La última Encuesta Nacional del Medio Ambiente fue la primera que se realizó de manera presencial, entrevistando a más de dos mil personas de distintas comunas del país.Para el experto en contaminación atmosférica y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Ernesto Gramsch, “lo principal de la encuesta es la percepción de la gente de que ha aumentado la contaminación atmosférica”. Para el especialista, “eso es cierto”.“Desde 2010 a 2016, ha habido un aumento de 2% anual en el Material Particulado Fino (PM 2,5)”, sostiene. “Ha habido un aumento con respecto a los últimos años, pero seguimos bajo lo que había en 2000. Estamos por sobre los niveles de la norma y recomendados por la OMS, es cierto, pero no es catastrófico ni pésimo, estamos regular”, estima.Aunque reconoce que “desde 1990 ha habido políticas de Gobierno y el conjunto de estas han ayudado a que mejore la contaminación”, enfatiza que “esa tendencia se revirtió” y “desde el año 2010 a esta fecha no hemos seguido mejorando”.“El diagnóstico, en general, es que ahora hay que tomar medidas que tienen que ver con la gente, con cada uno de nosotros”, indica. “Las políticas anteriores estaban orientadas a empresas. Por ejemplo, el cambio al Transantiago o la reducción del azufre en el diésel”, señala.“Lo que queda es enfrentar las emisiones de cada uno”, apunta. Para eso, indica, “necesitamos desarrollo cultural, eso es muy importante”. Conciencia ambiental de la mano con el desarrollo “Chile, en Latinoamérica, es uno de los que más conciencia ambiental ha desarrollado, porque ha habido planes y actividades que han hecho que la gente tenga bastante conciencia respecto de la calidad del aire que respira”, destaca.Sin embargo, indica que “Chile es un país subdesarrollado todavía, por lo que la primera prioridad de la gente sigue siendo el trabajo, la comida y poder trasladarse a sus lugares de trabajo”. No así la descontaminación.“México es un país que ha hecho mucho trabajo con el tema medioambiental y siguen teniendo problemas. Un poco lo que pasa en Santiago. En Ciudad de México, no se pueden implementar ciertas políticas porque no están los medios”, refiere en alusión a circunstancias económicas de las personas.Por eso, sostiene que “las políticas públicas deben estar de acuerdo a la situación del país”, indica. Es decir, “que estamos en Chile, no en Suecia ni Dinamarca”.El especialista ejemplifica con el caso de la restricción al uso de la leña para calefacción. “Si la persona lo único que puede es calefaccionarse con leña, no se le puede prohibir”, afirma. “Hay cosas para las que no están las condiciones”, concluye.
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El especialista en contaminación atmosférica y académico de nuestra Institución, asegura que la percepción de los chilenos acerca del aumento de la contaminación, se condice perfectamente con el incremento real del fenómeno. Por ello, el especialista sugiere un cambio de política, en el que se incluya a los individuos en la reducción de emisiones y no sólo a las grandes empresas, como se ha hecho desde 1990.
Redacción