El especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad, Cristian Garay, sostuvo que las manifestaciones -igual a como ocurre en Chile, se deben a una “insatisfacción ante el progreso” y perjudicarán la aprobación de la Presidenta Dilma Rousseff.
Ante la escalada de protestas generadas en Brasil a partir del alza en el valor del transporte público y que en pocas semanas han puesto en jaque al gobierno de Dilma Rousseff, el experto en Relaciones Internacionales y académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la U. de Santiago, Cristian Garay, estima que el fenómeno “es similar a lo que está ocurriendo en Chile”.“La situación que se ha venido dando en Brasil, guardando ciertas proporciones, es muy similar a lo que pasa en Chile. Son países que han dado un salto cualitativo y que hoy no ven cumplidas sus expectativas de desarrollo”, sostuvo el académico.“Esta protesta, que se inició por el alza en el precio del transporte, al poco tiempo y al igual que en Chile, se transformó en una demanda de carácter más estructural que complica el proyecto de Dilma Rousseff. Es lo que yo llamo insatisfacción ante el progreso”, agregó el analista.Para Cristian Garay, las protestas en “Brasil presentan características parecidas a las que se han desarrollado en Chile, con la diferencia que ellos tienen un gobierno de tipo socialdemócrata”.“La diferencia - según el experto- radica en que el gobierno de Dilma Rousseff, tiene un ADN similar al de quienes protestan. La misma Presidenta de Brasil perteneció a grupos guerrilleros, pero independiente de si es de izquierda o derecha, un gobierno debe mantener la autoridad. Si esto se pierde, van a triunfar los grupos opositores”.El analista explicó, además, que Brasil comenzó su avance hacia el desarrollo en el gobierno de Henrique Cardoso y se consolidó con Lula da Silva. “Es este aumento en las expectativas y las demandas de las masas comunicadas viralmente a través de las tecnologías y las redes, las que han detonado las manifestaciones sociales”, plantea el especialista.Finalmente, Garay sostiene que, en adelante, el gobierno de Dilma Rousseff al igual que el gobierno chileno, puede iniciar una sostenida baja en las encuestas de aprobación pública.“Sin duda estas protestas van a perjudicar la percepción de la Presidenta de Brasil, tal como ha pasado en Chile, con el apoyo popular a Sebastián Piñera”, agregó el académico de la U. de Santiago.