Académicas debaten con profesores canadienses sobre identidad y educación

  • Académicos indígenas de Canadá, invitados por el Centro Intercultural Rangin Wenu Mapu de la U. de Santiago, dieron a conocer la situación actual de las comunidades hablantes de la lengua cri y las experiencias educativas con jóvenes aborígenes.


El Centro Intercultural para la Investigación y la Transformación Educativa Rangin Wenu Mapu, dependiente de la Facultad de Humanidades de la U. de Santiago, realizó recientemente el coloquio “De la colonización a la decolonización y la autonomía. Luces para la formación de los nuevos profesionales”.  

El objetivo del encuentro fue reunir a los profesores canadienses, Linda Goulet, académica de la Universidad de la Primeras Naciones de Canadá y Keith Goulet, miembro de las Primeras Naciones de ese mismo país, para conocer sus experiencias en procesos de colonización y descolonización de los sistemas educativos con comunidades indígenas. En la jornada participaron también las académicas Elisa Loncón y Gricelda Figueroa, directoras alternas del Centro Rangin Wenu Mapu.
   
El diálogo se centró en la escuela, puesto que “es un espacio evidentemente colonizado. Un espacio en que los sujetos son homogenizados y su identidad va desapareciendo. Los profesores invitados proponen como necesario reconocer la colonización y asumir la descolonización”, afirma la académica Gricelda Figueroa.

Trabajo con jóvenes

La doctora en Educación, Linda Goulet, de la Universidad de Prince Albert ha focalizado su investigación en micro descolonización, trabajando con jóvenes que buscan sobreponerse a  historias de colonización. Esta labor se realiza en un territorio donde hay 20 grupos de pueblos originarios, junto a un equipo de indígenas y no indígenas.

“La colonización en Canadá dañó el sistema económico y social de los pueblos indígenas. La colonización sigue hasta estos días, en las relaciones de poder que se establecen entre el gobierno central y los pueblos. Entonces, se reproduce en la sala de clases, cuando trabajamos con los jóvenes”, afirmó la Dra. Goulet.
Según relató la académica canadiense, en tiempos de colonización se recogía a los niños y se les llevaba a las escuelas comunitarias. “Los niños no podían utilizar su lengua materna, ni su vestimenta, ni mostrar su cultura. Los efectos de la colonización se sienten hasta estos días, por haber separado a los niños de sus familias. Eso trajo como consecuencia la pérdida de la guía parental y cultural que ofrecían los padres. Todavía estamos enfrentados a los efectos de esa institucionalización de la colonización a través del sistema educacional”, puntualizó.

Teatro e identidad

Desde hace algún tiempo la investigadora empezó a utilizar el teatro en las escuelas como una estrategia para que los jóvenes expresaran sus sentimientos en torno a su identidad indígena. El resultado fueron obras basadas en aspectos reales de sus vidas que tienen que ver con problemas de sus comunidades como las drogas, el alcohol y la violencia. Es posible advertir que los jóvenes se sienten “desesperanzados y desvalidos”, afirma la Dra Goulet.
Si bien a los jóvenes se les incentiva a expresar de manera artística sus problemas, lo realmente importante, especificó la profesora canadiense es que “los hacemos reflexionar sobre sus decisiones individuales y en conjunto, esto, sin juzgarlos, sino estimulando un diálogo para que tomen conciencia de sus acciones”.

Además, los jóvenes comparten con personas mayores de las comunidades. Explica la educadora que la idea es “promover que se comparta el poder. La persona mayor de la tribu hace una plegaria de apertura y hablamos de los valores tradicionales indígenas, trabajamos en círculo para promover la interacción entre los estudiantes, realizamos actividades para generar confianzas y con imágenes hacemos acciones reflexivas”.

Agrega que en este contexto existen tres niveles de trabajo: personal de autodeterminación; un segundo orientado a la forma de tomar decisiones en grupo, y el tercero a través del cual se los potencia para que adquieran habilidades que les permitan participar en decisiones políticas.

Tierra y lengua cri

Por su parte, Keith Goulet, hizo su presentación basándose en la idea que el relato de leyendas e historias contiene interesantes elementos narrativos y no narrativos. Cabe mencionar que este investigador fue el primer indígena (integrante de la comunidad cri) nombrado ministro adjunto de Educación, Formación y Empleo y ministro de Asuntos del Norte de la provincia de Canadá, Saskatchewa, hasta el año 2001.

Goulet afirmó que en su comunidad entienden que la colonización ha intervenido en la estructura de la  lengua de manera artificial; por ejemplo, para ellos el sol es reemplazado por el reloj; el líder de un grupo indígena es erróneamente llamado jefe; lo que ellos consideran un guerrero, para los colonos son soldados, y lo que ellos consideran la tierra soberana, para los otros es la propiedad privada.

En este contexto, afirmó que la estructura de la lengua cri es “bastante sofisticada para identificar la subjetividad y la intersubjetividad en las narraciones” y que “los aspectos fonológicos son muy fáciles de aprender, pero la gramática es muy compleja”.

“A nosotros nos gusta hablar de manera positiva, tenemos muchos reconocimientos al contar historias, tanto de elite como de gente común y corriente. La lengua cri es aglutinante y tiene marcadores sintácticos y aspectos animados e inanimados”, remarcó, finalmente, Keith.