Pese a que se superaron las expectativas (del 10% a un 20% de votantes), la Doctora en Ciencia Política Lucía Dammert, es crítica ante la sobrevaloración de la convocatoria.La experta consideró, además, que para revertir su baja votación en relación con la obtenida por la Nueva Mayoría, la campaña de Pablo Longueira debe apuntar a los votantes de centro que, al no sentirse representados por la derecha tradicional, podrían volcarse de lleno a la candidatura opositora.
El resultado del 97,88% de las mesas escrutadas tras las elecciones primarias indica que tres millones siete mil 687 votantes concurrieron a sufragar este domingo 30 de junio en todo el país. El total de participantes superó los pronósticos de los expertos que anticipaban entre 1,2 y 1,6 millones de electores, es decir, algo más del 10% del padrón electoral total.La socióloga, doctora en ciencia política e investigadora de la Universidad de Santiago, Lucía Dammert, estima que los resultados evidenciaron la escasa preparación de especialistas en análisis de fenómenos sociales y políticos.“Evidentemente, estamos ante un fenómeno político bastante nuevo, pero uno de los aspectos que quedó claro es que existen muy pocos estudios sobre el comportamiento electoral de los ciudadanos”, declara Dammert.La experta, además, califica como positiva la asistencia por sobre las expectativas pero sostuvo que “ésta no es la panacea. La cantidad de votantes nos deja más tranquilos pero no hay que olvidar que la gran mayoría no fue a votar. En ese sentido yo no calificaría este proceso como exitoso”, apunta Dammert.Respecto al alto respaldo recibido por la candidata presidencial, Michelle Bachelet, en estas elecciones primarias, Lucía Dammert sostiene que “ahora ella pasa a una situación de desafío por la enorme expectativa que ha generado en la ciudadanía”.“Ahora Michelle Bachelet tiene la necesidad de poner en un modo realista las ofertas que está haciendo, porque al parecer, esta sería una campaña marcada por la polarización entre candidatos. Por un lado está Michelle Bachelet, en alianza con el Partido Comunista, con una amplitud en la oposición y con propuestas que son bastante “innovadoras” como el ajuste tributario y la educación gratuita. Mientras que por otro, está Longueira, vinculado a la derecha más tradicional”, analiza la académica de la U. de Santiago.OficialismoA juicio de Lucía Dammert, para que el oficialismo revierta su baja votación debería apuntar a lo que ellos mismo han llamado “centro social”.“El discurso de la derecha, sobre enfocarse en el centro social, no sirve para las primarias. Ahí vota el militante duro, pero sí debería usarse en las presidenciales de noviembre”, aclara.“Si uno quiere gobernar –cree la experta -, tiene que ganar las grandes mayorías y por eso Longueira tiene la difícil tarea de demostrar que él no es un extremo, pero le va a ser difícil mostrarse como una persona de centro”.“Pablo Longueira ganó las primarias con el voto más duro de la derecha, con las comunas más pudientes. En su proclamación se encontraba gente gritando a favor de Pinochet que no es precisamente el centro social de Chile, sino más bien lo más retardatario que uno puede encontrar en política”, recalca Dammert.“Hoy en día, cuando la derecha tiene un candidato que votó por el ‘Sí’, apoyado en una visión bastante más conservadora y que no está abierto a una serie de debates que le importan a Chile, puede suceder que el centro social se abstenga o encuentre un mejor espacio en la oposición”, puntualiza la socióloga y académica de la U. de Santiago.