Alejandra Pizarro, tecnóloga en alimentos: “La Usach reforzó mis habilidades blandas para alcanzar esta meta laboral”

Sus conocimientos técnicos, su empatía, sus valores y su constancia en el trabajo la llevaron a transformarse en la primera mujer en ocupar el cargo de Gerenta de Fábrica de Nestlé Chile, a quien agradece por esta oportunidad y confianza. Es que desde que iba a la Universidad de Santiago pensaba algún día trabajar allí. Esta es la experiencia de la egresada Usach, Alejandra Pizarro.

Fue una excelente alumna del Liceo 1 de Niñas de Santiago. Alejandra Pizarro siempre pensó que, tras la Prueba de Aptitud Académica, optaría por medicina, kinesiología o enfermería, pero el destino le tenía deparado otro camino. Su puntaje la llevó a la carrera de Industria Alimentaria en la Usach, recomendada por un amigo que estudió ahí, quien le comentó del amplio campo laboral que tenía y lo bien que le había ido a él con esta profesión.
En su mente ya estaba estudiar en la Universidad de Santiago, pero nunca imaginó que llegaría a trabajar a Nestlé, pese a que a diario soñaba con trabajar en la Planta Savory en la comuna de Macul; ni menos pensó que se transformaría en la primera Gerenta de Fábrica de Nestlé Chile.
Tíos y primos habían estudiado en el campus Usach de Estación Central. También sabía de nuestra Casa de Estudios por charlas que recibió en tercero y cuarto medio sobre los planteles de educación superior estatales. Estuvo 7 semestres estudiando en nuestra Universidad, pero partió en el Tecnológico del Campus Recoleta. Al semestre siguiente se trasladó al Campus mayor. Recuerda a docentes que le dejaron gran aprendizaje, en especial el académico Sergio Aguirre su profesor guía de tesis, exigente, pero siempre con gran disposición para entregar conocimientos relacionados con la microbiología de los alimentos. El tema de las bacterias le encantaba y reconoce que le abrió un mundo de temas de estudio. “Allí entendí que no me había equivocado de carrera.  También recuerdo con cariño a Cecilia Gertosio, con quien después me encontré en Nestlé”, comenta.
Alejandra comenzó a realizar su tesis dedicada a la microbiología en productos helados y congelados, cuando ya había ingresado como practicante a la empresa. Tras dar su examen, siguió trabajando gracias a una buena evaluación de sus jefes. La contrataron como analista de microbiología; luego quedó a cargo del laboratorio; tiempo después le ofrecieron tomar el cargo de ingeniero de procesos y se transformó en jefa de calidad de la planta de helados y productos refrigerados. Su vertiginoso ascenso siguió con el cargo de Total Performance Management en Calidad. Fue jefa de producción en la fábrica de Macul, hasta que fue designada como flamante Gerenta de Fabrica, la primera mujer que se desempeña en ese rol en Nestlé. Son 22 años de intensa y prolífica carrera laboral. Ha tomado cursos de microbiología básica; otros de calidad tanto interna como externa, de relacionamiento con personas y lo último fue en la Universidad Adolfo Ibáñez donde cursó un diplomado para mujeres promoviendo equipos directivos.
¿Qué sentiste cuando te designaron como la primera Gerente de Fábrica?
Ser la primera gerenta de planta en Nestlé es una tremenda oportunidad, un premio al esfuerzo y estoy feliz por la confianza que la empresa deposita en mí.  Mi tarea es demostrar mis potencialidades para llevar este equipo a los niveles que Nestlé necesita. Sé que puedo representar a muchas mujeres que seguramente no se atreven a dar este paso por temas familiares o de confianza en sí mismas, pero siento que el liderazgo femenino se hace cada vez más necesario en el mundo de hoy. Está demostrado que los equipos diversos hacen la diferencia y podemos aportar muchísimo a las organizaciones. Me siento valorada y validada por mis colegas, lo que me ha facilitado mi trabajo.
Al escuchar a Alejandra, se percibe el cariño que siente por Nestlé, que solo es comparable al que siente por su familia y  por la Universidad que la acogió tras su enseñanza media.
¿Qué importancia le asignas a tu  formación recibida en la Universidad de Santiago?
La Usach me aportó valores tales como la buena convivencia, la empatía con los demás. El cambio fue fuerte del colegio a la Universidad. Mi Alma Máter no solo me entregó los conocimientos técnicos para desempeñarme en el campo laboral sino también herramientas de relacionamiento con las personas. Es difícil comparar universidades, pero siento que la Usach se adaptó a mi forma de ser , sumándome otros valores personales más que los que durante mi niñez y juventud  me inculcaron mis padres. Sentí  los valores de la unión, del respeto a las personas, la empatía por el otro. Eso lo aprendí en la Usach donde conviví con compañeros de distintas clases sociales. No había diferencias. Me aportó una mirada más amplia del mundo.
Desprendo de tus palabras, que no basta con el conocimiento para triunfar en la vida laboral. Hay otras destrezas o habilidades que son necesarias para ser un buen jefe.
Así es, en la Usach me sentí muy acogida y acompañada durante el proceso de estudio lo que fue muy importante para terminar mi carrera. Allí observé distintas realidades que me  ayudaron después a ser empática, ponerte en el lugar del otro, lograr confianzas. Lo que viví en la U. de Santiago lo llevé a las relaciones con mis compañeros de trabajo. La Usach aportó la combinación perfecta al entregarme todo el conocimiento técnico que, sin duda vas mejorando con la experiencia y  el correr del tiempo, pero también algo muy importante que son  las habilidades blandas. No había una cátedra específica, pero teníamos un ambiente especial que solo se genera en ese Campus único. Ponerse en el lugar del otro y trabajar con empatía es clave en el éxito futuro. Puedes conocer mucho los procesos, ser talentoso técnicamente, pero si no tienes habilidades blandas, es más difícil avanzar y eso se lo debo también a mi Universidad.

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