El principal motor de la economía en Europa es Alemania, y el sistema financiero europeo descansa en su fuerza. Por ello, la canciller alemán Ángela Merkel, está más interesada en que no se hunda el sistema financiero y sus propios jubilados, y menos en la reactivación de la economía del resto de los países europeos.
El gobierno español prosigue su lucha contra el déficit con un presupuesto 2013 que prevé 39 mil millones de euros menos, debido al ajuste, que implica un nuevo congelamiento salarial de los funcionarios públicos. Todo esto a pesar del creciente malestar social y con la perspectiva del rescate europeo cada vez más cerca.Tras reducir sus salarios en un 5 por ciento en 2010 y congelarlos durante dos años consecutivos, el gobierno anunció a los sindicatos de funcionarios que volverán a experimentar medidas de austeridad en 2013.Para Olga Ulianova, directora del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) y experta en análisis político e internacional de la Universidad, la percepción que tiene la sociedad civil española es que las medidas tomadas por el gobierno, son para salvaguardar el sistema financiero, “al que la ciudadanía considera culpable de la crisis, y sienten que esta ayuda debe ser para la gente común y no para los banqueros”.Por otra parte, el grupo de los países contribuyentes a las arcas comunitarias de Europa, liderados por Alemania, Reino Unido y Finlandia, pide recortes en todas las partidas presupuestarias para mantener la coherencia con las políticas exigidas a nivel nacional.En este marco, la Dra. Ulianova pone de relieve que “el principal motor de la economía en Europa es Alemania, y el sistema financiero europeo descansa en su fuerza. La población alemana es bastante envejecida y los votantes de Ángela Merkel son mayores, por lo tanto, su gran preocupación, junto con la necesidad de mantener Europa a flote, es sostener los equilibrios económicos en su país y no permitir que se hunda el sistema de pensiones alemán, que es el que da vida a sus principales votantes”.Así, la académica estima que “Alemania está más interesada en el ajuste que en la reactivación de la periferia del continente. Si bien Europa es un organismo conjunto, los intereses son distintos. A largo plazo le puede interesar la reactivación en general, pero a corto plazo y con mayor imperativo, le interesa que no se hunda el sistema financiero y sus propios jubilados”. Y agrega que la canciller Merkel tiene que elegir entre preocuparse de que se produzca un repunte económico en España, Grecia, Italia o Portugal o que el propio gobierno germano pueda seguir pagando las pensiones a sus jubilados. En ese contexto “obviamente opta por el reajuste” al resto de las economías, enfatizó la directora de IDEA.Para la académica, el punto central del debate hoy tiene que ver con qué tipo de políticas se usarán en Europa para enfrentar la crisis. “La derecha española quiere enfrentarla sólo con el ajuste, gastar menos. Para otros sectores del espectro político, esto no es suficiente, porque al mismo tiempo deben haber medidas para activar la economía, ya que si sólo restringimos los gastos, no se permite que surjan nuevas inversiones, nuevos empleos y que de alguna manera Europa salga de la crisis”, concluyó Olga Ulianova.