Invitado por el Máster Integrado en Diseño Arquitectónico (MIDA) de la Escuela de Arquitectura, el connotado experto español Pedro B. Ortiz, afirma que la única alternativa para enfrentar el explosivo crecimiento territorial de la capital en los últimos años es a través de la creación de centros urbanos que tengan una muy buena conectividad. “Esa estructura basada en el transporte colectivo en una metrópolis como Santiago, tiene que ser de alta capacidad, pero muy potente”, enfatiza.
El connotado arquitecto español Pedro B. Ortiz, de visita en nuestra Casa de Estudios, se refirió al crecimiento territorial explosivo que ha manifestado la capital en los últimos años, señalando que esto ha provocado una “metástasis territorial”.“Santiago ha tenido históricamente procesos muy similares a otras ciudades latinoamericanas, que es la metástasis territorial, es decir crecimientos en mancha de aceite, sin articular, homogéneos, que van creciendo, porque se sigue la retícula histórica. Esos crecimientos han sido importantes y los va a seguir teniendo, y no son solo de población, también de renta”, precisa.En ese contexto, el especialista en urbanismo recalca que para enfrentar esta problemática, la ciudad debe crecer en base a centralidades urbanas que tengan una muy buena conectividad.“Eso se debe articular a través de centralidades urbanas, las que se producen alrededor de los transportes colectivos de alta capacidad. Estos suelen ser el tren o el metro, con estaciones intermodales. Por ejemplo, uno se baja del tren o metro, toma un tranvía o un taxi o su propio auto o bicicleta”, puntualiza.Ortiz aclara que estas centralidades urbanas se deben establecer en el territorio metropolitano, “algunas dentro de la conurbación metastásica, otras periféricas, particularmente en municipios que todavía tienen su autonomía urbana, y que aún no han llegado a confluir en esa metástasis”, subraya.Para Ortiz, esta fórmula es la única manera de alcanzar una ciudad competitiva de cara a un futuro a largo plazo.“Esa estructura basada en el transporte colectivo, en una metrópolis como Santiago, tiene que ser de alta capacidad, por tanto tiene que ser ferroviario, puede ser metro, tren, tranvía o un autobús con pedigrí, pero tiene que ser algo mucho más potente”, enfatiza.Y agrega que esa nueva estructura “tiene que tener esas centralidades, que a su vez tienen una serie de condicionantes o acumulación de al menos siete elementos para que sean exitosas, entre ellos residencia, densidad residencial, espacios públicos, actividades productivas, oficinas y equipamientos sociales”.La periferiaRespecto a la expansión de la periferia de la ciudad, Ortiz advierte que esta no se puede desarrollar de una manera radial sino que por el contrario, debe ser de manera reticular.“Yo creo que eso Santiago todavía no lo ha comprendido y todavía sigue pensando en circunvalaciones porque es evidente. Santiago está en un valle lineal que tiene un gran eje central, dos ejes paralelos, uno en la Cordillera de los Andes y otro en la Cordillera de la Costa, y por tanto, desarrollar una estructura perpendicular a esos ejes que articula funcionaría muy bien”, asegura.Y añade “Santiago tiene que dar el salto de pasar de un concepto a otro”.Por sexta vez en SantiagoInvitado por el Máster Integrado en Diseño Arquitectónico (MIDA) de la Escuela de Arquitectura, el profesional expuso el tema “Arquitectura metropolitana: La arquitectura a gran escala”, donde recomendó tanto a docentes como estudiantes, explorar y explotar el incipiente campo del urbanismo en América Latina.Es su sexta visita a Santiago, el español también participará en el Congreso Internacional sobre Áreas Metropolitanas, que organiza el Centro de Extensión del Senado de nuestro país.Cabe señalar que Ortiz es un reconocido urbanista especializado en gestión metropolitana con más 30 años de experiencia y responsabilidades de gestión y gobierno.Asimismo, posee una dilatada trayectoria en su país, donde fue director del Plan Estratégico de Madrid de 1994, Concejal de Prospectiva Urbana, director General de Urbanismo y Planificación Territorial hasta 1999, y director del Plan Regional de Madrid de 1996.Actualmente trabaja para el Banco Mundial en gestión y planificación de grandes metrópolis, así como para otros gobiernos nacionales y locales. Además es profesor invitado en la Universidad Politécnica de Milán.