Desde que comenzaron las medidas para enfrentar el SARS-CoV-2 el Laboratorio de Investigación y Control de Calidad en Cueros y Textiles (Lictex-Usach), perteneciente al Departamento de Ingeniería Química del Plantel, ha cumplido una importante labor en la crisis sanitaria, siendo el único en Chile en certificar pantallas faciales, mascarillas y ropas quirúrgicas.
En el marco de proyectos de la Corfo y del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile orientados a combatir la pandemia, el Laboratorio tiene la facultad de evaluar y aprobar prototipos de elementos de protección personal (EPP) que cumplan con los parámetros de la Unión Europea, normativa que rige en esta área.
Una vez comprobada su capacidad, viene la etapa de certificación de calidad de la producción de mascarillas sociales. En esta parte del proceso el Lictex presta asesorías de mejora continua gratuitas a las/os emprendedoras/es con la finalidad de certificar sus productos.
Karina Bravo, bioquímica e investigadora del Laboratorio, explicó que el proyecto está basado en la responsabilidad social que tiene al ser parte de la Universidad de Santiago de Chile.
“Nosotros podríamos llegar hasta la primera etapa y decirles a estas personas su producto cumplió, o no, la certificación de acuerdo a la normativa vigente, pero después de discutirlo al interior de laboratorio decidimos implementar este proyecto de acompañamiento, porque impacta directo en la ciudadanía y eso va alineado con los valores que nos rigen al ser parte de una Universidad pública y estatal como la nuestra”, remarcó.
Además, agregó que “las asesorías duran en promedio 90 días y consisten en verificar si hay que agregar o quitar capas, cambiar el tipo de textil o hacer mejoras en torno al ajuste. Todo ese proceso de mejora continua hasta que pasen los parámetros que se indican en la normativa, lo hacemos gratis”.
Pero no solo contemplan la idoneidad o no del producto, “sino que también su realidad territorial, por ejemplo, qué telas tienen disponibles y/o qué manufactura necesitan para que el producto alcance la calidad que se necesita”, sostuvo.
Desde septiembre de 2020 a la fecha, cerca de treinta Pymes de Alto Hospicio, Antofagasta, Viña del Mar, comunas de la Región Metropolitana, Concepción, Talcahuano, Valdivia y Punta Arenas han sido beneficiadas con estas asesorías. Algunos son pequeñas/os empresarias/os que tenían un café, eran fabricantes de ropa para colegios, transportistas escolares, entre otros orígenes laborales, los que se vieron obligados por la pandemia a producir estos insumos de protección personal.
Ventajas de ajuste
Una mascarilla debe contar al menos con tres capas: una tela externa, que actúa como repelente al agua; una intermedia que funciona como filtro para virus y bacterias; y finalmente una tercera tela interior que debe ser confortable al rostro. Para ser certificadas, se les testea y valida su capacidad de filtración, respirabilidad y de ajuste a la cara.
Esta última competencia tiene ventajas en los productos asesorados por el Lictex, puesto que las pruebas se realizan “directamente en humanos, entonces todos los pequeños y medianos empresarios que hacen mascarillas de telas comunes realizan el testeo en población chilena a diferencia de los productos industrializados que vienen con tallas de personas europeas o estadounidenses (…) por lo tanto, se incluyen las características de género, etnia, inclusive de clase, porque estamos considerando las características faciales de estas tres variantes”, puntualizó Karina Bravo.
Para mayor información sobre los servicios que ofrece el Laboratorio, puedes revisar la página www.lictex.usach.cl. Para consultas sobre las mascarillas, se debe escribir al correo mascarillas.lictex@usach.cl