: Hay una coherencia documental no sólo del proceso de acreditación o del documento final, sino que una coherencia en el sentido de alineamiento de los documentos existentes respecto a los modelos  existentes. Para esto fue importante el proceso de planificación estratégica de hace dos años, porque marcó un hito. De allí toda la documentación que emerge está en función del Plan Estratégico Institucional como hilo conductor. No son iniciativas aisladas.

En ese sentido, el grupo más técnico que está liderado por Luis Quezada y Carlos Medrano (jefe del Departamento de Calidad y Acreditación), ha sido bastante concreto en relación al proceso de acreditación.

Lo que viene

-¿Cuáles son las tareas pendientes antes del cierre del informe de autoevaluación?

 Luis Quezada: Se está en la llamada “etapa cuantitativa” del proceso, es decir, en el levantamiento de los indicadores y de los instrumentos complementarios; de manera paralela estamos aplicando encuestas de opinión a los funcionarios no académicos, a los empleadores, a profesores de jornada completa y parcial, a investigadores, a egresados y ahora vamos a comenzar la encuesta de estudiantes que será de manera presencial.

Esta parte del proceso culmina con unas jornadas de evaluación, que son llevadas a cabo para cada una de las áreas de acreditación. En ella se analiza toda la información obtenida para establecer cuáles son nuestras fortalezas y debilidades principales, y cuáles serán nuestros planes de mejoramiento.

-Prorrector, ¿por qué la Universidad  de  Santiago de  Chile puede aspirar a la máxima acreditación en todas las áreas?
No sólo nos la merecemos, pues  hay indicadores concretos  que indican que somos una Universidad para la máxima acreditación institucional, además, porque hay una  historia y tradición de 164 años que nos avalan, y por la excelencia. Hemos mejorado, pero debemos seguir mejorando.

Esto último, lo entendemos como un mandato debido a que como institución pública y estatal tenemos que ser un referente nacional respecto a enseñanza de calidad; todos estamos alineados en este sentido a partir del trabajo cotidiano de las personas que integran la comunidad, por lo demás está en el lema de la Universidad, “Labor LaetitiaNostra”. Sabemos que el trabajo duro debe dar sus frutos.

“Estamos bien encaminados”, es la frase final con la que el prorrector  reitera  su  confianza para llegar a la meta.
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