Así lo sostuvo Francisco Javier Gil, experto en inclusión de la Universidad y padre intelectual del ranking de notas aseguró que “estamos ante un cambio de paradigma”, en el entendido que “los talentos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres”.
Por su parte la vicerrectora académica, Dra. Fernanda Kri ratificó que los estudiantes que son destacados en sus colegios, se titulan un año antes que los que no logran sobresalir durante la educación media. Ello, ayudará a mejorar las tasas de titulación, que hoy no llegan al 50 por ciento en nuestro país.
La inclusión del ranking de notas al proceso de Admisión a las universidades chilenas, aprobado la semana pasada por el Consejo de Rectores (Cruch), ha generado apoyos concretos de diversos sectores del país, pero también ha provocado muchas dudas y hasta la oposición de algunos personeros ligados al mundo de la Educación Superior.Por lo mismo, en el programa “Cartas sobre la Mesa”, de nuestra radioemisora, la vicerrectora Académica de la Universidad, Fernanda Kri, junto al ideólogo de esta iniciativa y experto en inclusión del plantel, Francisco Javier Gil, hicieron un completo repaso de este logro.El doctor Gil recordó que entre 1992 y 2004 la Universidad implementó una experiencia muy similar a lo que hoy aprobó el Cruch, bonificando con un 5% de puntaje adicional “a todos los jóvenes de Chile, que terminaran en el 15% superior de sus promociones. Los resultados de esa experiencia demuestran la hipótesis de que los talentos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres, por lo tanto en todos los colegios hay jóvenes que tienen talento para la vida universitaria”.El experto precisó que en esa época ingresaron por esta vía 15 mil 191 estudiantes, destacando dos casos: el actual vicedecano de Docencia de la Facultad de Administración y Economía, Cristián Muñoz, quien luego de obtener su título de Ingeniero Comercial, se doctoró en la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido; y el doctor en Química Néstor Escalona, quien actualmente se desempeña en la U. de Concepción, y que ya cuenta con un post doctorado en Francia y desarrolla proyectos Fondecyt y en la Comunidad Europea.La vicerrectora Kri, por su parte, aseguró con cifras en mano que hoy en Chile hay 312 colegios donde ningún estudiante obtuvo un puntaje superior a los 500 puntos en la PSU, por lo mismo, “el sólo hecho de pensar que hay más de 300 colegios donde supuestamente no hay ningún talento, tiene que llevarnos a pensar y es por eso que la medida aprobada por el Cruch, es un paso más en la línea correcta”, destacó.En esa misma línea, Francisco Javier Gil, planteó que con la determinación del Consejo de Rectores, estamos ante un cambio de paradigma. “Hasta hoy se cree que los jóvenes que tiene más puntaje en la PSU -y sólo en la PSU- son los jóvenes talentosos y ese paradigma está, felizmente, comenzando a convivir con otro que dice que los talentos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres”.El principal impulsor de la inclusión del ranking en el proceso de selección a las universidades chilenas, es categórico: “No es caridad. Estos jóvenes entran a la universidad porque tienen talento, no porque les tengamos lástima, ni porque sean pobres. Entran porque tienen mérito y el mérito está igualmente distribuido en todos los sectores socioeconómicos”.La vicerrectora Kri ratificó que los estudiantes que son destacados en sus colegios, se titulan un año antes que los que no logran sobresalir durante la educación media. Eso, ayudará a mejorar las tasas de titulación, que hoy no llegan al 50 por ciento en nuestro país.Temas trabajadosLos invitados de Radio Universidad de Santiago, recordaron que el concepto de ranking no es nuevo, porque ya se ha utilizado para los cupos supernumerarios y las becas de excelencia académica. “Ahora se está ponderando de manera distinta y se utilizará de manera obligatoria, pero en ningún caso las instituciones de Educación Superior se pueden mostrar sorprendidas, porque estos son temas que han estado constantemente trabajados”, advirtió la vicerrectora Kri.Por último, los académicos coincidieron en que esta nueva modalidad transformará los ambientes universitarios, porque en las aulas habrá estudiantes motivados y con gusto por aprender. De hecho, la vicerrectora aseguró que “es mucho más fácil nivelar a un estudiante que tiene algunas deficiencias de conocimiento en matemática o en otra disciplina, pero con interés, que ayudar a un estudiante que no tiene motivación por el estudio”.